Algunos de los problemas más frecuentes con el paso de la edad y el desarrollo de algunos padecimientos como la osteoartritis, la enfermedad degenerativa del disco (DDD por sus siglas en inglés) o los accidentes, son el desgaste de las articulaciones de las rodillas y el deterioro o fractura de cadera, condiciones que limitan gravemente la movilidad de quienes lo padecen, mermando severamente su calidad y expectativa de vida.
Cuando las articulaciones de la rodilla o cadera se dañan de manera irreversible, lo más recomendable es la realización de una intervención quirúrgica para reemplazar con prótesis anatómicas lo afectado, lo que permitirá a los pacientes recuperar parcial o totalmente la movilidad, no sufrir dolores crónicos y reiniciar algunas de las actividades diarias que habían abandonado forzosamente.
El reemplazo de articulaciones de rodilla y cadera es algo que se realiza con éxito desde hace años, el alto costo de las prótesis, su desgaste natural y como consecuencia la necesidad de sustituirlas nuevamente impide que muchas personas, sobre todo las que se encuentran ubicadas en los segmentos socio económicos menos favorecidos, se vean beneficiadas con ello.
En este ámbito es no solamente importante, sino también un orgullo compartir con ustedes el trabajo actual que dos grupos de científicos mexicanos están realizando en nuestro país, desarrollando nuevas prótesis de rodilla y cadera, de menor costo y mayor durabilidad, lo que potencialmente permitirá llevar este beneficio a un mayor número de personas.
Prótesis de rodilla
Un equipo de especialistas pertenecientes al Departamento de Ingeniería Mecánica del Instituto Tecnológico de Celaya (ITC), diseñó, fabricó y valido técnicamente una prótesis de rodilla elaborada con polietileno de ultra alto peso molecular (UHWM-PE, por sus siglas en inglés), aleaciones de titanio (Ti) y recubrimiento de materiales biocompatibles: hidroxiapatita y óxido de calcio, lo que disminuye el desgaste mecánico, alargando su vida útil entre un 50 y un 150%.
El promedio de vida útil de las prótesis de rodilla actuales se ubica entre los 5 y los 10 años, a diferencia de la desarrollada por estos científicos, la que de acuerdo con las pruebas de desgaste podría alcanzar una vida operacional de hasta 15 años. La diferencia de desgaste reside principalmente en el uso de materiales biocompatibles para su recubrimiento.
“Normalmente las prótesis para este padecimiento se desgastan, lo que provoca que en cinco o diez años se tenga que operar nuevamente al paciente, por ello se pensó en estos recubrimientos a base de hidroxiapatita y óxido de calcio, los que forman parte de una investigación desarrollada en el laboratorio de Materiales «. Raúl Lesso Arroyo, jefe del área de Biomecánica del ITC.
Actualmente, los investigadores están realizando los trámites necesarios para su registro en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), en el apartado de dispositivos médicos, lo que permitirá en un futuro próximo su fabricación y comercialización.
Prótesis lumbares y cervicales
En el Departamento de Biomecánica del mismo Instituto Tecnológico de Celaya, otro equipo de investigadores se enfocó en el desarrollo de prótesis de columna, lumbares y cervicales, aportando importantes innovaciones tecnológicas en su proceso, las que a diferencia de las comercializadas actualmente alcanzarán una mayor vida útil.
Christian Guerrero, estudiante de la maestría en ciencia en ingeniería mecánica del TEC de Celaya, comentó que han desarrollado una prótesis de tres piezas: dos platos que van en las vértebras L3 y L4 y otro que va en la parte inferior, fabricadas con un polímero de alta tecnología denominado Polieteretercetona (PEEK), más duro que el polietileno de ultra alto peso molecular. “Nuestra ventaja competitiva con respecto a las piezas que se encuentran en el mercado, es el núcleo (elemento flexible por su geometría especifica) que absorbe la deformación de los discos internos intervertebrales”.
Estos proyectos están apoyados por el Programa de Estímulos a la Innovación del CONACYT.