La gran mayoría de los países han establecido e implementado diversas medidas para la contención de la COVID-19, entre las que se incluyen el cierre total o parcial de escuelas y de negocios; la prohibición para realizar actos masivos; restricciones para el uso de los diferentes medios de transporte público e incluso privado; la realización de trabajo a distancia, cuando es posible; así como cualquier otra medida sanitaria adicional que las personas consideren necesarias, ya sean promovidas por las autoridades de salud, o basadas en la información veraz disponible.

Vale la pena considerar que todas estas medidas, por sencillas que parezcan, traen consigo implicaciones políticas, sociales y económicas sin precedentes, ya que esta crisis no se debe a temas financieros, como en otras ocasiones.

En la medida en la que el número de contagios aparentemente disminuye,  los gobiernos establecen nuevas reglas para la reactivación de las actividades económicas, garantizando, en la medida de lo posible, la salud de los empleados, lo que también está previsto en el artículo 132 fracciones XIX y XIX Bis de la Ley Federal del Trabajo, y que dice: “Se proporcionarán a sus trabajadores los medicamentos profilácticos que determine la autoridad sanitaria. Estas medidas se crean con el fin de evitar contagios entre colaboradores, de colaboradores a sus superiores, de colaboradores a sus clientes y proveedores, lo cual nos regresaría sin duda a un punto crítico de salud”.

Con el fin de poder regresar a la vida económica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una guía para aquellos que no se dedican de manera directa o indirecta a la salud pública, pero requieren hacer ajustes en las formas tradicionales de trabajo y relaciones personales en los centros laborales para evitar contagios. El documento ofrece información útil a todos los involucrados en el desarrollo de políticas y procedimientos operativos, incluidos los empleadores, trabajadores y sus representantes, sindicatos y asociaciones empresariales, autoridades laborales, de salud pública locales y de seguridad, así como los profesionales de la salud.

Las recomendaciones específicas para la protección de la salud y la seguridad de algunos trabajadores públicos de primera línea también se incluyen en la guía existente de la OMS para el sector de alojamiento y hotelería, centros de detención, escuelas, negocios de alimentos y bebidas, aviación, agua, saneamiento, gestión de residuos, campamentos y construcción.

Como el COVID-19 se transmite principalmente a través de fluidos respiratorios, contacto con superficies contaminadas, proximidad con gente portadora del virus durante los trayectos de ida y vuelta al trabajo, realización de compras, atención domiciliaria, interacción o prestación de servicios personales y repartidores, son considerados como contactos de alto riesgo.

Para determinar el nivel de riesgo en el que podemos encontrarnos, la OMS ha determinado los niveles de contagio, basados en los diferentes tipos de exposición y actividades:

Riesgo de exposición bajo: Trabajos o tareas laborales sin contacto frecuente y cercano con el público en general y otros compañeros de trabajo, visitantes, clientes o contratistas, y que no requieren contacto con personas que se sabe o se sospecha que estén infectadas con el COVID -19. Los trabajadores de esta categoría tienen un contacto laboral mínimo con el público y otros compañeros de trabajo.

Riesgo de exposición medio: Trabajos o tareas laborales con contacto cercano y frecuente con el público en general u otros compañeros de trabajo, visitantes, clientes o contratistas, pero que no requieren contacto con personas que se sabe o se sospecha que están infectadas con el COVID-19. En áreas donde los casos de COVID-19 continúan siendo reportados, este nivel de riesgo puede ser aplicable a los trabajadores que tienen contacto frecuente y cercano con el público en general, visitantes o clientes en entornos de trabajo de alta densidad poblacional (por ejemplo, mercados de alimentos, estaciones de autobuses, transporte público y otras actividades laborales donde la distancia física de al menos 1 metro puede ser difícil de observar), o tareas de trabajo que requieren contacto cercano y frecuente entre compañeros. En áreas sin transmisión comunitaria del COVID-19, este escenario puede incluir el contacto frecuente con personas que regresan de áreas con transmisión comunitaria.

