Un estudio publicado recientemente en la prestigiosa revista JAMA Oncology, con el título en inglés “Complementary Medicine, Refusal of Conventional Cancer Therapy, and Survival Among Patients With Curable Cancers” (Medicina complementaria, rechazo de la terapia convencional contra el cáncer y supervivencia entre pacientes con cánceres curables), demostró que los pacientes que utilizan de manera paralela terapias alternativas (no validadas medicamente) para combatir al cáncer, simultáneamente con las terapias indicadas por sus médicos tratantes, incrementan por dos el riesgo de morir.
Lo interesante, es que este nuevo estudio estaba precedido por otro, en el que se demostró de manera fehaciente que las personas que abandonan tajantemente los tratamientos farmacológicos estándar para combatir al cáncer, para cambiarlos por pseudoterapias, multiplicaban entre tres y cinco los riesgos mortales.
«Un abultado número de pacientes creen que la medicina complementaria los ayudará a vivir más tiempo o curar su enfermedad. Queríamos investigarlo y ver si era cierto: no lo es», James Yu, coautor del estudio.
Para alcanzar estas relevantes conclusiones, los investigadores de la Universidad de Yale, EE.UU., responsables del estudio previamente citado, utilizaron información obtenida de la base de datos estadounidense de casos de cáncer, seleccionando primariamente a los pacientes que habían seguido al menos a un tratamiento convencional de tumores (quimioterapia, radioterapia, cirugía y/o terapia hormonal), entre los que eligieron a quienes simultáneamente habían recibido alguna terapia alternativa. Esta muestra difería de la primera, en que los pacientes habían abandonado por completo las terapias validadas científicamente. Los segundos, pensaban que al seguir los dos tipos de tratamiento (validado y no validado) su pronóstico mejoraría, pero se equivocaron.
Es evidente que el perfil de paciente que cumplió con las indicaciones del médico al mismo tiempo que usaba una pseudoterapia era diferente del que se había escindido completamente del tratamiento farmacológico estándar, pero en ambos casos la afectación negativa fue contundente.
Skyler Johnson MD actualmente es jefe residente en Oncología Radioterápica en Yale, un investigador en Ciencias de la Salud de Yale como parte del Programa Nacional de Eruditos Clínicos (NCSP, anteriormente RWJ) y miembro del Centro de Investigación de los Resultados del Cáncer, Políticas Públicas y Eficacia.
El autor principal del estudio es lapidario con respecto al uso concomitante de las terapias: “Los pacientes que usan medicamentos complementarios tienen más probabilidades de morir como resultado de rechazar algún otro aspecto de su cuidado (probablemente una terapia adyuvante). Pero incluso cuando evaluamos a los pacientes que recibieron todas las terapias recomendadas, los que usan complementarios tampoco tienen mejor supervivencia que aquellos que no los usan».
Gracias a estos estudios no solamente quedó ampliamente demostrado que las terapias estándar validadas científicamente le ofrecen a los pacientes una mejor esperanza de vida, la investigación también ayudó a definir las características socioeconómicas de las personas que usan conjuntamente terapias alternativas en los EE.UU.: son en su mayoría jóvenes, pertenecientes a niveles socioeconómicos elevados, y aunque suene paradójico, con mejores niveles educativos y seguro médico privado.