Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Madrid: Un equipo de científicas ha logrado hacer transparentes los corazones de embriones de ratones de laboratorio, utilizando una técnica denominada CUBIC.
Para conseguir esta hazaña, los investigadores utilizan una mezcla de reactivos capaces de eliminar los lípidos, principal elemento que hace opacos a los tejidos, haciéndolos transparentes, lo que les permite realizar una detallada observación de venas y arterias en 3D, que de otra manera sería imposible e impensable.
El equipo de investigadores está liderado por María Victoria Gómez, investigadora senior del hospital previamente mencionado, la que agrupa en tres pasos básicos la manera en la que lo han logrado: limpiar los tejidos para transparentarlos, administrar moléculas fluorescentes y emplear la microscopia más avanzada, para observar directamente el interior de los cuerpos de los organismos vivos durante su desarrollo.
Vale la pena aclarar que las técnicas para transparentar tejidos datan de tiempo atrás, pero tenían muchas desventajas, como la deformación de las muestras a causa de los productos químicos utilizados, lo que invalidaba cualquier conclusión obtenida por la observación. Sin embargo, desde hace 4 o 5 años las técnicas de transparentación se han mejorado, lo que sumado al desarrollo y capacidades de los microscopios de alta resolución, ahora es posible trabajar con muestras de tejidos grandes, y no solamente con los cortes planos que antes se utilizaban.
El CUBIC es compatible con la técnica utilizada para marcar proteínas específicas con fluorescencia y aplicarla al órgano entero. Para ver las proteínas fluorescentes en tejidos u órganos completos, los investigadores de esta institución utilizan un microscopio de alta resolución de características especiales conocidos como SPIM (selective plane illumination microscope), en los que se utiliza un láser para hace un barrido de la muestra. Por eso, cuando es transparente, el láser llega a las moléculas internas, excitando los componentes que las hacen fluorescentes. María Victoria Gómez.
Profundizando en el tema, María Victoria Gómez comentó: «Podríamos transparentar un ratón entero, pero en realidad esto no nos aporta mucho, sobre todo si ya es adulto. Lo que hacemos en nuestro laboratorio, aparte de analizar cómo es un órgano sano, es estudiar un modelo de infarto de miocardio. Estudiar el corazón completo es una gran ventaja para analizar lo que cada proteína y cada célula tienen alrededor y cómo se relacionan con ello, así las comparamos con las de un corazón sin problemas”.
Ali Ertuerk, de la Universidad Ludwig Maximillian
observa un cerebro transparente el pasado 23 de abril. (Reuters)
Entre otras posibles aplicaciones prácticas para este procedimiento, los investigadores destacan que esta técnica puede tener un enorme potencial para realizar diagnósticos clínicos puntuales y precisos.