Hace un par de semanas se publicaron los resultados de un prolongado y amplio estudio realizado en Europa para determinar con mayor precisión el desarrollo y expansión de una variante de la bacteria Klebsiella pneumoniae, la que ha generado una cada vez más amplia resistencia a la acción de las carbapenemas, un tipo de antibiótico betalactámico con amplio espectro de actividad bactericida sumamente resistente a las betalactamasas (enzima producida por algunas bacterias, y responsable de la resistencia de éstas ante la acción de antibióticos betalactámicos).
Aunque cualquier resistencia bacteriana representa siempre una señal de alerta sanitaria, la amplia capacidad para eludir la acción de los antibióticos betalactámicos, generalmente reservados por los médicos como una de las opciones para el tratamiento de última línea de infecciones severas, es aún más alarmante.
La bacteria gramnegativa Klebsiella pneumoniae es una de las principales causas de infecciones adquiridas tanto en hospitales como en la comunidad, la que fue clasificada en 2017 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un patógeno bacteriano prioritario resistente a los antibióticos, para el que se necesitan urgentemente nuevos fármacos. De hecho, un estudio reciente mostró que K. pneumoniae resistente a carbapenem representa la amenaza de resistencia a los antibióticos con mayor rapidez de expansión en Europa, en términos de morbilidad y mortalidad humanas.
Los resultados obtenidos sugieren que esta bacteria tiene como ruta primaria de diseminación los entornos hospitalarios, ya que más de la mitad de los nosocomios europeos que aportaron aislamientos positivos a carbapenemasas, probablemente experimentaron transmisión intrahospitalaria, y la diseminación interhospitalaria es mucho más frecuente dentro de los países, y no entre ellos. Sin embargo, es importante anotar que estudios realizados recientemente, también muestran un papel potencial para la transmisión de K. pneumoniae entre los humanos y el medio ambiente (incluidos los animales), de los que éste último puede servir como reservorio de la resistencia al carbapenem.
Para la ejecución del protocolo, denominado “Encuesta Europea de Enterobacteriaceae productoras de Carbapenemasas”, los investigadores analizaron las secuencias del genoma y los datos epidemiológicos de 1,700 muestras de K. pneumoniae aisladas de pacientes en 244 hospitales de 32 países.
Si bies es cierto que el estudio se realizó en hospitales europeos, y que la K. pneumoniae resistente a carbapenem representa la amenaza de resistencia a antibióticos de más rápido crecimiento en Europa, numerosos informes sobre esta situación en otros países del mundo, como los EE. UU., China y Argentina, por mencionar solamente algunos cuantos, muestran que la expansión de la K. pneumoniae resistente a carbapenem es un problema global, lo que llevó en 2017 a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a clasificar a las Enterobacteriaceae resistentes a carbapenem como patógenos prioritarios “críticos” para los que se necesitan urgentemente nuevos antibióticos.
“El surgimiento de la resistencia a carbapenem parece ocurrir en entornos clínicos, urbanos, agrícolas y es un fenómeno mundial. Sin embargo, la vigilancia sesgada y fragmentada, combinada con la falta de estandarización en la caracterización de los aislamientos, ha dificultado la percepción de los principales rescatadores y dinámicas de transmisión de esta epidemia global”.