La Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (ANAFAM) rinde homenaje a un hombre que dedicó 77 años de su vida al impulso, construcción y mejoramiento de la industria farmacéutica. Nos referimos a don Eduardo López Miarnau. Vasco de nacimiento, vio la primera luz en Bilbao; Don Eduardo, como muchos otros notables españoles, dejó su patria por los avatares de una dolorosa guerra civil. Francia, la frontera anhelada, fue el primer paso; a México, el segundo, llegó en 1940 invitado por el Dr. Carlos Kuhn, a quien conoció en tierras galas.

El Dr. Kuhn le ofrece trabajo en el laboratorio Oficio Farmacéutico Mexicano, que después sería conocido como OFIMEX, y don Eduardo camina toda la ruta… fue visitador médico, supervisor, gerente regional, subgerente , gerente general hasta llegar a la presidencia del consejo de administración.

Socio fundador de ANAFAM, la contribución de Don Eduardo a la industria ha sido fundamental, con nuestra representación llegó a ser presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA) en 1961. Entre otros logros, Don Eduardo elaboró el sistema de equilibrio en el consejo directivo de esa representación empresarial, que al día de hoy sigue vigente. Vigente como Don Eduardo, quien hasta el último aliento, fue miembro de diferentes comités, así como del consejo directivo de ANAFAM.

En abril del 2015, la ANAFAM, le rindió un muy merecido homenaje en el que recibió de manos de la entonces Secretaria de Salud, Dra. Mercedes Juan un reconocimiento por sus 75 años de trabajo en la industria farmacéutica.

Este sábado 18 de febrero nos dejó Don Eduardo, quien será siempre recordado como un entrañable amigo, socio fundador y consejero de esta Asociación.

La industria farmacéutica nacional, reconoce su trayectoria, su empeño y su esfuerzo para impulsar las mejores causas de nuestra industria y de México.

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