Algunos especialistas cuestionan que la línea de tiempo planteada es poco realista, e incluso riesgosa.
Anticipándose a la posibilidad real de que la vacuna en la que se encuentra trabajando a marchas forzadas un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, Reino Unido, obtenga resultados positivos, el laboratorio AstraZeneca ha establecido una serie de acuerdos destinados a garantizar la fabricación y el suministro amplio y equitativo de la vacuna denominada AZD1222 en todo el mundo en un futuro próximo, sin obtener ganancias durante la pandemia.
En principio, AstraZeneca asegura tener los recursos técnicos y humanos necesarios para producir de inicio 400 millones de dosis, y un total de 1000 millones al cierre del 2020, incrementando sustancialmente sus actuales cuotas de fabricación para el próximo año a través del establecimiento de acuerdos paralelos con varias cadenas de suministro adicionales, como el Instituto de Suero de India y otros socios potenciales.
AstraZeneca colabora con diversas organizaciones internacionales, entre las que destacan la Coalición para las Innovaciones de Preparación para Epidemias (CEPI); Gavi the Vaccine Alliance y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con las que buscará establecer cuotas de asignación y distribución equitativa de la vacuna en todo el mundo.
Como apoyo para el desarrollo, producción y entrega de la vacuna, la que es debido puntualizar que aún se encuentra en evaluación, el laboratorio recibió de parte de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de los Estados Unidos (BARDA, por sus siglas en inglés) 1.2 mil millones de dólares, con los que también se soportará la realización de un ensayo clínico de fase 3 con alrededor de 30 000 participantes, el que deberá superar ampliamente antes de obtener la autorización necesaria para su producción.
Sin embargo, la apuesta para comprimir aún más la línea de tiempo para el desarrollo de la vacuna es, a juicio de diversos especialistas en el tema, poco realista y potencialmente irresponsable y peligrosa. Al respecto, William Haseltine, ex investigador de VIH / SIDA de la Universidad de Harvard, colaborador en el lanzamiento de varias compañías de biotecnología prominentes y ahora también filántropo, duda de que la vacuna, desarrollada por investigadores del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, «tenga alguna ventaja real sobre otros enfoques”.
Lo cierto es que el soporte financiero adicional de 1.2 mil millones de dólares para AstraZeneca, y que supera enormemente los asignados previamente a Johnson & Johnson y a Moderna, añade presión adicional para que alguno de ellos alcance resultados positivos en un lapso que se antoja improbable, sin asumir enormes riesgos potenciales. Para poner en contexto lo anterior, les comentamos que Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y principal científico investigador de la Fuerza de Tarea de Coronavirus de la Casa Blanca, considera que el tiempo mínimo necesario para desarrollar y evaluar concienzudamente una vacuna antes de liberarla al mercado es de 18 meses, lo que contrasta enormemente con la línea de tiempo enarbolada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, las que apuestan por tener una primera tanda de producción hacia finales del tercer cuarto o inicios del cuarto final de 2020.
Por otra parte, Pascal Soriot, Director Ejecutivo de AstraZeneca, comentó: “Esta pandemia es una tragedia global y es un desafío para toda la humanidad. Necesitamos derrotar al virus juntos o continuará causando un gran sufrimiento personal y dejará cicatrices económicas y sociales duraderas en todos los países del mundo. Estamos muy orgullosos de colaborar con la Universidad de Oxford para convertir su trabajo innovador en un medicamento que se pueda producir a escala mundial. Nos gustaría agradecer a los gobiernos de los Estados Unidos y el Reino Unido por su apoyo sustancial para acelerar el desarrollo y la producción de la vacuna. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que esta vacuna esté disponible de forma rápida y amplia”.
Con respecto a la propuesta de la Universidad de Oxford para completar un ensayo con 30 000 personas en 6 meses, el pediatra Paul Offit, investigador de vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia y colaborador en el desarrollo de una vacuna contra el rotavirus cuyo ensayo de eficacia requirió 4 años, comentó: “No puedo imaginar cómo se puede hacer esto en 6 meses. Creo que si ocurriera en 9 meses sería notablemente rápido”.
Offit puntualizó que algunos de los efectos secundarios de una vacuna, o su mediocridad, a menudo se detectan solamente cuando la misma es inoculada a millones de personas, por lo que recomienda mesura.
La Universidad de Oxford informó que en el transcurso de los estudios clínicos de fase 1 iniciados en abril pasado se realizaron más de 1000 inmunizaciones exitosas, y que para la fase 2 se reclutaron 10 260 participantes entre adultos y niños los que recibirán una o dos dosis, para determinar su efectividad en diversas instituciones sanitarias del Reino Unido. La muestra para la fase 2 incluye adultos entre 59 y 60 años, mayores de 70 años y niños entre los 5 y 12 años.
“Los estudios clínicos están progresando exitosamente, y ahora estamos iniciando estudios para evaluar la capacidad de la vacuna para inducir respuestas inmunes en adultos mayores, y evaluar si puede proporcionar protección en una población más amplia. Estamos muy agradecidos con el gran apoyo de los voluntarios de prueba para ayudar a probar si esta nueva vacuna podría proteger a los humanos contra el coronavirus pandémico”. Profesor Andrew Pollard, jefe del Grupo de Vacunas de Oxford.
Adicionalmente, AstraZeneca trabaja en la búsqueda de nuevos anticuerpos neutralizantes contra el coronavirus, así como la evaluación de nuevos o existentes fármacos para su uso terapéutico en personas diagnosticadas con la COVID-19.
El tema central y altamente preocupante es la politización que rodea y enrarece la búsqueda de la vacuna que detenga con seguridad y eficacia los contagios por la COVID-19. En ello, influyen, entre otros, la campaña de reelección de Donald Trump, y el interés mediático de cada nación por ocupar el primer lugar en esta carrera.
Por: Manuel Garrod, miembro del comité editorial de códigoF
Fuentes:
AstraZeneca. | 27 de mayo
AstraZeneca advances response to global COVID-19 challenge as it receives first commitments for Oxford’s potential new vaccine.
Oxford University. | 27 de mayo
Oxford COVID-19 vaccine to begin phase II/III human trials.
Science. | 27 de mayo
Doubts greet $1.2 billion bet by United States on a coronavirus vaccine by October. By Jon Cohen. May 22 2020.