Los últimos desastres naturales ocurridos en nuestro país acentuaron la urgente necesidad de contar con más donadores altruistas

El pasado 22 de junio publicamos en códigoF, con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre 2017, un artículo en el que se expresa la urgente necesidad de que los ciudadanos nos transformemos en donantes voluntarios activos de este vital fluido.

Lejos estábamos de saber que estábamos a tres meses de que la demanda de sangre se disparara en nuestro país.

En el artículo mencionado, les informamos que de acuerdo con datos obtenidos de la Cruz Roja Mexicana, solamente el 5% de la sangre que llega a los bancos de plasma de nuestro país se obtiene de donadores voluntarios, y según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) únicamente el 3%, por lo que el enorme déficit restante se tiene que cubrir a través de un mecanismo denominado “donación por reposición”, el que consiste en la donación de plasma por solicitud de un familiar, amigo o conocido, próximo a ser transfundido o sometido a una intervención quirúrgica. En este esquema de donación, el paciente o sus familiares tienen que proporcionar sus propios donadores de sangre.

Los habitantes de los países de ingresos altos donan sangre con más frecuencia que los de los países de ingresos bajos y medios. La tasa de donaciones de sangre tiene un valor promedio de 32.1 por 1000 al año en los países de ingresos altos, frente a 7.8 por 1000 en los de ingresos medios y 4.6 en los de ingresos bajos.

En el artículo, también hablamos de la difícil situación que viven los sistemas de salud para abastecer en cantidad, oportunidad y calidad los requerimientos de sangre, sobre todo cuando se presentan conflictos armados o desastres naturales, como los que sufrimos recientemente en México, y que de un momento a otro disparan la demanda impostergable de ese vital fluido.

Como los demás tejidos de nuestro organismo, la sangre cumple diversas funciones necesarias para la vida; como defendernos contra las infecciones, permitir los intercambios gaseosos y distribuir nutrientes. Todas las células que componen la sangre (glóbulos rojos y blancos, plaquetas y plasma sanguíneo) son producidos en la médula ósea, la que se localiza en el tejido esponjoso de los huesos planos: cráneo, vértebras, esternón, crestas ilíacas y en los canales medulares de los huesos largos, como el fémur y el húmero. La sangre es un tejido renovable del cuerpo humano, por lo que la médula ósea fabrica durante toda la vida células sanguíneas, ya que éstas tienen un tiempo limitado de vida. Esta maravillosa “factoría”, reacciona ante determinadas situaciones de emergencia, incrementando su producción en función de las necesidades. Por ejemplo, ante una hemorragia incrementará hasta siete veces la producción de glóbulos rojos y ante una infección aumentará la producción de glóbulos blancos.

Es por ello por lo que insistimos en la necesidad regalar periódicamente algunos mililitros de vida, convirtiéndonos en héroes anónimos al donar sangre de manera regular, lo que lejos de afectar de ninguna manera nuestra salud, enriquecerá nuestro altruismo, ética, solidaridad y empatía, con aquellos que requieren este bien insustituible, posición en la nosotros mismos podríamos encontrarnos algún día.

Una sola unidad de sangre ayudará a múltiples pacientes

La separación de los diferentes componentes de la sangre permite que una sola unidad de sangre beneficie a varios pacientes, proporcionando a cada uno de ellos únicamente el componente que necesita. En los países de ingresos altos se fracciona aproximadamente un 97% de la totalidad de la sangre recogida, frente a un 75,5% en los países de ingresos medios y a un 50% en los de ingresos bajos.

Vale la pena destacar la importancia de que la donación sea periódica, ya que sin restar importancia ni valor al hecho que tiene donar sangre una o dos veces en la vida, hacerlo de manera regular permitirá modificar progresivamente el negativo balance entre los donadores altruistas y los donadores por necesidad, permitiendo satisfacer oportunamente la demanda, sobre todo si es urgente, lo que sin duda ayuda a salvar muchas más vidas.

¿Cuáles son los requisitos para poder donar sangre?

  • Ser mayor de edad.
  • Tener un peso mínimo de 50 Kg.
  • Poseer un buen estado general de salud.
  • Presentar identificación oficial con fotografía.
  • No tener tos, gripe, dolor de cabeza o de estómago.
  • No padecer, o haber padecido, epilepsia, hepatitis, sífilis, paludismo, cáncer, sida o enfermedades severas del corazón.
  • No haber consumido alcohol en las últimas 48 horas.
  • No haber sido sometido a ningún tipo de cirugía en los seis meses previos.
  • No haberse tatuado, perforado o recibir acupuntura en el último año.
  • No haber sido vacunado contra hepatitis o rabia en los últimos doce meses.
  • Presentarse con un ayuno mínimo de 4 horas.

Si está interesado en donar sangre o tiene alguna duda sobre este tema puede comunicarse al Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea (CNTS) en la Ciudad de México, teléfonos: 63 92 22 50 al 99, extensiones 51675, 51676, 51646 y 51656, o al CETS (Centro Estatal de la Transfusión Sanguínea) de su estado (ver en el menú principal el link de Trámites y Servicios y el enlace “Directorio CETS”).

Donar directamente en la Cruz Roja

CDMX.  | Benito Pérez Galdós 139, Col. Polanco, C.P. 11510.

Teléfono:  01 55 5557 8926

Horarios de atención: De lunes a viernes de las 8:00 a las 18:00 hrs.


Cuernavaca, MOR. | Río Pánuco S/N, Col. Los Volcanes, C.P. 62350.

Teléfono: 01 777 316 2112

Horarios de atención: Verificar antes de acudir.

Fuentes:

Instituto Mexicano del Seguro Social.
Donación altruista de sangre.

Organización Mundial de la Salud.
Día Mundial del donante se sangre.

Cruz Roja Mexicana.
Reconoce a donadores de sangre voluntaria en la víspera del día mundial del donador de sangre.

Wikipedia.
Sangre.