El diagnóstico y la atención temprana de un padecimiento, cuanto más oportuna mejor, ya que con ello se incrementan sustancialmente las posibilidades del control, ralentización y en el mejor de los casos la cura de la enfermedad encontrada.
Con respecto al diagnóstico del cáncer, el que en sus diferentes variantes sigue siendo una de las causas más frecuentes de enfermedad y muerte en el mundo, tenemos excelentes noticias, ya que un equipo multinacional de investigadores, pertenecientes al Sidney Kimmel Comprehensive Cancer Center del hospital John Hopkins, en Baltimore, EE.UU., desarrollaron una prueba de análisis hematológico, capaz de determinar la presencia y ubicación de ocho tipos de cáncer, entre los que se encuentran: hígado, páncreas, estómago, esófago, ovario, mama, colorrectal y pulmón.
La prueba sanguínea, bautizada como CancerSEEK, es altamente confiable, ya que además de detectar la presencia de los cánceres mencionados, antes de que presenten síntomas y se haya producido metástasis, no arroja prácticamente falsos positivos, lo que evitaría que los pacientes fueran sometidos a procedimientos invasivos innecesarios.
“El uso de una combinación de biomarcadores seleccionados para la detección temprana tiene el potencial de cambiar la forma en que detectamos el cáncer, y se basa en la misma lógica para usar combinaciones de medicamentos para tratar el cáncer» Nickolas Papadopoulos. Autor principal del artículo y profesos de Oncología y Patología.
Otra de las ventajas del CancerSEEK es su costo, el que se ubica alrededor de los 500 dólares, cifra por debajo de la que tiene la prueba de detección para un solo tipo de cáncer, como podría ser una colonoscopia.
Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Science y en la página del hospital John Hopkins, con el título (en este último medio) “Single Blood Test Screens for Eight Cancer Types”
Para el desarrollo de la prueba diagnóstica, los investigadores exploraron varios cientos de genes y 40 marcadores de proteínas, reduciendo el número a segmentos de 16 genes y ocho proteínas.
La prueba se aplicó a 1005 pacientes con cánceres no metastásicos, en estadios I a III del ovario, el hígado, el estómago, el páncreas, el esófago, el colon, el pulmón o la mama. El promedio de detección del cáncer fue del 70 por ciento, variando de un máximo del 98 por ciento para el cáncer de ovario al 33 por ciento para el cáncer de mama. Para los cinco cánceres que no tienen pruebas de detección (cáncer de ovario, hígado, estómago, páncreas y cáncer de esófago), la sensibilidad varió del 69 por ciento al 98 por ciento.
“Lo innovador de nuestro método de clasificación es que combina la probabilidad de observar varias mutaciones de ADN junto con los niveles de varias proteínas para obtener un diagnóstico final. Otro aspecto de nuestro enfoque es que utiliza el aprendizaje automático para permitir que la prueba determine con precisión, en el 83 por ciento de los pacientes aproximadamente, la ubicación de un tumor en un pequeño número de sitios anatómicos». Dr. Cristian Tomasetti. Profesor asociado en oncología y bioestadística y desarrollador del algoritmo.
Los investigadores consideran que el cancerSEEK ayudará a cambiar el foco en la investigación del cáncer, pasando de sus etapas avanzadas a las primeras fases, lo que potencialmente logrará disminuir el número de muertes por esta enfermedad.
Como último dato relevante, les comentamos que la prueba es tan sencilla, que puede ser practicada en cualquier visita al médico, en la que se haga una toma de sangre.
Esperamos que pronto tengamos implementado en los servicios de salud, tanto estatales como privados, esta prueba, la que además de salvar vidas, disminuirá en el mediano plazo los costos financieros de atención de este padecimiento.