Una de las áreas con avances más significativos es la de los dispositivos médicos para la monitorización oportuna de las diversas condiciones y señales corporales, lo que permite a los médicos prevenir y evitar daños físicos mayores, potencialmente mortales.
Entre estos adminículos, destacan los denominados wereables, dispositivos englobados en una categoría de aparatos electrónicos que se incorporan de manera temporal o fija a alguna parte de nuestro cuerpo y que gracias a su tecnología son capaces de monitorear diferentes condiciones y “reportarlas” a un receptor remoto, para su interpretación.
No todos los wereables están relacionados con el ámbito de la salud, pero todos comparten las mismas características, las que les permiten detectar, guardar o comunicar los datos obtenidos.
El wereable que hoy constituye el tema central de esta nota es un dispositivo portátil ultra delgado (240 μm) y sumamente flexible (soporta estiramientos de hasta un 60%) y adherible, con el que se realiza la monitorización no invasiva, continua y precisa de eventos cardiovasculares en múltiples localizaciones corporales.
Este pequeño pero poderoso artefacto monitorea de manera constante la forma de onda de la presión arterial central de vasos profundos, como la arteria carótida y la vena yugular, permitiendo a los médicos especialistas predecir y anticiparse a un evento cardiovascular potencialmente mortal, lo que le confiere un altísimo valor clínico.
Los detalles de este dispositivo de monitorización cardiovascular fueron publicados el pasado 11 de septiembre en la revista Nature Biomedical Engineering con el título “Monitoring of the central blood pressure waveform via a conformal ultrasonic device”, cuyo autor principal es el investigador Sheng Xu, quien tiene unas credenciales impresionantes, entre las que destacan: Miembro del Departamento de Nanoingeniería de la Universidad de San Diego California, colaborador del Programa de Ciencia en Materiales e Ingeniería de la Universidad de San Diego California, La Joya e integrante del Departamento de Bioingeniería de la Universidad de San Diego California, la Joya, todas ellas ubicadas en los EE.UU.
“Las tecnologías no invasivas actuales, las que incluyen fotopletismografía y tonometría, solo permiten el acceso a la vasculatura periférica superficial. Aunque las tecnologías de ultrasonido permiten la observación no invasiva de tejidos profundos, el acoplamiento inestable con la superficie del tejido, ocasionado por el volumen y la rigidez de las sondas de ultrasonido convencionales hace que su uso sea limitado”.