El sobrepeso en menores de cinco años afectó en 2019 al 7.5% de la población infantil de la región, rebasando el promedio mundial del 5.6%.

Si bien es cierto que las señales de alarma con respecto al sobrepeso infantil y adolescente en América Latina y el Caribe estan encendidas desde hace tiempo, sin que las autoridades sanitarias de los países consiguieran solucionar o cuando menos disminuir el avance de este grave problema de salud, al día de hoy 3 de cada 10 niñas, niños y adolescentes entre los 5 y 19 años, tienen sobrepeso, importante factor de riesgo para el desarrollo de diabetes, obesidad, enfermedades crónicas no transmisibles, cuando menos 11 diferentes tipos de cáncer, dificultades cognitivas, conductuales y emocionales, baja autoestima, estigmatización, socialización deficiente y/o depresión.

“Durante las últimas tres décadas, esta condición ha mantenido un aumento sostenido en la región, al pasar del 6.2% en 1990, al 7.5% en 2020 para niños y niñas menores de 5 años. Esto significa un incremento de 400 mil niños y niñas con sobrepeso, que en total llegó a una cifra de casi 4 millones en 2020. Asimismo en la región, 3 de cada 10 niñas, niños y adolescentes, entre los 5 y 19 años, viven con sobrepeso”. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Lo que es paradójico es que al problema del sobrepeso pueden sumarse la desnutrición crónica y la deficiencia de micronutrientes, condiciones aparentemente contradictorias, pero que en algunos casos llegan a coexistir no solamente en un mismo país, sino también en una comunidad e incluso en una familia o en un individuo.

Desnutrición crónica (Talla baja o Retraso del crecimiento): estatura/longitud para la edad con desviación estándar < -2 de la mediana de los patrones de crecimiento infantil de la Organización Mundial de la Salud, OMS, (niños y niñas menores de 5 años).

Sobrepeso: Peso para la edad con desviación estándar >2 de la mediana de los patrones de crecimiento infantil de la Organización Mundial de la Salud, OMS, (niños y niñas menores de 5 años). Sobrepeso severo (por encima de +3 DE) se conoce como obesidad.

Por otra parte, y ubicados en el complejo contexto de la pandemia por COVID-19, las personas con sobrepeso, sean niños, adolescentes o adultos, corren más riesgos para desarrollar los síntomas agudos de la infección, lo que podría llevarlos a la necesidad de ser ingresados en áreas de cuidados intensivos, requerir ventilación mecánica, fallecer o sobrevivir con graves secuelas.

En México el 12.1% de los niños menores de cinco años tiene desnutrición, y el 6.3% del mismo segmento de edad sobrepeso de moderado a severo. En promedio el 7.5% de las niñas y niños de menos de 5 años tienen sobrepeso en América Latina y el Caribe.

Al respecto, la UNICEF asegura que “Los efectos de los entornos obesogénicos que fomentan el sobrepeso y promueven el consumo de productos ultra procesados y bebidas azucaradas, junto con un sistema alimentario que no responde a las necesidades nutricionales de la niñez, han puesto sobre el escenario la necesidad urgente de emprender acciones para garantizar sus derechos y formular programas y políticas públicas que resuelvan todas las formas de malnutrición, incluyendo el sobrepeso”.

“El incremento en el índice de masa corporal está directamente asociado con mayores riesgos para el desarrollo de adenocarcinoma esofágico, cáncer de colon y recto en hombres, sistema de vías biliares y cáncer de páncreas, cáncer endometrial en mujeres pre-menopáusicas, cáncer en los riñones, mieloma múltiple, cáncer de mama posmenopáusico en mujeres que nunca usaron terapia de reemplazo hormonal y cáncer de endometrio”. Adiposity and cancer at major anatomical sites: umbrella review of the literature.

Lo lamentable es que los ínfimos avances en el control del incremento del sobrepeso en infantes y adolescentes de la región de las Américas y el Caribe prácticamente impedirán el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), la Declaración de Roma sobre Nutrición, el Decenio de Acción de las Naciones Unidas sobre Nutrición 2016-2025, varias resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaraciones de la Asamblea Mundial de la Salud, y lineamientos sobre prevención y control de enfermedades no transmisibles, sí como la Estrategia de Nutrición 2020-2030 de UNICEF.

Es importante destacar que a pesar de los esfuerzos regulatorios emprendidos en diversos países, incluido el nuestro con el etiquetado frontal, los niños y niñas en la región están expuestos reiteradamente y por diferentes medios al marketing nocivo de alimentos y bebidas no saludables, lo que impulsa poderosamente el consumo de alimentos y bebidas de pésima o inexistente calidad nutricional, con funestas consecuencias sanitarias.

Al respecto, Jean Gough, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, declaró: “En América latina y el Caribe, el fuerte golpe económico de la pandemia ha dejado a millones de familias con menos recursos para comprar alimentos nutritivos. No recibir una alimentación saludable entre los 6 meses y 2 años pone a los niños y niñas en riesgo de malnutrición. Para que pueden crecer sanos en tiempos de pandemia, es urgente asegurar la disponibilidad de alimentos saludables a precios asequibles”.

Acciones recomendadas por la UNICEF para apoyar la priorización e implementación de estrategias para la prevención y el control del sobrepeso:

  1. Reconocer el papel central de cinco sistemas -alimentación, salud, agua, saneamiento e higiene, educación y protección social-, asegurando una alimentación nutritiva, segura, asequible y sostenible.
  2. Fortalecer los marcos regulatorios.
  3. Respaldar las acciones con evidencia científica generada por instituciones que no tengan conflictos de intereses.
  4. Implementar acciones en el entorno alimentario escolar.
  5. Incorporar el enfoque de derechos humanos.
  6. Priorizar intervenciones durante los primeros años de vida, incluyendo iniciativas de alimentación complementaria saludable.
  7. Cambiar la narrativa de un enfoque individual a un enfoque de sistemas que contemple los entornos alimentarios.
  8. Dar prioridad a los países con mayores prevalencias de sobrepeso y obesidad, y apoyar la difusión y divulgación de estrategias y experiencias exitosas a nivel de toda la región.
  9. Fomentar y fortalecer el importante rol que cumple la sociedad civil abogando activamente a favor de políticas públicas y los derechos de la niñez.
  10. Abogar para que el sector privado contribuya a la prevención del sobrepeso infantil, garantizando que no se presenten conflictos de intereses, y en cumplimiento de los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de la ONU.

“El índice de masa corporal (IMC) es una relación entre el peso y la altura que se utiliza habitualmente para determinar el sobrepeso y la obesidad en adultos. Se define como el peso de una persona en kilogramos divididos por el cuadrado de la altura en metros (kg/m²). En los adultos, el sobrepeso se define por un IMC igual o superior a 25, y la obesidad por un IMC igual o superior a 30”. Organización Mundial de la Salud.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. (s.f.).
El sobrepeso en la niñez. Un llamado para la prevención en América Latina y el Caribe.

UNICEF. (s.f.).
Declaración de Innocenti del 2005 sobre la alimentación de lactantes y niños pequeños.

Organización Mundial de la Salud. (9 de junio de 2021).
Obesidad y sobrepeso.

Organización Panamericana de la Salud. (2 de diciembre del 2020).
Nuevo informe de Naciones Unidas desnuda la desigualdad en la distribución geográfica de la malnutrición en América Latina y el Caribe.

Organización Mundial de la Salud. (9 de junio de 2021).
Malnutrición.

The British Medical Journal. (24 de junio del 2017).
Adiposity and cancer at major anatomical sites: umbrella review of the literature.