Dando seguimiento al cada vez más alarmante brote de ébola desatado hace un año (primero de agosto de 2018) en la provincia de Kivu Norte, República Democrática del Congo (RDC), el que hasta el momento contabiliza un total de 2,512 casos: 2,418 confirmados, 94 en estatus de “probables” y 1,800 muertes, y al que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a finales de julio “Emergencia de Salud Pública Internacional”, les informamos que el nivel de alerta se incrementó, al confirmarse el contagio de tres personas en la ciudad de Goma (una urbe con aproximadamente un millón de habitantes), lo que pone de manifiesto que a pesar de los denodados esfuerzos que están realizando los organismos sanitarios locales e internacionales, la situación sigue fuera de control.

“Las señales son claras: la gente sigue muriendo en las comunidades, los trabajadores sanitarios continúan contagiándose y la transmisión no se detiene. La epidemia no está bajo control y necesitamos un cambio de marcha, de velocidad: pero este cambio no debe realizarse a costa de las restricciones de movimiento ni del uso de medidas coercitivas sobre la población afectada”. Joanne Liu, presidenta internacional de Médicos sin Fronteras.

Buscando controlar la situación, los expertos de la OMS probarán una segunda vacuna desarrollada por el laboratorio farmacéutico Johnson & Johnson (la primera es producida por Merck), empresa que afirma disponer de un millón de dosis del nuevo fármaco, probado con éxito en 6,000 voluntarios. A través de esta acción se buscará crear un cerco de contención más estrecho que además de sofocar paulatinamente la epidemia, impida que la enfermedad salte fronteras, para evitar que llegue a las Repúblicas de Uganda, Ruanda, Sudán del Sur y diversos campos de refugiados y desplazados, transformándose en una pandemia global de costes incalculables.

En un comunicado emitido por el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS; Mark Lowcock, Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas; Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF, y David Beasley, Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, los firmantes declararon: “El ébola se transmite de madre a hijo, de marido a mujer, de paciente a cuidador, de los restos mortales de una víctima a un pariente en duelo. La enfermedad interrumpe las actividades más comunes de la vida diaria, perjudica a las empresas locales, impide que los niños vayan a la escuela y afecta tanto a los servicios de salud esenciales como a los servicios normales. Se trata principalmente de una crisis de  salud, pero también tiene consecuencias muy graves sobre la forma en que las personas cuidan de sus familias, consideran a sus vecinos e interactúan dentro de la comunidad”.

Esperemos que estas nuevas medidas logren sofocar esta epidemia, invalidando la opinión del virólogo congoleño Jean Jacques Muyembe, codescubridor en 1976 del ébola, el que considera que esta situación podría prolongarse entre dos y tres años más.

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud.
Lloramos la pérdida de los que hemos perdido y pedimos solidaridad para poner fin a este brote (sic).

El País.
La OMS declara emergencia de salud pública internacional el brote de ébola del Congo. Madrid 17 JUL 2019 – 14:57 CDT.

El País.
Congo planea una vacunación masiva contra el ébola.