“Se requerirán esfuerzos monumentales para alcanzar niveles universales de cobertura y prevenir brotes. Los niveles de cobertura inadecuados ya han resultado en brotes evitables de sarampión y poliomielitis en los últimos 12 meses, lo que subraya el papel vital de la inmunización para mantener saludables a los niños, adolescentes, adultos y sociedades”. OMS.
Hoy día, los dramáticos estragos causados cincuenta años atrás por la poliomielitis, cuando esta enfermedad viral paralizaba de por vida a 1000 niños y mataba entre 2 y 10 de ellos diariamente en 125 países es, en el mejor de los casos, un tema histórico y anecdótico que aparentemente tiene poca relevancia actual, sobre todo al saber que:
a) existen dos vacunas (una inyectable y otra oral) que previenen con altos niveles de efectividad la enfermedad;
b) que en 1991 se detectó en Perú el último caso de este padecimiento en la Región de las Américas;
c) que en 1994 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a esta zona geográfica libre de la circulación del poliovirus salvaje, y
d) que el 24 de octubre de 2019, la misma organización confirmará la erradicación mundial de la polio tipo 3, parecería que podemos estar tranquilos.
¿Qué es la poliomielitis?
La poliomielitis o polio es una enfermedad ocasionada por un miembro del género Enterovirus conocido como poliovirus (PV), el que puede afectar la médula espinal, provocando debilidad muscular y parálisis definitiva. Por regla general, en la mayoría de los casos, el virus se transmite por contacto directo de persona a persona o por la ruta fecal-oral, facilitando que el virus acceda al organismo por la boca y la nariz, y se multiplique posteriormente en la garganta y el tracto gastrointestinal, siendo transportado al resto del organismo a través de la sangre y el sistema linfático, para ser excretado finalmente por vía oral, y en las heces de la persona infectada.
La mayoría de las infecciones causadas por este virus son asintomáticas, y se resuelven sin ocasionar daños, aunque aproximadamente en el 1% de los casos, el virus accede al sistema nervioso central (SNC), pudiendo infectar y destruir neuronas motoras, lo que ocasiona parálisis, atrofia muscular e incluso la muerte por parálisis del diafragma.
Sin embargo, la sorpresiva notificación hecha por los Centros para la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) el 18 de julio pasado, informando el primer caso en más de 4 décadas en los EE. UU. de poliomielitis tipo 2 en un adulto inmunocompetente (capaz de producir una respuesta inmunitaria normal), pero no vacunado, residente en el condado de Rockland, Nueva York, así como la detección de poliovirus en aguas residuales de la Gran Manzana, y otros condados, encendió las señales de alerta frente al riesgo latente del surgimiento de brotes epidémicos de un virus altamente contagioso, sobre el que todos debemos estar conscientes, que si bien es cierto no ha provocado nuevos casos en las últimas décadas en casi todas las naciones del mundo, sigue circulando entre nosotros.
“Nuestro país (México), que fuera reconocido ampliamente por la consistencia, solidez y logros alcanzados por sus cíclicas campañas de vacunación llevadas a cabo año con año, ha visto decaer el número disponible de dosis de las diferentes vacunas, así como la falta de voluntad política para dar continuidad y alcance de las acciones vacunales a nivel nacional, desprotegiendo a un número creciente de infantes, adolescentes y adultos en contra enfermedades que son prevenibles”. códigoF.
Vale la pena comentar que el sujeto ingresó al área de urgencias refiriendo cinco días previos de fiebre leve, rigidez de nuca, dolor de espalda y abdominal, estreñimiento y dos días de debilidad bilateral en las extremidades inferiores, lo que hizo sospechar a los médicos que se trataba de mielitis flácida aguda (AFM, por sus siglas en inglés), pero sin considerar entre las posibles causas a la poliomielitis, diagnóstico que después de haber descartado otros orígenes potenciales, fuera confirmado con una prueba RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa es una variante de la PCR), y la secuenciación de una muestra de heces realizadas por el Departamento de Salud de Nueva York (NYSDOH, por sus siglas en inglés).
Ante el diagnóstico confirmado, los CDC advirtieron que todos los niños y adultos no vacunados en los Estados Unidos (y por extensión en cualquier otra nación del mundo), corren el riesgo de contraer poliomielitis paralizante si se vieran expuestos al poliovirus salvaje, o al derivado de la vacuna, conminándolas a mantenerse al día con las vacunas recomendadas contra este patógeno.
