Los hallazgos revelan la dinámica del estado celular de la enfermedad residual en el cáncer colorrectal, permitiendo anticipar que las terapias dirigidas a los CCR son capaces de ayudar a evitar la recaída metastásica.
Si equiparáramos metafóricamente al cáncer con una acción militar puntual, en la que el enemigo invade una locación específica importante, pero sin afectar al resto del país, buscando con ello lograr la rendición o el aniquilamiento total de su población, cualquiera sabría que el esfuerzo sería estéril, siempre y cuando el resto de la nación estuviera libre de daños, los ataques no se extendieran a otras zonas vitales, y de que pesar del perjuicio ocasionado, la nación en su conjunto pudiera seguir operando con normalidad, facilitando la rehabilitación y recuperación funcional de la zona dañada.
En el contexto de la ciencia médica, los oncólogos saben, y lo expresan, que si el cáncer se mantuviera fijo en lugar en el que se originó, fuera localizado de manera temprana, y tratado con precisión, las posibilidades de éxito terapéutico y supervivencia de los pacientes aumentarían exponencialmente, lo que no ocurre cuando las células cancerígenas se metastatizan, invadiendo agresivamente a otros órganos del cuerpo, algunos de ellos distantes, ocasionando la muerte.
“Las metástasis normalmente se desarrollan cuando las células cancerosas se desprenden del tumor principal e ingresan al torrente sanguíneo o al sistema linfático. Estos sistemas transportan fluidos por el cuerpo. Eso significa que las células cancerosas pueden desplazarse hacia un lugar alejado del tumor original y formar nuevos tumores cuando se asientan y crecen en una parte diferente del cuerpo”. American Society of Clinical Oncology.
Para poner esta aseveración en blanco y negro, se observa que más del 90% de las muertes ocasionadas por cáncer, las ocasionan la metástasis.
Es por ello que en la lucha contra el cáncer adquieren particular importancia los hallazgos realizados por un equipo multinacional de científicos, liderado por el biólogo español Eduard Batlle, los que han identificado plenamente las células que se desprenden del cáncer de colon y viajan por el torrente sanguíneo para invadir específicamente al hígado.
“Nuestro descubrimiento revela cómo se comporta el grupo de células tumorales responsables de la recaída y también los genes que las definen. Además, representa una prueba de concepto que allana el camino para el desarrollo de nuevas terapias, específicamente dirigidas a eliminar la enfermedad residual, así como nuevas herramientas diagnósticas para identificar a aquellos pacientes con mayor riesgo de recaída. Finalmente, nuestro estudio apunta a la necesidad de una revisión de las guías clínicas en el tratamiento de este tipo de cáncer porque, en muchos casos, sería recomendable prescribir inmunoterapia antes de la cirugía”. Eduard Batlle.
Los investigadores develaron con total precisión la identidad y las características de las células tumorales residuales responsables de las recaída en los pacientes con cáncer colorrectal (CRC), a través de un análisis de transcriptomas unicelulares de muestras de pacientes con CCR, el que reveló que la mayoría de los genes asociados con un mal pronóstico se expresan en una población de células tumorales única, a la que denominaron células de alta recaída (HRC), y que después de la resección quirúrgica del tumor primario se ocultan en el hígado, en ocasiones por larguísimos períodos, causando sorpresivamente una metástasis mortal.
“Alrededor del 30-40% de los pacientes con cáncer colorrectal (CCR) sometidos a resección curativa del tumor primario desarrollarán metástasis en los años siguientes. Las terapias para prevenir la recaída de la enfermedad siguen siendo una necesidad médica insatisfecha”. Nature. Metastatic recurrence in colorectal cancer arises from residual EMP1+ cells.
Una vez identificadas y rastreadas las células de alta recaída (HRC) en ratones de laboratorio, los investigadores procedieron genéticamente a eliminarlas de manera selectiva, con lo que consiguieron evitar la recurrencia metastásica en los roedores intervenidos.
Es necesario aclarar que a pesar de la ablación genética, el organismo de los ratones aún conservaba células micrometástasicas ricas en HRC infiltradas en las células T, las que fueron excluidas progresivamente del sistema inmunológico durante el crecimiento. El tratamiento con inmunoterapia neoadyuvante eliminó las células metastásicas residuales y evitó que los ratones recidivan después de la cirugía, lo que es un extraordinario logro.
Los resultados de la investigación de publicaron en la revista Nature, con el título: “Metastatic recurrence in colorectal cancer arises from residual EMP1+ cells”.
Eduard Batlle declaró: “Estamos investigando si este tipo de células también existen en otros tipos de tumores. De hecho, estas células tienen similitudes genéticas con las del cáncer de páncreas más agresivo”.
El hallazgo muestra un nuevo camino en el combate al cáncer coló rectal que hace metástasis en el hígado, pero también abre la posibilidad de extender el conocimiento a otros tipos de esta enfermedad.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes:
Nature. (9 de noviembre del 2022).
Metastatic recurrence in colorectal cancer arises from residual EMP1+ cells.
Institute for Research in Biomedicine. (9 de noviembre del 2022).
Identificadas las células responsables de la recaída en el cáncer de colon.