El panel de 16 expertos convocados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunió ayer jueves 23 de enero por segundo día consecutivo, para analizar nueva información y analizar la situación que guarda el desarrollo del brote del coronavirus 2019-nCoV, surgido en Wuhan, China.
El cónclave decidió, que si bien es innegable la importancia del brote potencialmente epidémico, la información con la que cuentan no justifica la emisión de una “alerta sanitaria internacional”, aunque aclaran que esto podría cambiar en el curso de los próximos días, dependiendo de lo que acontezca.
El 23 de enero, representantes del Ministerio de Salud de la República Popular de China, Japón, Tailandia y la República de Corea actualizaron al comité sobre la situación en sus países. Ha habido un aumento en el número de casos reportados en China, con 557 confirmados hasta el día de hoy.
Es importante acotar que la decisión de los miembros del comité de expertos no fue unánime, sino exactamente dividida por la mitad, lo que imposibilitó, al menos por el momento, su aprobación, pero muestra los desacuerdos internos que prevalecen en el seno del grupo. La decisión final fue tomada por el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
“Atendiendo al número de casos (más de 600) y su tasa de letalidad (18 muertes) lo que la coloca en el 4% de fatalidad, con un limitado número de infecciones fuera de China y considerando los esfuerzos de las autoridades de este país para contener al virus, hemos decidido que es demasiado temprano”. Didier Houssin, presidente del comité de emergencia.
Para poner en contexto el enorme impacto que puede llegar a causar una alerta de este tipo, y la prudencia que debe prevalecer para hacerlo, les comentamos que la OMS solamente ha emitido a lo largo de su historia cinco “alertas sanitarias internacionales”: la primera por el brote de gripe H1N1 en 2009, las ocasionadas por el ébola en África Occidental en 2014 y en la República Democrática del Congo en 2019, la de la polio en 2014 y por último, la que atendió al desarrollo del virus zika en 2016.
Por último los especialistas anotan que en los próximos días se prevé que se presenten nuevos casos de infección en cualquier país del orbe, por lo que instan a las autoridades sanitarias de todas las naciones a mantenerse alertas y preparadas para la contención; lo que incluye la vigilancia activa, la detección temprana, el aislamiento y el manejo de casos, el seguimiento de contactos y la prevención de la propagación de la infección, compartiendo con la OMS cualquier información pertinente sobre esta delicada situación.