Día Mundial Sin Tabaco 2020.

• En el mundo hay 1300 millones de consumidores de tabaco. Una cifra que sería aún mayor si este hábito no matase a sus consumidores.
• Cada año mueren 8 millones de personas por el tabaco. De ese gran total, más de 7 millones son ocasionadas por el consumo directo, y alrededor de 1.2 millones como consecuencia de la exposición involuntaria al humo.
• Cerca del 80% de los 1300 millones de fumadores que hay en el mundo residen en países de ingresos medianos o bajos.
• Para mantener e incrementar sus ingresos, sustituyendo a los consumidores de tabaco que mueren o enferman gravemente a causa del consumo de sus productos, las industrias tabacaleras y otras industrias relacionadas, buscan atraer continuamente nuevos consumidores.
• El consumo de tabaco es responsable directo de cuando menos el 25% de todas las muertes por cáncer en el mundo, además de incrementar el riesgo de padecer, desarrollar o agravar enfermedades cardiovasculares y neumopatías, entre otras.

1. “Hay cosas mucho peores que el tabaco”.

No tantas. El tabaco es causa de cáncer y el cáncer es la segunda causa de muerte en los países industrializados, justo detrás de las enfermedades cardiovasculares, con las que el tabaco también está directamente relacionado.

2. “He conocido a muchos fumadores que no han estado nunca enfermos”.

Es probable que conozcamos personas mayores que fuman mucho y aparentemente están bien. Observemos su calidad de vida. ¿Tosen?, ¿les cuesta trabajo respirar?, ¿qué grado de actividad física tienen? Aún así, asumamos que esos ancianos han tenido suerte. ¿Podemos asegurar que será igual para otros? No olvidemos que sólo vemos a los fumadores que llegan a una edad avanzada, porque a los que han fallecido a causa del tabaco no los vemos envejecer.

3. “Los cigarrillos light no hacen daño, no son cancerígenos”.

Los cigarrillos bajos en nicotina y alquitrán son menos nocivos, pero se debe tener en cuenta que el grado de satisfacción de los fumadores depende directamente de la concentración de nicotina en sangre, lo que se traduce muchas veces en el incremento del número de cigarrillos consumidos; por lo que el “supuesto” beneficio se anula.

4. “Yo fumo poco porque casi todo el cigarrillo se consume en el cenicero”.

El fumador que deja quemar los cigarrillos en el cenicero, respirará una mayor concentración de cancerígenos, ya que el humo que se desprende de su porción final es cualitativamente más tóxico que el que se inhala directamente al fumar.

5. “El tabaco contamina, pero lo hacen más los coches y las fábricas. Un cáncer de pulmón te puede dar por la contaminación ambiental”.

Los estudios epidemiológicos señalan que el tabaco es causante de entre el 25 y el 30% de todos los cánceres diagnosticados, frente a un 2% producido por la contaminación ambiental.

6. “El tabaco me tranquiliza”.

Los fumadores han aprendido a regular su forma de fumar para tranquilizarse, y esa ‘tranquilidad’ se debe a la acción central del tabaco, pero desaparece cuando los niveles de nicotina en sangre disminuyen, dando paso al síndrome de abstinencia. Consideremos que hay métodos sanos para tranquilizarnos y enfrentar el estrés cotidiano.

7. “Necesito un cigarrillo para estudiar, trabajar y pasarla bien”.

Muchas personas asocian el consumo de tabaco con situaciones de trabajo, estudio o socialización, adquiriendo hábitos que sin embargo, pueden ser modificados. Quienes dejan de fumar observan que al cabo de poco tiempo, alcanzan y mejoran los niveles de rendimiento y satisfacción que tenían cuando la hacían.

8. “Yo no dependo del tabaco, puedo dejar de fumar cuando quiera”.

Tratar de abandonar el hábito de fumar en una situación cotidiana de la vida, cuando no se esté enfermo, es más difícil de lo que muchas personas piensan. Los fumadores se dan auto excusas para mantener su adicción y dependencia. Es necesario aclarar que todo fumador es dependiente, aunque fume poco.

9. “El cigarrillo es un vicio muy difícil de quitar”.

Cierto, es complejo, por que la adicción al tabaco tiene un doble componente. El primero, es la adicción física generada por la nicotina y el segundo la asociación establecida entre el tabaco y las distintas situaciones, estados emocionales y actividades en las que se encuentra y realiza el fumador durante el día, las que son más difíciles de romper, incluso, que la adicción física, y deben ser tenidas en cuenta cuando se quiere dejar de fumar.

10. “Se la pasa muy mal cuando se deja de fumar. Es peor el remedio que la enfermedad”.

La dependencia física de la nicotina sólo dura alrededor de una semana. Sin embargo, los beneficios secundarios al abandonarlo son progresivos y empiezan desde el momento en que se deja de fumar.

• Aunque la industria tabacalera y otras relacionadas han posicionado a los cigarrillos electrónicos como productos de “riesgo reducido”, “sin humo”, “socialmente aceptables” y aparentemente inocuos, no lo son.
• La nicotina contenida en los cigarrillos electrónicos es una droga altamente adictiva.
• Utilizar cigarrillos electrónicos y shisha (también conocida como: narguile, narguilé, hookah, pipa de agua, pipa oriental o cachimba), es tan dañino como otras formas de consumir tabaco.
• El humo de la shisha o pipas de agua es tóxico y contiene sustancias cancerígenas.
• Un estudio realizado por el Departamento de Salud británico, concluyó que al fumar shisha, se adquiere un nivel de monóxido de carbono en la sangre, entre cuatro y cinco veces superior que al inhalar un cigarrillo.
• Los niños y adolescentes que consumen cigarrillos electrónicos incrementan, al menos al doble, su probabilidad de fumar cigarrillos normales a futuro.
• Las empresas tabacaleras bombardean a niños y adolescentes con mensajes en las redes sociales que alcanzan más de 25 000 millones de impactos.