Alto riesgo de exposición: Trabajos o tareas laborales con alto potencial de contacto cercano con personas que se sabe o se sospecha que tienen el COVID-19, así como el contacto con objetos y superficies posiblemente contaminados con el virus, entre los que podemos mencionar: El transporte de personas que se sabe o se sospecha que tienen el COVID-19 en vehículos cerrados sin separación entre el conductor y el pasajero, la prestación de servicios domésticos o atención domiciliaria para personas con el COVID-19, y el contacto con cadáveres de personas que se sabía o sospechaba que padecían el COVID-19 en el momento de su muerte.

Las medidas universales para prevenir la transmisión del COVID-19 aplicables a todas las personas y lugares de trabajo, como empleadores, gerentes, trabajadores, contratistas, clientes y visitantes, incluyen las siguientes:

Higiene de manos.
  • Lavado de manos regular y exhaustivo con agua y jabón o higiene de manos con un desinfectante a base de alcohol antes de comenzar a trabajar, antes de comer, frecuentemente durante el turno de trabajo, particularmente después del contacto con compañeros de trabajo o clientes, después de ir a los sanitarios, después del contacto con secreciones, excreciones y fluidos corporales, después del contacto con objetos potencialmente contaminados (guantes, ropa, máscaras, pañuelos usados y desechos), e inmediatamente después de quitarse los guantes y otros equipos de protección personal, y antes de tocarse ojos, nariz o boca.
  • Las estaciones de higiene de manos, como los dispensadores de lavado de manos y de frotamiento de manos, deben colocarse en lugares prominentes alrededor del lugar de trabajo y ser accesibles para todo el personal, contratistas, clientes y visitantes, junto con materiales de comunicación para promover la higiene de las manos.
Higiene respiratoria
  • Promover la etiqueta de estornudo y tos en el lugar de trabajo.
  • Asegurar que haya máscaras faciales médicas y pañuelos de papel disponibles en el lugar de trabajo para aquellos que desarrollan secreción nasal o tos en esas áreas, junto con contenedores que tengan tapas para la eliminación higiénica.
  • Si un trabajador está enfermo, no debe ir a trabajar. Si un miembro del personal o un trabajador se siente mal durante la jornada laboral, se le debe proporcionar una máscara médica para que pueda llegar a casa de manera segura. Cuando se usan máscaras, ya sea de acuerdo con la política del gobierno o por elección personal, es muy importante garantizar un uso, cuidado, eliminación seguros y adecuados, ya que las máscaras incorrectamente utilizadas pueden conllevar riesgos.
Distanciamiento físico
  • Introducir medidas para mantener una distancia de al menos 1 metro entre las personas y evitar el contacto físico directo con otras personas (es decir, abrazarse, tocarse, darse la mano), control estricto sobre el acceso externo, gestión de colas (con marcas en el piso o con barreras).
  • Reducir la densidad de personas en el edificio (no más de 1 persona por cada 10 metros cuadrados), crear espacios físicos de al menos a 1 metro de distancia para las estaciones de trabajo y espacios comunes, como entradas / salidas, ascensores, despensas / comedores, escaleras , en las que puedan ocurrir congregaciones o generarse colas de empleados o visitantes y clientes.
  • Minimizar la necesidad de reuniones físicas, promoviendo el uso de instalaciones de teleconferencia, por ejemplo.
  • Evitar aglomeraciones a través del escalonamiento de las horas de trabajo, y la congregación de empleados en espacios comunes como entradas o salidas.
  • Implementar o mejorar los turnos, equipos divididos, o  teletrabajo.
  • Aplazar o suspender eventos en el lugar de trabajo que involucren contacto cercano y prolongado entre los participantes, incluidas reuniones sociales.
  • Reducir y administrar los viajes relacionados con el trabajo.
  • Cancelar o posponer los viajes no esenciales a zonas geográficas con transmisión comunitaria de COVID-19, proporcionando desinfectante de manos a los trabajadores que deban viajar, aconsejando a los trabajadores que cumplan con las instrucciones de las autoridades locales del lugar al que viajan, proporcionándoles información sobre a quién contactar si se sienten enfermos mientras viajan.
  • Los trabajadores que regresan de un área donde está ocurriendo la transmisión del COVID-19 deben monitorearse a sí mismos para detectar síntomas durante 14 días y tomar su temperatura dos veces al día; Si no se sienten bien, deben quedarse en casa, aislarse y contactar a un profesional médico.
Limpieza y desinfección ambiental regular.
  • Efectuar tareas de limpieza, usando jabón o detergente neutro, agua y acción mecánica (cepillado, fregado) eliminar la suciedad, los desechos y otros materiales de las superficies. Una vez que se completa el proceso de limpieza, realizar labores de desinfección para inactivar a los patógenos y otros microorganismos presentes en las superficies.
  • La selección de desinfectantes debe alinearse con los requisitos de las autoridades locales, incluidas las regulaciones aplicables a sectores específicos.
  • Las superficies de alto contacto deben ser sometidas a desinfección repetida y prioritaria (áreas de uso común, manijas de puertas y ventanas, interruptores de luz, áreas de cocina y preparación de alimentos, superficies de baño, inodoros y grifos, dispositivos personales con pantalla táctil, teclados de computadora personal y superficies de trabajo).
  • Las soluciones desinfectantes siempre deben prepararse y usarse de acuerdo con las instrucciones del fabricante, incluidas las instrucciones para proteger la seguridad y la salud de los trabajadores por la desinfección, promoviendo el uso de equipos de protección personal y evitando la mezcla de diferentes desinfectantes químicos.
  • En el interior de los lugares de trabajo, la aplicación rutinaria de desinfectantes en superficies ambientales, mediante pulverización o nebulización generalmente no se recomienda, porque su ineficacia para eliminar contaminantes fuera de las zonas de pulverización directa, además del riesgo de causar irritación en los ojos, las vías respiratorias, la piel y otros efectos tóxicos.
