Es por todos bien sabido que los sistemas de aire acondicionado de los edificios de oficinas, hospitales, cines, teatros, restaurantes, aviones e incluso automóviles y autobuses, entre otros, pueden ser un foco de contagio cuando los ductos y los filtros se contaminan con algún patógeno, o permiten su paso, colaborando inadvertidamente a incrementar su propagación exponencial, lo que se denomina transmisión aérea.

“La transmisión aérea se define como la propagación de un agente infeccioso causado por la diseminación de núcleos de gotitas (aerosoles) que permanecen infecciosos cuando se suspenden en el aire a largas distancias y en el tiempo”.

Ante el regreso progresivo a las actividades productivas, educativas, sociales y de diversas índoles más, así como el uso de los sistemas de transporte, las posibilidades de que se generen nuevas oleadas de contagios por el SARS-CoV-2 se incrementa, por lo que la necesidad de contar con sistemas de filtración de aire capaces de detener o eliminar exitosamente al coronavirus se vuelve una necesidad prioritaria.

“La transmisión por vía aérea del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) a través de sistemas de aire acondicionado plantea una amenaza significativa para la escalada continua de la pandemia actual de la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Teniendo en cuenta que el SARS-CoV-2 no puede tolerar temperaturas superiores a 70° C, diseñamos y fabricamos filtros eficientes basados en espuma de níquel (Ni) calentada a 200° capaz de atrapar y matar el SARS-CoV-2”.

Al respecto, un equipo de investigadores pertenecientes a la Universidad de Houston, en los EE. UU., desarrolló un filtro de aire que atrapa y mata de forma instantánea hasta el 99.8% del SARS-CoV-2, el 99.9% de las esporas de Bacillus anthracis (Ántrax) y otros agentes altamente infecciosos, gracias a una estructura fabricada con espuma de níquel  (Ni) porosa, la que calentada eléctricamente hasta 200 grados centígrados, permite un flujo del aire libre de patógenos en ambientes cerrados.

“Los filtros de aire acondicionado tradicionales basados en fibra de vidrio o malla de aluminio (Al) son difíciles de calentar o tienen poros demasiados grandes (aproximadamente 1 cm de tamaño), por lo que no pueden atrapar ni matar eficazmente el virus contenido en aerosoles (generalmente de un tamaño menor a 5 μm), u otros agentes altamente infecciosos en el aire”.

Las conclusiones sobre el desarrollo y pruebas del sistema de aire esterilizado se publicaron recientemente en la revista Science Direct/Materials Today Physics, con el título “Catching and killing of airborne SARS-CoV-2 to control spread of COVID-19 by a heated air disinfection system”.

Al respecto, los investigadores comentaron: “La implementación de estas nuevas unidades de filtrado y purificación aérea tendrá un impacto dramático tanto en los trabajadores esenciales como en el público en general en la actual pandemia de COVID-19, además de reducir el riesgo de exposición a otros agentes altamente infecciosos en el aire, tanto conocidos como desconocidos.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

Science Direct / Materials Today Physics (28 de Julio del 2020).
Catching and killing of airborne SARS-CoV-2 to control spread of COVID-19 by a heated air disinfection system.

códigoF. (28 de Julio del 2020).
La OMS acepta que el SARS-CoV-2 puede transmitirse por vía aérea.