Hoy 5 de junio,  se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, conmemoración establecida el 15 de diciembre de 1972 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y en la que múltiples organizaciones internacionales y locales buscan sensibilizar a un mayor número de personas sobre el poderoso impacto que la calidad del entorno en el que vivimos tiene sobre nuestra salud, calidad y expectativas de vida.

“La contaminación se convirtió en un asunto de gran importancia tras la Segunda Guerra Mundial, después de que se hiciesen evidentes las repercusiones de la lluvia radiactiva ocasionada por las guerras y ensayos nucleares. En los inicios de la década de los cincuentas ocurrió un evento catastrófico en Londres, conocido como la Gran Niebla de 1952, en el que murieron alrededor de 4,000 personas. Este trágico evento motivó la creación de una de las más importantes leyes modernas sobre el medio ambiente: La Ley del Aire Limpio de 1956”.

Lluvia radiactiva ocasionada por las guerras y ensayos nucleares.
Gran Niebla de 1952.

Es importante destacar la gran evidencia científica que existe sobre la factura sanitaria que la nociva calidad del aire que respiramos, el agua que consumimos y los altos niveles de contaminación a la que hemos llevado nuestro hábitat, nos está cobrando, manifestándose como uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de múltiples enfermedades, entre las que destacan las neurodegenerativas, diferentes tipos de cáncer, cardiovasculares, respiratorias, oculares y óseas, por mencionar solamente algunas de ellas, o graves afectaciones prenatales, natales y de la infancia.

Como muestra de la gravedad de este acuciante problema de salud, recordamos un artículo, en el que un equipo de investigadores demostró que, en contra de lo que se creía, las partículas contaminantes rebasan las barreras protectoras naturales alojándose perniciosamente en el cerebro, lo que demostraron con el estudio post-mortem de múltiples de estos órganos, entre los que se encontraban varios de habitantes de la Ciudad de México.

“Los niños corren un alto riesgo de enfermedades relacionadas con la contaminación, incluso cuando se exponen a dosis extremadamente bajas de contaminantes, particularmente durante las “ventanas de vulnerabilidad” en el útero y en la primera infancia, causas directas de enfermedades, discapacidad y muerte en la infancia y durante toda su vida”.

Recientemente los habitantes de la Ciudad de México y del Valle de Toluca fueron amenazados con una contingencia ambiental como no se había visto antes, y que de acuerdo con la Doctora Ana Rosa Moreno, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), era mucho más grave que lo manifestado por las autoridades.

Tratando de combatir la contingencia y paliar sus efectos nocivos, fueron suspendidas las clases en preescolar, primarias y algunas secundarias; se recomendó no hacer ejercicio al aire libre (aunque en la CDMX se siguió ofertando sorprendentemente el uso de las eco-bicicletas); se pidió que las personas que pudieran evitarlo no salieran de sus casas y entre otras recomendaciones, se aconsejó mantener las ventanas cerradas y colocar trapos humedecidos en la parte baja de las puertas, para frenar la entrada de partículas contaminantes, esto es un panorama realmente alarmante.

“La contaminación del aire representa una amenaza para todos, aunque hay que destacar que las personas más pobres y marginadas se llevan la peor parte. Es inadmisible que más de 3000  millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, sigan respirando todos los días el humo letal emitido por cocinas y combustibles contaminantes en sus hogares. Si no adoptamos medidas urgentes contra la contaminación del aire, el desarrollo sostenible será una simple quimera”. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Asamblea Mundial de la Salud, que se llevó a cabo del 20 al 28 de mayo pasados, en Ginebra, Suiza, incluyó dentro de sus acuerdos un apartado específico titulado: “El impacto del medio ambiente y el cambio climático en la salud”, en el que los Estados Miembros manifestaron rotundamente que el impacto de la polución del aire y agua están claramente identificados como unos de los principales factores de riesgo para el desarrollo de graves enfermedades, y que las naciones deben trabajar en conjunto para disminuir en el menor tiempo posible los altos niveles de contaminación, además de las afectaciones generadas por el cambio climático.

Queda en nosotros, en nuestras manos y nuestra conciencia, implementar los cambios en nuestro estilo de vida, que ayuden a disminuir los altos niveles de contaminación, que finalmente, todos terminaremos pagando.

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud.
72.ª Asamblea Mundial de la Salud.

Organización Mundial de la Salud.
Actualización sobre la Asamblea Mundial de la Salud, 24 de mayo de 2019.

Organización Mundial de la Salud.
Noticias de la Asamblea Mundial de la Salud, 25 de mayo de 2019.

Organización de la Salud.
Noticias de la Asamblea Mundial de la Salud – Día de clausura, 28 de mayo de 2019.

Organización de la Salud.
Cobertura Sanitaria Universal.

Organización Mundial de la Salud.
Más del 90% de los niños del mundo respiran aire tóxico a diario.

Wikipedia.
Día Mundial del Medio Ambiente.

 

códigoF. La contingencia ambiental en la CDMX incrementa exponencialmente los riesgos para la salud de sus habitantes.

La contingencia ambiental en la CDMX incrementa exponencialmente los riesgos para la salud de sus habitantes.

The Lancet.
The Lancet Commission on pollution and health.