Es preciso que desde el gobierno se empiece a actuar ya para revertir este gran problema de la obesidad infantil. Se requieren cambios sustanciales en la dieta y el estilo de vida de los niños y sus familias. Fomentar la actividad física regular, aumentar el acceso a alimentos saludables y reducir el consumo de alimentos procesados y bebidas azucaradas.
La obesidad es un problema de salud pública en México que ha ido en aumento en las últimas décadas. Recientemente, cuando se conmemoró el “Día Mundial contra la Obesidad”, el pasado 04 de marzo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 72.5% de los adultos mexicanos tenía sobrepeso u obesidad en 2016, lo que convierte a México en uno de los países con mayor prevalencia de esta enfermedad en el mundo.
Entre las causas de la obesidad en México, que nos recordó muchas veces el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, durante sus conferencias vespertinas durante la pandemia de Covid-19, se encuentran el sedentarismo, 40 años de alimentación poco saludable -plena de grasas trans, sodio y azúcares- y la falta de educación nutricional, entre otras. Además, por supuesto, no podemos obviar que la obesidad también está asociada con la pobreza y la falta de acceso a alimentos saludables y a servicios de salud de calidad.
Un tercio de los niños enfermos.
Pero no todo acaba en los adultos. También es sabido que la obesidad infantil también es un problema muy grave en México, que afecta a aproximadamente el 34% de los niños y niñas menores de 12 años, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018. Esto significa que más de un tercio de los niños en México está en riesgo de sufrir de enfermedades crónicas, como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y problemas de salud mental.
Hay varias causas principales de la obesidad infantil en México. Una de ellas, como se dijo antes, está en el sedentarismo, ya que muchos infantes pasan muchas horas viendo televisión, en el celular, o bien, jugando videojuegos en lugar de hacer actividad física, como se hacía antaño, cuando uno no necesitaba ir a un parque necesariamente, porque podía uno salir incluso a la calle a jugar, andar en bicicleta, patines, etcétera.
Además, la alimentación basada en comida rápida y chatarra es otra causa importante de la obesidad infantil en México. Muchos niños consumen alimentos altos en calorías, grasas y azúcares añadidos en lugar de alimentos nutritivos como frutas, verduras y proteínas magras.
El bajo consumo de frutas y verduras también es un factor importante en la obesidad infantil en México. Los niños a menudo no consumen suficientes frutas y verduras, lo que puede hacer que su dieta sea baja en nutrientes esenciales como vitaminas y minerales. Además, la falta de educación nutricional en las escuelas dificulta a los niños entender la importancia de comer de manera adecuada y saludable.
Otro elemento que agrava este problema es el alto consumo de bebidas azucaradas, como los refrescos, lo cual también contribuye a la obesidad infantil en México. Muchos niños beben refrescos en lugar de agua, lo que puede aumentar su ingesta de calorías y azúcares añadidos.
Aplicar cambios sustanciales ya.
Suena a Perogrullo, pero para combatir la obesidad en México, se necesitan cambios en la dieta y el estilo de vida. Es importante fomentar la actividad física regular y aumentar las oportunidades para la actividad física. También es importante facilitar el acceso a alimentos saludables y reducir la disponibilidad y el consumo de alimentos procesados y bebidas azucaradas.
En suma, es preciso que desde el gobierno se empiece a actuar ya para revertir este gran problema de la obesidad en México. Se requieren cambios sustanciales en la dieta y el estilo de vida de los niños y sus familias. Fomentar la actividad física regular, aumentar el acceso a alimentos saludables y reducir el consumo de alimentos procesados y bebidas azucaradas.
Dicen que nunca es tarde para empezar, pero en este tema nos hemos tardado mucho como país.
Por: Jorge Arturo Castillo, Colaborador invitado de Mundo Farma.
Referencias:
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó en 2016 que el 72.5% de los adultos mexicanos tenía sobrepeso u obesidad. Esto se basó en datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (ENSANUT MC) de 2016, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública de México (INSP). La información fue presentada en la página web de la OMS en el informe «Obesidad y sobrepeso» que se actualiza regularmente. Puede encontrar esta información en la página web de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el siguiente enlace: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight
- En México, el 36.1% de la población adulta es obesa, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2018. Fuente: https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2018/informes.php
- El sobrepeso y la obesidad afectan al 34.4% de los niños y niñas en edad escolar en México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de la Niñez y Adolescencia (ENSANUT-NAN) de 2020. Fuente: https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut_nan_2020/resultados.php
- La obesidad es un factor de riesgo para enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. En México, la diabetes es una de las principales causas de muerte, y el 76.1% de los adultos con diabetes también tienen sobrepeso u obesidad, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (ENSANUT MC) de 2016. Fuente: https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut_mc_2016/informes.php
- En términos económicos, la obesidad tiene un alto costo para México. Se estima que en 2016, el costo de la obesidad y el sobrepeso en términos de atención médica y productividad perdida fue de aproximadamente 4.2% del PIB del país, según el informe «The heavy burden of obesity in Mexico» de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Fuente: https://www.oecd-ilibrary.org/social-issues-migration-health/the-heavy-burden-of-obesity-in-mexico_9789264279047-en
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