  • Para los lugares de trabajo al aire libre, no hay pruebas actuales suficientes que respalden la fumigación parcial o la fumigación a gran escala.
  • La pulverización de personas con desinfectantes (a través de un túnel, gabinete o cámara) no se recomienda bajo ninguna circunstancia.
Comunicación, capacitación y educación sobre riesgos
  • Proporcionar carteles, videos y tableros de mensajes electrónicos para aumentar la conciencia sobre la COVID-19 entre los trabajadores, y promover prácticas individuales seguras en el lugar de trabajo, involucrando a los trabajadores sobre las medidas preventivas y su efectividad.
  • Proporcionar información periódica sobre el riesgo de contraer el COVID-19 utilizando información de fuentes oficiales, como las agencias gubernamentales y la OMS, enfatizándo la efectividad de adoptar medidas de protección, contrarrestar los rumores y la información errónea.
  • Prestar especial atención a los grupos de personas vulnerables y grupos marginados de trabajadores, como los de la economía informal, los trabajadores migrantes, domésticos, subcontratados, autónomos, y los que trabajan en plataformas digitales.
Manejo de personas con COVID-19 o sus contactos.
  • Instar a los trabajadores que no se encuentran bien o que desarrollen síntomas consistentes con el COVID-19 a quedarse en casa, aislarse y contactar a un profesional médico o la línea de información local del COVID-19 para recibir asesoramiento sobre prueba y derivación.
  • Cuando la transmisión de la comunidad local es alta y el trabajo continúa, el empleador debe permitir una consulta de telemedicina (en caso de contar con esa opción disponible), o considerar omitir el requisito de una nota médica para los trabajadores que están enfermos, permitiendo que se queden en su casa.
  • Instar a todos los trabajadores a autocontrolar su salud, posiblemente con cuestionarios, y tomarse la temperatura corporal de manera regular.
  • La evaluación térmica en el lugar de trabajo debe considerarse solo en el contexto de una combinación de medidas para la prevención y el control del COVID-19, junto con la comunicación de riesgos.
  • Los procedimientos operativos estándar deben estar preparados para manejar a una persona que se enferma en el lugar de trabajo y se sospecha que tiene el COVID-19, lo que incluye colocar a la persona en una sala de aislamiento, limitar el número de personas en contacto, usar equipo de protección personal y realizar seguimiento de limpieza y desinfección.
  • Es importante ponerse en contacto con las autoridades sanitarias locales y mantener registros de asistencia y reuniones para facilitar o realizar el seguimiento de contactos.
  • Las personas que estuvieron en contacto cercano en el lugar de trabajo con personas con el COVID-19 confirmada por laboratorio, deben permanecer en cuarentena durante 14 días a partir de la última vez que ocurrió, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS.
Medidas específicas para lugares de trabajo y trabajos de riesgo medio. Además de las medidas anteriores, para los lugares de trabajo y trabajos evaluados como de riesgo medio, se deben implementar las siguientes medidas:
  • Limpieza y desinfección intensiva de objetos y superficies que se tocan con regularidad, incluyendo todas las habitaciones compartidas, superficies, pisos, baños y vestuarios.
  • Cuando el distanciamiento físico de al menos 1 metro no se puede implementar en su totalidad en relación con una actividad particular, los lugares de trabajo deben considerar si esa actividad debe continuar y, de ser así, tomar todas las medidas de mitigación posibles para reducir el riesgo de transmisión entre los trabajadores, clientes, contratistas y visitantes; tales como horarios de actividad escalonados, limitar los contactos cara a cara y piel a piel, ubicar a los trabajadores para trabajar lado a lado o alejados el uno del otro en lugar de cara a cara, asignar personal a los mismos equipos de turno para limitar la interacción social, instalando barreras de plexiglás en todos los puntos de interacción regular, limpiándolas regularmente.
  • Higiene mejorada de manos: Lavarse las manos regularmente con agua y jabón o usar un desinfectante para manos a base de alcohol, incluso antes de entrar y después de dejar maquinaria cerrada, vehículos, espacios confinados, antes de ponerse y quitarse el equipo de protección personal.
  • Proporcionar equipo de protección personal y capacitación sobre su uso adecuado, como: Máscaras, batas y guantes desechables, o guantes resistentes que se puedan desinfectar. Proporcionar protección para la cara o los ojos (máscara médica, protectores faciales o gafas) durante los procedimientos de limpieza que generan salpicaduras.
  • Mayor tasa de ventilación, a través de aireación natural o ventilación artificial, preferiblemente sin recirculación de aire.
Medidas específicas para lugares de trabajo y trabajos de alto riesgo Además de las medidas anteriores, para actividades y trabajos de alto riesgo, se deben implementar las siguientes medidas:
  • Evaluar la posibilidad de suspender la actividad.
  • Promover la adopción de medidas de higiene antes y después del contacto con cualquier caso conocido o sospechoso de tener el COVID-19, y antes y después de usar equipos de protección personal.
  • Promover y exigir el uso de mascarilla médica, bata desechable, guantes y protección ocular para los trabajadores que deben laborar en los hogares de personas bajo sospecha, o que se sabe que tienen el COVID-19. Usar el equipo de protección cuando se esté en contacto con una persona enferma, o secreciones respiratorias, fluidos corporales y desechos potencialmente contaminados.
  • Capacitar a los trabajadores en prácticas de prevención, control de infecciones y uso de equipo de protección personal.
  • Evitar asignar tareas de alto riesgo a los trabajadores que tienen afecciones médicas preexistentes, embarazadas o mayores de 60 años.

