Cada 19 de agosto se celebra a nivel global el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, actividad que si bien es cierto que siempre ha tenido una relevante trascendencia, hay que revalorarla este año, en el que la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 incrementa sustancialmente los riesgos que corren las personas abocadas a esta noble e irremplazable actividad.
En referencia a esta fecha, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acota: “el mundo rinde tributo a los trabajadores humanitarios que han sido asesinados o resultaron heridos en desempeño de su labor, y honramos a todos los trabajadores humanitarios y los profesionales de la salud que continúan, a pesar de las dificultades, prestando asistencia y protección a millones de personas. Este año, la celebración se produce cuando el mundo se encuentra aún luchando contra la pandemia COVID-19. Los trabajadores humanitarios están superando obstáculos de acceso sin precedentes para ayudar a las personas en crisis humanitarias en 54 países, así como en otros nueve países que han sido catapultados a la necesidad humanitaria por la pandemia COVID-19”.
Para incrementar la fuerza e impacto de la conmemoración de este año, la campaña incluye las historias personales e inspiradoras de los trabajadores humanitarios que trabajan para combatir y prevenir más contagios de COVID-19, invitándolos a participar en redes sociales con las etiquetas: #RealLifeHeroes (#HeroesEnLaVidaReal).
“El mundo es tan fuerte como el sistema sanitario más débil. Este Plan Mundial de Respuesta Humanitaria al COVID-19 pretende ayudarnos a luchar contra el virus en los países más pobres del mundo y a responder a las necesidades de las personas más vulnerables”. António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Compartimos con ustedes las tres prioridades estratégicas del Plan Mundial de Respuesta Humanitaria, una iniciativa conjunta de los miembros del Comité Permanente entre Organismos (IASC), las Naciones Unidas, otras organizaciones internacionales y ONG abocadas a la ayuda humanitaria.
- Contener la propagación de la pandemia del COVID-19 y reducir su morbilidad y mortalidad.
- Reducir el deterioro del capital humano y los derechos humanos, la cohesión social y los medios de vida.
- Proteger, ayudar y defender a los refugiados, los desplazados internos, los migrantes y las comunidades receptoras particularmente vulnerables a la pandemia.
Nuestro más profundo agradecimiento a estos héroes anónimos.