Los niños con sobrepeso tienen mayores riesgos de tener sobrepeso o ser obesos en la edad adulta.

El 4 de marzo celebramos el Día Mundial contra la Obesidad, un problema de salud que de tiempo atrás presenta las mayores tasas de crecimiento en prácticamente todas las naciones del mundo, y que con el adecuado enfoque además del emprendimiento de políticas sociales decisivas, podría ser solucionado y evitado.

“La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Una forma simple de medir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC). Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de la talla en metros. En el caso de los adultos, una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso”. Organización Panamericana de la Salud.

En este contexto, es necesario acotar que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para el agravamiento de diversas infecciones como la COVID-19, y el desarrollo de numerosas enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, las afecciones cardiovasculares, la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares, así como varios tipos de cáncer, entre los que destacan los de tiroides, hígado, riñones y ovarios, padecimientos que en los EE.UU. representan alrededor del 40% de los diagnósticos anuales de esta enfermedad.

Con respecto al impacto del sobrepeso y la obesidad en nuestro país, José Ángel Gurría, Secretario-General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), comentó en enero del 2020: “México es el país de la OCDE en donde el sobrepeso, la obesidad y sus enfermedades derivadas tendrán el impacto más grande en el PIB entre 2020 y 2050”, lo que sumado al complejo escenario generado por la pandemia de COVID-19, agudiza aún más la situación.

“El caso de México es de los más preocupantes. Cerca del 73% de la población mexicana padece de sobrepeso (en comparación con una quinta parte de la población en 1996). México tiene una de las tasas más altas de obesidad de la OCDE. Además, 34% de las personas obesas sufren obesidad mórbida, el mayor grado de obesidad. De acuerdo con nuestras proyecciones, las enfermedades relacionadas con el sobrepeso reducirán la esperanza de vida en México en más de 4 años durante los próximos 30 años. Se trata de la mayor reducción proyectada entre los países de la OCDE. Pero lo más trágico es el crecimiento de la obesidad infantil, la cual se ha duplicado de 7.5 % en 1996, a 15 % en 2016”. Obesity Update. OCDE.

Algunos datos duros sobre el sobrepeso y la obesidad.

La obesidad es una enfermedad.
Aunque alguna vez fueron considerados como problemas de los países con altos ingresos, la obesidad y el sobrepeso están en aumento en los países con ingresos bajos y medios, particularmente en las áreas urbanas.
El sobrepeso y la obesidad han disminuido la esperanza de vida, versus la anterior generación.
La obesidad y el sobrepeso han alcanzado proporciones epidémicas. Las tasas de obesidad casi se han triplicado desde 1975 y han aumentado casi cinco veces en niños y adolescentes, afectando a personas de todas las edades de todos los grupos sociales en la Región de las Américas y del mundo.
La Región de las Américas tiene la prevalencia más alta de todas las regiones de la Organización Mundial de la Salud, con 62.5% de los adultos con sobrepeso u obesidad (64.1% de los hombres y 60.9% de las mujeres).
La capacidad económica de las personas no es un factor de sobrepeso u obesidad. Los expertos realmente le atribuyen este aumento de la enfermedad a los hábitos alimenticios y el creciente bombardeo publicitario de los productos de comida rápida, así como la vida sedentaria de las grandes urbes.
Si se examina únicamente la obesidad, se estima que afecta a un 28% de la población adulta (un 26% de los hombres y un 31% de las mujeres).
En el grupo de 5 a 19 años de edad, el 33.6% de los niños, niñas y adolescentes están afectados por sobrepeso u obesidad, y el 7.3% de los niños y niñas menores de cinco años, de acuerdo con las últimas estimaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés), la OMS y el Banco Mundial.

Sobre este grave problema, la OMS comenta que a pesar de que la obesidad es frecuentemente una mezcla compleja de factores dietéticos, estilo de vida, genéticos, psicológicos, socioculturales, económicos y ambientales, muchos médicos, legisladores e incluso otras personas, avergüenzan, se mofan y culpan a quienes sufren este problema, sin comprender a cabalidad las causas fundamentales de la obesidad. La OMS asegura: “Es hora de que rompamos el ciclo de la vergüenza y la culpa y reevaluemos nuestro enfoque para abordar este complejo problema de salud pública mundial”.

“En los últimos cuatro decenios, las tasas de obesidad en la población infantil y adolescente se han disparado en todo el mundo, y continúan haciéndolo en los países de ingresos medianos y bajos. Por lo que respecta a los países de ingresos altos, estas tasas se han estancado en años recientes, pero se continúan manteniendo a niveles inaceptables”. Majid Ezzati, catedrático de la Facultad de Salud Pública del Imperial College de Londres.

Los cuatro objetivos primarios del Día Mundial Contra la Obesidad.

Incrementar la conciencia sobre el problema: La obesidad es una enfermedad. Estamos creando conciencia y mejorando la comprensión de sus causas fundamentales y las acciones necesarias para abordarlas.

Fomentar la defensa: Al cambiar la forma en que se aborda la obesidad en la sociedad, alentamos a las personas a convertirse en defensores, ponerse de pie y pedir un cambio.

Mejorar las políticas: Al crear un entorno saludable que priorice la obesidad como un problema de salud, estamos trabajando para cambiar la política para construir los sistemas de apoyo adecuados para el futuro.

Compartir experiencias: Juntos, más fuertes, estamos creando plataformas para compartir experiencias, inspirando y uniendo a una comunidad global para trabajar hacia nuestro objetivo común.

¿Algunas acciones para prevenir la obesidad?

Aboguemos por restringir la comercialización de alimentos y bebidas con alto contenido de grasas, azúcar y sal.
Exijamos a nuestras autoridades la imposición de impuestos que frenen el consumo de las bebidas azucaradas, a la par de impulsar y brindar un mejor acceso a alimentos saludables.
Impulsemos la creación, particularmente en las urbes, de espacios para caminar, andar en bicicleta y divertirse de manera segura.
Eduquemos a nuestros hijos en la adopción de hábitos saludables.
Elijamos alimentos variados, de todos los grupos (lácteos descremados, carnes con bajo contenido graso, huevos, vegetales y frutas, cereales, legumbres, aceites vegetales, agua).
Restrinjamos o evitemos el consumo de grasas presentes en alimentos como lácteos enteros, carnes con grasa, fiambres y embutidos, quesos duros, aderezos, snacks, etc.).
Evitemos el consumo de alimentos con alto contenido de azúcares refinados (dulces, azúcar de mesa, gaseosas, golosinas, entre otros productos).
Evitemos el consumo de bebidas alcohólicas.
Consumamos suficiente agua segura y potable.
Evitemos ayunos prolongados, ya que lo recomendable es hacer al menos las 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena), moderando las cantidades consumidas en cada una de ellas.
Mantengamos un estilo de vida activo, realicemos actividad física regular adecuada a nuestra edad, condiciones de salud y recomendación médica.