28 de enero: Día Mundial contra la Lepra

El 28 de enero celebramos el Día Mundial contra la Lepra, una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium leprae, también conocida como bacilo de Hansen, patógeno con un periodo de incubación tan lento, que transcurren aproximadamente cinco años desde su contagio hasta que son evidentes los signos y síntomas de la enfermedad.

Aunque la lepra se descartó como problema de salud pública en el año 2000, y en la mayoría de los países en el 2010, aún siguen presentándose nuevos casos, por lo que no debemos cejar en conseguir su eliminación total.

Es interesante saber que la relación entre la lepra y los seres humanos es ancestral, y se remonta, cuando menos, 4 mil años atrás, lo que podemos asegurar gracias a los vestigios encontrados que lo atestiguan.

Entre las importantes acciones que se realizan a nivel global para tratar de eliminar por completo de la faz de la Tierra esta enfermedad, es necesario destacar la aportación del tratamiento polifármaco (MDT, por las siglas en inglés para multidrug therapy) para combatirla, que desde el año 2000 hace de manera altruista el laboratorio de investigación farmacéutica Novartis, lo que, si bien es cierto ha permitido alcanzar notables avances, todavía no consigue evitar que se presenten cada año nuevos casos en las seis regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluyendo en ellas a nuestro país, en el que el año pasado se registraron al menos 300 casos en 28 entidades federativas.

Para guiar las acciones tendientes a la eliminación de la enfermedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó “Hacia cero lepra. Estrategia mundial contra la lepra (enfermedad de Hansen) 2021-2030″, documento relacionado íntimamente con la «Hoja de ruta para las enfermedades tropicales desatendidas 2021-2030».

Los cuatro pilares de la Estrategia, cuyo núcleo es el de interrumpir la transmisión para eliminar la enfermedad, son:

• La implementación de hojas de ruta integradas, y de propiedad nacional, para combatir la lepra en todos los países endémicos
• Ampliar la prevención de la lepra, junto con la detección activa de caso
• Manejar la lepra y sus complicaciones, y prevenir nuevas discapacidades
• Combatir el estigma que la enfermedad acarrea, y garantizar el respeto de los derechos humanos

• Jalisco: Tuxcacuesco, San Sebastián del Oeste, y San Cristóbal de la Barranca
• Michoacán: Nuevo Urecho, Nocupétaro
• Morelos: Tlaltizapan
• Nuevo León: Lampazos
• Oaxaca: El Espinal, Santiago Niltepec y San Miguel Chimalapa
• Sinaloa: Choix
• Yucatán: Tunkas

• La enfermedad afecta principalmente a la piel y los nervios periféricos, y si no es tratada oportunamente, ocasiona discapacidad progresiva y permanente.
• La transmisión de las bacterias se hace a través de las gotículas expulsadas por la boca y la nariz cuando hay un contacto estrecho y frecuente con una persona infectada que no haya recibido tratamiento.
• Una persona con lepra farmacológicamente atendida no contagia la enfermedad, la que se cura con un tratamiento polifármaco con: dapsona, rifampicina y clofazimina.
• El tratamiento polifármaco dura entre 6 meses y 1 año, dependiendo del tipo de lepra a tratar.
• Cuando la lepra se diagnostica y atiende de manera temprana, es posible evitar las discapacidades.
• Su eliminación como problema de salud pública (objetivo definido por una tasa de prevalencia inferior a 1 caso por cada 10 mil habitantes) se logró a escala mundial en el año 2000 (de acuerdo con la resolución WHA44.9 de la Asamblea Mundial de la Salud), y en la mayoría de los países en 2010.
• La lepra no es muy contagiosa, ni se propaga por contactos ocasionales con una persona con la enfermedad, como podrían ser darse la mano, abrazar, compartir alimentos o sentarse junto a una persona enferma.