Desde la invención del primer anticonceptivo femenino oral compuesto, en 1960, todos los intentos para desarrollar un contraceptivo masculino efectivo, sencillo, seguro y reversible no han conseguido alcanzar el éxito deseado

Es interesante recordar que, en junio de 1960, la Administración Federal de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) otorgó el registro sanitario a la primera pastilla anticonceptiva oral combinada de nombre Enovid® (mestranol y norethynodrel) del laboratorio Searle, cuya paternidad es adjudicada al químico mexicano Luis Ernesto Miramontes (Tepic, 16 de marzo de 1925 – Ciudad de México, 13 de septiembre de 2004) por sintetizar la noretisterona (o noretindrona) en 1951, patente que obtuvo junto con Carl Djerassi y George Rosenkranz, pavimentando el camino al desarrollo de otros anticonceptivos femeninos cada vez más seguros y efectivos.

A partir de ese momento, se disparó la investigación, desarrollo y comercialización de diversos tipos de anticonceptivos para la mujer en múltiples presentaciones, sin que hasta el momento se haya conseguido desarrollar un método contraceptivo sencillo y totalmente reversible para el sexo masculino, que no sea el preservativo o la vasectomía, un método radical del que no hay retorno.

Es por ello que adquiere especial interés el innovador hallazgo realizado por un equipo de investigadores, que han determinado la íntima relación de una quinasa poco conocida, de nombre STK33, con la capacidad de los espermatozoides para fecundar al óvulo. Sin esta quinasa, los espermatozoides son completamente estériles.

“El término quinasa tiene sus raíces en el prefijo “kin” que viene del griego y significa mover. Por lo tanto, una quinasa es esencialmente una “máquina de movimiento” a nivel celular, que facilita la transferencia de un grupo fosfato a una molécula diana, un proceso conocido como fosforilación. Esta transferencia de grupos fosfato, generalmente a partir de moléculas de ATP, resulta en una molécula diana fosforilada y una molécula de ADP”. Clínica Universidad de Navarra

Los investigadores publicaron los resultados de su investigación en la revista Science el pasado 23 de mayo, bajo el título “Reversible male contraception by targeted inhibition of serine/threonine kinase 33”, y en ella dan cuenta de haber encontrado, entre millones, un compuesto (CDD-2807) altamente efectivo y seguro para inhibir temporalmente la acción de la quinasa STK33, privando a los espermatozoides de su funcionalidad primaria.

“Hay más de 500 quinasas diferentes en el cuerpo humano y estas se pueden clasificar en varios grupos en función de las moléculas diana que fosforilan”. Clínica Universidad de Navarra

Hasta el momento, el compuesto solo ha sido probado in vivo en ratones de laboratorio, logrando el objetivo deseado sin presentar efectos secundarios negativos. Además, después de suspender el tratamiento, los ratones recuperaron su capacidad fertilizadora.

Está claro que pasar de los ratones de laboratorio a los humanos para confirmar la eficacia y seguridad del compuesto inhibidor de la quinasa STK33, consumirá tiempo y recursos, pero alcanzar con éxito una meta tan atractiva seguramente será el impulso necesario para ello, consiguiendo que muchas mujeres dejen de tener la responsabilidad, bilateral, de evitar una procreación no deseada.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Science. (23 de mayo de 2024).
Reversible male contraception by targeted inhibition of serine/threonine kinase 33

Clínica de la Universidad de Navarra / Diccionario Médico. (2023).
Quinasa

códigoF. (14 de mayo del 2021).
Píldora anticonceptiva, el descubrimiento mexicano de mayor transcendencia mundial del siglo XX: Academia Mexicana de Ciencias