México es, junto con la India, EE. UU., Rusia, Brasil, Indonesia y Pakistán a nivel global, y Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala y Perú en la región de América Latina, uno de los países con mayor exceso de mortalidad durante la pandemia.
El pasado 24 de junio se publicó en la revista THE LANCET Regional Health Americas, el artículo titulado “Leading causes of excess mortality in Mexico during the COVID-19 pandemic 2020–2021: A death certificates study in a middle-income country”, en el que sus múltiples autores analizaron los cambios temporales en la distribución de las principales causas de mortalidad producidas por la pandemia de COVID-19 en México durante 2020, información indispensable para la toma de decisiones de salud pública.
México pertenece al grupo de países con mayor exceso de mortalidad durante la pandemia, junto con la India, EE. UU., Rusia, Brasil, Indonesia y Pakistán en el mundo, y Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala y Perú en la región de América Latina.
El estudio se nutrió estadísticamente con la información asentada en los certificados de defunción, pero los investigadores aclaran que la puntualidad de la notificación del deceso, las imprecisiones del diagnóstico, y su nivel de confianza, particularmente en los países de de medios y bajos recursos, como el nuestro, no son del todo confiables.
En ese contexto, es necesario comentar que la pandemia confirmó una vez más la importancia de contar con sistemas de información capaces de monitorear en tiempo real las enfermedades emergentes y reemergentes que pudieran convertirse en una amenaza nacional y/o mundial, los que proporcionen la información fidedigna necesaria para evaluar el impacto de las acciones realizadas y mejorar la toma de decisiones. Los autores afirman que México ha desarrollado un sistema de alerta temprana para la vigilancia de la mortalidad por todas las causas con base en la información capturada por el Registro Nacional del Estado Civil, complementada con datos del Subsistema Estadístico de Defunciones (SEED), los que deberían mantenerse y mejorarse.
“Redes de investigación y estadísticas, como EUROMOMO, Our World in Data, y COVerAGE-DB, compilaron información de diferentes países para monitorear la carga de mortalidad diaria de COVID-19 a nivel mundial; sin embargo, la comparación entre países se ve dificultada por las diferencias estructurales en los sistemas nacionales de notificación, las diferencias en las estructuras de edad y la prevalencia de las comorbilidades, y las capacidades de respuesta de los diferentes sistemas nacionales de salud”.
Principales conclusiones
- El exceso de mortalidad por todas las causas acaecidas en nuestro país durante 2020 alcanzó la cifra de 600 mil 590 fallecimientos, de los que únicamente 439 mil 582 son atribuibles directamente al COVID-19.
- Los cinco principales grupos de causas que acarrearon el exceso de mortalidad fueron: COVID-19 con 439 mil 582 muertes (439 558/600 590 = 73.2 % del exceso de mortalidad general); seguido por la cardiopatía isquémica (81 mil 136 muertes en exceso, 13.5 %); diabetes mellitus (80 mil 294; 13.4 %); otras infecciones respiratorias (25 mil 571; 4.3 %), y enfermedades hipertensivas (13 mil 430; 2.2 %).
- Los cinco grupos de causas de muerte que disminuyeron su letalidad durante la pandemia en 2020, en comparación con los valores predichos, fueron: las neoplasias malignas (-10 mil 126; -1.7 % del exceso de mortalidad general); las enfermedades infecciosas y parasitarias (-9 mil 992; -1.7 % del exceso de mortalidad global); accidentes no relacionados con el tráfico (-8 mil 732; -1.5 %); enfermedades digestivas (-7 mil 025; -1.2 %), y enfermedades respiratorias crónicas (-5 mil 590; -0.9 %).
- El impacto del COVID-19 en la mortalidad absoluta se manifestó al inicio de la pandemia con mayor intensidad en el grupo de edad entre los 20 y 44 años, con una tendencia creciente de afectación en hombres y mujeres de mayor edad, aunque proporcionalmente el grupo más afectado fue el de 40 a 64 años.
- Las muertes por COVID-19 ocurrieron principalmente en hospitales (83.0 %), versus las personas que fallecieron por otras causas (32.8 %), y la mayoría recibió atención médica en hospitales o servicios ambulatorios (95.2 % vs 80.6 %).
En un país como el nuestro, con una alta prevalencia de enfermedades crónicas, como la obesidad y la diabetes, estimar el exceso de mortalidad por causas específicas es esencial para respaldar las decisiones de salud pública.
- El exceso de mortalidad por todas las causas informado durante la pandemia varía enormemente entre países. Un informe reciente encontró que en Alemania, la mortalidad general fue más baja en 2020 que en los cuatro años anteriores, mientras que para Suecia y España, el exceso de mortalidad fue del 3 % y del 15 %, respectivamente. En América Latina, una de las regiones más afectadas por la pandemia, México se ubica entre las cinco naciones con mayor exceso de mortalidad, junto con Brasil, Perú, Colombia y Ecuador.
“Utilizamos información sobre la causa de muerte registrada en el Subsistema Estadístico de Defunciones (SEED), clasificado según ICD-10, a través de un algoritmo automático recomendado por la OMS que utiliza el conjunto de causas, el orden cronológico de aparición y la duración desde el inicio, anotado por el médico certificador en la muerte. Base de datos que contiene información sobre la atención médica recibida, el lugar de la muerte, las características sociodemográficas de los fallecidos y la clasificación CIE-10 de causa del deceso”. Autores del estudio.
- La mortalidad en México fue mayor en hombres que en mujeres, lo que se relaciona, presumiblemente, con la mayor exposición a agentes infecciosos por las características de la actividad laboral. Un mayor número de mujeres que hombres se quedaron en casa durante la pandemia para atender a sus hijos y a familiares de mayor edad, lo que ayudó a disminuir las posibilidades de contagio. Sin embargo, la mayor mortalidad en hombres también puede relacionarse con la prevalencia de algunas comorbilidades, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, y una mayor demora en la búsqueda de atención médica.
- De acuerdo con otros estudios, en los países de ingresos medios y bajos la población más vulnerable no son los adultos mayores, sino aquellos con comorbilidades que se concentran principalmente en los adultos más jóvenes. En México, el 39 % de los adultos son obesos, y las estimaciones señalan una prevalencia de diabetes del 10⋅3 %, e hipertensión del 18⋅4 %.
- Si bien el gobierno mexicano ha realizado esfuerzos para mejorar la calidad, cobertura y oportunidad de la información de mortalidad a través de la SEED y la CRND, la SEED muestra un subregistro del 3 %, y el sistema aún requiere alrededor de dos meses para alcanzar este nivel de cobertura. La brecha podría surgir de muertes violentas no registradas. Las fiscalías registran estas muertes y no todas están incorporadas a las bases de datos de la SEED o la CRND. También hay variación en la cobertura por estado. Lo que podría solucionarse mediante la implementación de un certificado médico de defunción digital en línea, en tiempo real.
El estudio fue financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través de los programas: Investigadores por México y Estancias posdoctorales por México.