La centralización de la compra de medicamentos bajo la administración de Birmex busca mejorar la eficiencia y reducir los costos, pero sigue enfrentando críticas significativas respecto a la transparencia y efectividad del proceso.
La paraestatal Birmex ha comenzado a operar como la principal compradora de medicamentos e insumos del sector salud en México, manejando un presupuesto inicial de 13 mil millones de pesos a través de adjudicaciones directas. Este enfoque ha suscitado críticas por la falta de procesos de licitación abiertos, contrastando con una única licitación consolidada que resultó en que el 33 por ciento de las partidas quedaran desiertas, incluyendo algunas de las más valiosas, sumando contratos por solo 982 millones de pesos.
Entre el 12 de marzo y el 4 de abril, Birmex adjudicó directamente contratos por más de 13 mil millones de pesos para el abasto 2024 destinado a instituciones como el IMSS, ISSSTE e IMSS Bienestar. Este último gestiona los hospitales que 23 estados han entregado al Gobierno federal. La justificación para las adjudicaciones directas, según Birmex, fue que los precios ofertados por los laboratorios durante su investigación de mercado eran suficientemente competitivos como para obviar el proceso de licitación. De estas, cuatro adjudicaciones fueron para medicamentos genéricos y dos adicionales por 9 mil 661 millones de pesos para productos de patente o de fuente única.
Una parte central de la logística de Birmex será el Cefedis, un almacén en Huehuetoca anteriormente propiedad de la cadena Liverpool y adquirido por el Gobierno por más de 3 mil 300 millones de pesos. Este almacén es ahora un pilar de la llamada Megafarmacia del Bienestar. Además, se ha mencionado la posibilidad de que la distribución de medicamentos también se realice en almacenes designados por los propios organismos de salud, que tienen sus centros de distribución.
El Presidente anunció en diciembre que la distribución para la Megafarmacia estaría a cargo de militares, excluyendo a empresas transportistas privadas como Grupo Traxión, que previamente habían sido contratadas por Birmex y el IMSS.
Esta es la quinta ocasión durante el actual sexenio en que una dependencia diferente gestiona las compras consolidadas del sector salud, sucediendo a la Secretaría de Hacienda, la UNOPS de Naciones Unidas, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), y brevemente a finales de 2023, la Secretaría de Salud (Ssa). Estos cambios reflejan los continuos desafíos en la administración de adquisiciones que han incluido problemas con partidas desiertas, falta de abasto y costos adicionales por distribución.