Es bien sabido por prácticamente todos los mexicanos, que el acceso fácil y oportuno a los diferentes servicios de salud oficiales y la recepción gratuita o la compra de medicamentos genéricos de calidad y económicos en nuestro país, más allá de las cifras y argumentos oficiales generalmente optimistas, están por debajo de la demanda, lo que ocasiona que las familias vean mermada su economía, ante la inaplazable necesidad de acceder y pagar servicios médicos y de laboratorio privados, o adquirir medicamentos o dispositivos médicos a precio de mercado, para sustentar el tratamiento de sus familiares enfermos, lo que se conoce técnicamente como “Gasto de bolsillo”.
Abandonando el contexto anecdótico y la percepción subjetiva, les informamos que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Centro de Análisis de Datos para la Salud (CAD), presentaron recientemente un importante documento con el título: “Pequeños pasos para transformar el sistema de salud”, en el que se aborda con total objetividad y certeza la compleja situación actual de la prestación de servicios sanitarios estatales en México, el impacto financiero negativo que esto provoca en las familias, y en términos generales en la economía mexicana, así como una serie de recomendaciones para resolver esta problemática.
La posición que ambas instituciones guardan con respecto a este problema, se resume en una fuerte frase: “El derecho a la salud no debe estar condicionado al nivel de ingreso”.
¿Qué propone el IMCO y el CAD, para afrontar el problema de la asistencia sanitaria en México?
Las propuestas que encontrarán a continuación solamente están enunciadas, por lo que le recomendamos que, si le interesa profundizar en ellas, consulte el documento completo, citado en las fuentes.
- Alcanzar en el menor tiempo posible una Cobertura médica universal real, para garantizar que todos los mexicanos tengan acceso oportuno a servicios de salud y de calidad.
“Conseguir una cobertura sanitaria universal es un reto de gran envergadura, pero puede y debe lograrse para crear un mundo más saludable, justo e igualitario. Para ello, es necesario una propuesta sanitaria en todas las políticas que, además, aborde los determinantes decisivos sociales en materia de salud. Para superar las barreras en el acceso a los diagnósticos y atención de calidad, medicamentos esenciales y la protección financiera, necesitaremos compromisos y alianzas firmes entre todos, incluidos: Gobiernos nacionales, agencias bilaterales y multilaterales, sociedad civil e iniciativa privada.” Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
- Crear métricas de calidad para los servicios de salud, que conduzcan a la medición precisa de los resultados obtenidos, la homologación de los procesos de captura de registros y la alineación con parámetros internacionales de los indicadores cualitativos, tanto en el sector público como en el privado.
- Fortalecer a la COFEPRIS a fin de incrementar su transparencia y alcance.
- Implementar acciones que conduzcan a los servicios sanitarios a enfocarse en los pacientes.
- Crear métricas de calidad para los servicios de salud privados.
- Fortalecer el primer nivel de atención.
- Mejorar sustancialmente la capacitación del personal de salud.
Nos parece esencial dejar establecido que un país que no ofrece a sus habitantes la Cobertura Sanitaria Universal difícilmente podrá competir con fuerza y eficacia en mundo cada vez más complejo y demandante.
A continuación, compartimos con ustedes algunas cifras significativas sobre el tema sanitario en nuestro país.
- Nuestra nación ocupa la segunda posición entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con el mayor porcentaje de gasto de bolsillo en salud.
- El gasto de bolsillo en enfermedades crónicas puede orillar a una familia a caer en la pobreza.
- Mientras que el gasto de bolsillo de los mexicanos es uno de los más altos del mundo, el presupuesto de la Secretaría de Salud ha decrecido en términos reales más del 20% durante el presente sexenio, lo que ha conducido a las instituciones de salud estatales a:
- Ofrecer una cobertura de atención sanitaria insuficiente, por lo que más de 16 millones de mexicanos no tienen acceso a ningún tipo de protección financiera en salud.
- Tener un permanente desabasto de medicamentos, lo que propicia, entre otras cosas, que sólo el 61% de las personas con diabetes, hipertensión y dislipidemia (por mencionar solamente tres enfermedades), que acudieron a los servicios estatales de salud (SESA), recibieran todos los medicamentos necesarios para un correcto tratamiento.
- Excesivos tiempos de espera. En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en los SESA, los pacientes tienen que esperar hasta 2.3 y 3 (respectivamente) veces más tiempo que en el sector privado.
- Si una familia promedio se viera obligada a pagar el total del tratamiento de diabetes (por mencionar un ejemplo), tendría que endeudarse y/o vender su patrimonio, para ello. En este punto es importante anotar que la prevalencia de diabetes diagnosticada en 2016 fue equivalente a 6.7 millones de mexicanos, es decir, el 9% de la población, cifra que a pesar de su magnitud, no representa el total de personas afectadas por este padecimiento crónico, el que está subdiagnosticado.
- En el escenario más conservador, los hogares afectados por una enfermedad crónica podrían alcanzar un gasto de bolsillo del 20%. Las pérdidas de ingreso ocasionadas por esta situación, podrían representar el 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
- El ingreso perdido por los hogares afectados por enfermedades crónicas, proyectado al 2030, equivale a 7.3 veces el presupuesto de la UNAM.