El genetista He Jiankui, de la Universidad de Ciencia y Tecnología en Shenzhen, China, quien utilizando la herramienta de manipulación genética CRISPR, editó el ADN de dos niñas en estado embrionario, como lo mencionamos en la nota «Científicos chinos están creando bebés modificados genéticamente», este hecho generó un rechazo general de la comunidad científica mundial, al considerar que esta acción atentó contra las normas y los límites éticos que deben prevalecer en el quehacer de la ciencia, actualmente cuatro importantes bioeticistas chinos publicaron recientemente una evaluación crítica del manejo de la investigación biomédica en su país, en la que firmemente exigen la revisión de las normas chinas para la regulación efectiva de los experimentos biomédicos en su país, incluyendo el establecimiento de sanciones severas para aquellos investigadores que las violen. “El gobierno debe hacer cambios sustanciales para proteger a otros de los efectos potenciales de la experimentación humana imprudente e irresponsable”.
Los autores de la publicación son Ruipeng Lei de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en Wuhan; Xiaomei Zhai de la Facultad de Medicina de la Unión de Pekín en Pekín; Wei Zhu de la Universidad de Fudan en Shanghái y Renzong Qiu de la Academia China de Ciencias Sociales. Beijing.
Los firmantes responsabilizan tanto al científico que realizó la edición embrionaria como a las autoridades chinas, por crear y fomentar un ambiente que lo motivó a transgredir las normas éticas. “En nuestra opinión, los investigadores en China están cada vez más motivados por la promesa de la fama y la fortuna, en lugar de un deseo genuino de descubrimiento. La transferencia de dispositivos o enfoques a la clínica no siempre está respaldada por una investigación básica sólida. Además, los investigadores que pueden declarar que son los primeros en descubrir algo, tanto en Asia como en el mundo, son recompensados de manera desproporcionada en lo que respecta a la revisión por pares, la contratación de decisiones y la financiación”.
Los autores sostienen que la investigación científica en su país debe regirse por el Consejo de Estado, el gabinete de China, en lugar de la colección de ministerios del gobierno que ahora realizan la supervisión, un sistema que dicen “está fragmentado y obstaculizado por la incompetencia o resistencia de sus directivos y personal”.
Múltiples científicos de la comunidad internacional se mostraron gratamente sorprendidos por la claridad y dureza de los argumentos esgrimidos por los cuatro bioeticistas chinos, sobre todo en un ambiente político tan restrictivo como es el de este país asiático.
Los denunciantes, exigen además, que el gobierno amplíe las investigaciones realizadas hasta el momento, hagan del conocimiento público los resultados de la indagación, integren un comité internacional de observadores y mantenga, durante toda la vida de las gemelas manipuladas genéticamente, una observación cercana que permita determinar el impacto de tan delicada intervención.
La publicación de esta carta nos lleva nuevamente a reflexionar sobre los límites éticos que la investigación científica debe tener en beneficio de la humanidad, y la responsabilidad que inherentemente lleva una actividad de tanta trascendencia, responsabilidad e impacto social.
Fuentes:
Science.
Chinese bioethicists call for ‘reboot’ of biomedical regulation after country’s gene-edited baby scandal.
códigoF.
El científico chino que manipuló genéticamente a bebés en estado embrionario es sometido a investigación penal.
MIT Technology Review.
EXCLUSIVE: Chinese scientists are creating CRISPR babies.