Los lugares de trabajo deben desarrollar planes de acción para la prevención y mitigación del COVID-19 como parte del plan de continuidad del negocio, y de acuerdo con los resultados de la evaluación de riesgos y la situación epidemiológica. Estos planes deben incluir medidas para proteger la salud y la seguridad sanitaria en las etapas de reapertura, cierre, modificación o arreglos en los lugares de trabajo.

Los negocios que planean reabrir sus centros de trabajo, deben planificar cuidadosamente y evaluar por adelantado todos los riesgos potenciales para la salud y la seguridad de sus empleados, actualizando las medidas de control y prevención en función de los cambios en las tendencias epidemiológicas locales y nuevos casos de COVID-19 en el lugar de trabajo, o la falta de cumplimiento por parte de trabajadores, visitantes y clientes.

Por: Antonio Salgado Leiner, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

Who.Int.
Considerations for public health and social measures in the workplace in the context of COVID-19.

Foro Jurídico.
El impacto del Coronavirus en la Relaciones Laborales.

Factor Trabajo.
Políticas para mitigar el impacto de la COVID-19 en el mundo del trabajo.

Ilo.Org.
La COVID-19 y el mundo del trabajo.

Factor Capital Humano.
Trabajo y coronavirus: ¿Qué medidas pueden tomar los centros de trabajo?.

Who.Int.
Tracking Public Health and Social Measures.