El pasado 15 de octubre se celebró el Día Mundial del Lavado de Manos 2019, fecha en la múltiples organizaciones sanitarias buscan impulsar la adopción cotidiana de una actividad que aunque pareciera que se practica de manera casi espontánea, está muy lejos de serlo, y para muestra un botón.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 95% de las personas no se lava las manos de manera habitual, lo que provoca que cada año más de 3.5 millones de niños mueran por afecciones gastrointestinales que podrían ser fácilmente evitadas, antes de cumplir cinco años.
“El principal mensaje que queremos hacer llegar es la importancia del lavado de manos, pero no cualquier enjuague rápido: es importante lavarse las manos correctamente con agua y jabón en momentos clave del día. Estos momentos clave son: antes de cocinar o preparar alimentos, antes de comer y después de ir al baño o de limpiar a un bebé”. Therese Dooley, miembro del Programa sobre Saneamiento e Higiene de UNICEF.
Todas las organizaciones sanitarias del mundo aseguran que lavarse correctamente las manos con agua y jabón es la medida de prevención sanitaria más efectiva y de menor costo que existe.
Entre otros objetivos, el Día Mundial del Lavado de Manos busca que esta actividad se convierta en un hábito permanente, lo que podría ayudar a reducir casi al 50% los decesos por diarrea y el 25% de las muertes por infecciones respiratorias agudas.
“La incidencia de padecimientos diarreicos podría bajar hasta un 40% simplemente con lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño y antes de comer”. Sanjay Wijesekera, jefe de agua, sanidad e higiene del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Algunos datos interesantes sobre el lavado de las manos.
- La falta de apego al lavado de manos en el personal de salud es un problema mundial. Algunos estudios han encontrado casos en los que el cumplimiento de esta práctica es menor al 10%, y que en el mejor de los casos es del 70%.
- En muchos casos, los pacientes internados en un hospital adquieren lo que se denomina una infección nosocomial, la que en gran medida se debe a que el personal sanitario y los familiares del enfermo no se lavan las manos, antes y después de estar en contacto con los enfermos.
- La falta de hábito en el lavado de manos es aún más grave en los países con sistemas sanitarios que tienen con fuertes carencias, los que no cuentan generalmente en sus instalaciones con agua, jabón y toallas desechables en todo momento.
- En los países pobres, en los que la mayoría de sus habitantes no se lava las manos, sólo una de cada cuatro personas cuenta con agua y jabón en sus casas, en tanto que en los países africanos al sur del desierto del Sahara, sólo 14% tiene instalaciones adecuadas para ello.