“Esta es una alerta roja para la salud infantil. Estamos siendo testigos de la mayor caída sostenida en la inmunización infantil en una generación. Las consecuencias se medirán en vidas. Si bien se esperaba una resaca pandémica el año pasado como resultado de las interrupciones y bloqueos por el COVID-19, lo que estamos viendo ahora es una disminución continua. El COVID-19 no es una excusa. Necesitamos ponernos al día con la inmunización de los millones que faltan o inevitablemente seremos testigos de más brotes, más niños enfermos y una mayor presión sobre los sistemas de salud que ya están sobrecargados”. Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF.
Vale la pena consignar que considerando el tiempo de incubación típico de la poliomielitis paralizante, el período de exposición ocurrió de 7 a 21 días antes del inicio de los síntomas. La investigación epidemiológica reveló que el paciente había asistido a una reunión masiva 8 días antes del inicio de los síntomas, no había viajado internacionalmente durante el periodo de potencial exposición, y no estaba vacunado, lo que hace sospechar que la cadena de transmisión en el territorio de los EE. UU. tiene altas posibilidades de haberse originado a través del contacto con una persona que había recibido una vacuna oral contra la poliomielitis (OPV) del tipo 2 en el extranjero, medicamento que se eliminó del programa de inmunización de rutina en ese país en el 2000.
“Este informe (de los CDC) describe la segunda identificación de transmisión comunitaria de poliovirus en los Estados Unidos desde 1979; el caso anterior, en 2005, fue un VDPV (poliovirus derivados de vacuna ambiguo) tipo 1. La ocurrencia de este caso, combinada con la identificación de poliovirus en aguas residuales en el vecino Condado de Orange, subraya la importancia de mantener una alta cobertura de vacunación para prevenir la poliomielitis paralítica en personas de todas las edades”. CDC.
Aunque al 10 de agosto pasado, no se habían identificado nuevos casos de poliomielitis, la detección de VDPV2 genéticamente relacionado con el virus del paciente en muestras de aguas residuales en dos condados del estado de Nueva York en el transcurso de mayor o igual a dos meses, indica transmisión comunitaria, y riesgo continuo para la parálisis a personas no vacunadas.
¿Qué vacunas contra la poliomielitis se usan en la Región de las Américas?
Se utilizan dos tipos de vacunas contra la polio: la vacuna atenuada oral (OPV, por sus siglas en inglés) y la vacuna inactivada inyectable (IPV, por sus siglas en inglés). La vacuna OPV contenía los tres tipos de poliovirus, 1, 2 y 3. Posterior a la declaración de la erradicación del poliovirus salvaje de tipo 2, en el año 2016, el serotipo 2 fue removido de la vacuna y solo se continuó utilizando la vacuna OPV con los serotipos 1 y 3, conocida como bOPV. Poco a poco los países la están reemplazando la vacuna bOPV por la vacuna IPV.
Lo cierto es que las vacunas siguen manteniendo el más alto nivel como la mejor y más rentable medida de protección contra el virus de la polio, y muchos otros más, incluyendo al SARS-CoV-2, para evitar el rebrote de enfermedades que, como la poliomielitis, se consideraban controladas.
Estamos conscientes que durante la pandemia de COVID-19 se interrumpieron parcial o totalmente los servicios de vacunación de rutina (entre muchos otros más), ocasionando una severa disminución de las tasas de cobertura vacunal necesarias, lo que incrementa los riesgos de nuevos brotes de enfermedades que son prevenibles por estos medicamentos, por lo que restablecer las acciones de vacunación nacionales es prioritario.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes:
Organización Panamericana de la Salud. (s.f.).
Poliomielitis.
Centers for Disease Control and Prevention. (19 de agosto del 2022).
Public Health Response to a Case of Paralytic Poliomyelitis in an Unvaccinated Person and Detection of Poliovirus in Wastewater — New York, June–August 2022.
The Conversation. (7 de agosto del 2022).
¿Cómo es posible que el caso de polio detectado en Estados Unidos sea una infección relacionada con las vacunas?
Centers for Disease Control and Prevention. (23 de septiembre del 2020).
Chapter 12: Poliomyelitis.
códigoF. (27 de julio del 2022).
La caída de las acciones de vacunación en múltiples países de ingresos bajos y medianos, ocasiona el surgimiento de nuevos, agresivos y peligrosos brotes de enfermedades prevenibles.