El 7 de abril celebramos simultáneamente el Día Mundial de la Salud y el 75º aniversario de la OMS.
Considerada como el bien más importante e irremplazable al que todos los seres humanos podemos aspirar y atesorar, la salud, en su sentido más amplio, derecho plasmado en el 4º artículo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que conceptualmente incorpora la atención sanitaria de calidad desde la gestación hasta la muerte, así como el acceso libre, oportuno, respetuoso y sin limitaciones a servicios médicos preventivos, diagnóstico, tratamientos, medicamentos de calidad y seguridad probada, así como la oportunidad de recibir los cuidados paliativos humanitarios necesarios durante la última etapa de la vida, sigue siendo, una meta pendiente de ser alcanzada, no solamente en nuestro país.
“El derecho a la salud es un derecho humano básico. Todas las personas deben tener acceso a los servicios de salud que necesiten cuando y donde los necesiten sin pasar por ello apuros económicos”. OMS.
Sin embargo, y a pesar de que la Salud para Todos es todavía una asignatura pendiente que es necesario impulsar decididamente, reconocemos los enormes avances que en ese y otros ámbitos del quehacer humano ha logrado la humanidad, sin ignorar por ello, que como ocurre con muchos avances científicos, médicos, sociales, económicos, políticos y tecnológicos, éstos no ocurren ni se disfrutan en todos las naciones y por todos las personas de manera pareja, ya que muchos casos, particularmente en las naciones de renta bajos y media, los avances llegan muchas veces tarde, definitivamente no llegan, o son insuficientes para el cúmulo de necesidades a satisfacer.
“Toda Persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución. La Ley definirá un sistema de salud para el bienestar, con el fin de garantizar la extensión progresiva, cuantitativa y cualitativa de los servicios de salud para la atención integral y gratuita de las personas que no cuenten con seguridad social”. Artículo 4o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Reformado y publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el 8 de mayo del 2020.
Para poner en contexto el problema al que nos enfrentamos, les informamos que el 30% de la población mundial no tiene posibilidad alguna de acceder a servicios de salud esenciales, y que casi 2 mil millones de personas, particularmente quienes viven en los entornos más vulnerables, se enfrentan a gastos sanitarios catastróficos o empobrecedores para tratar de preservar o recuperar la salud.
“En 1948, los países del mundo se unieron y fundaron la OMS para promover la salud, preservar la seguridad del mundo y servir a los vulnerables, de modo que todas las personas, en todas partes, puedan alcanzar el más alto grado de salud y bienestar”. OMS.
Entre los mensajes claves a utilizar durante el Día Mundial de la Salud, y otros más, destaca el siguiente: “Para que la salud para todos sea una realidad, necesitamos: personas y comunidades que tengan acceso a servicios de salud de alta calidad que les permitan cuidar su propia salud y de la de sus familias; trabajadores de la salud cualificados que presten una atención de calidad centrada en las personas; y responsables de la elaboración de políticas que estén comprometidos con la inversión necesaria para alcanzar y sostener la cobertura sanitaria universal”.
Para impulsar el alcance de una Salud para Todos, la OMS sugiere:
- Pasar de economías impulsadas por los beneficios y la contaminación, a economías impulsadas por la equidad y el bienestar.
- Medir el éxito por el bienestar de las personas, y los entornos saludables.
- Implicar y empoderar a las personas, las familias, y las comunidades para aumentar la participación social y mejorar el autocuidado de la salud.
- Garantizar una participación informada y activa, en la que las personas estén en el centro de las decisiones y los resultados de salud.
- Fortalecer sistemas nacionales de salud integrados, utilizando un enfoque de la atención primaria de salud para prestar servicios esenciales de calidad con protección financiera, y una programación orientada a la equidad, sensible a las cuestiones de género y basada en los derechos, que incluya a los más necesitados, mejorando la salud y el bienestar de todas las personas, de cualquier edad.
- Permitir que los agentes no estatales, participen en la planificación dirigida por el gobierno, en la revisión de los avances, o la aplicación hacia la cobertura sanitaria universal.