El uso de cloroquina e hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19, aumenta el riesgo de sufrir arritmias y morir.

El mayor estudio realizado hasta el momento sobre el uso terapéutico de la cloroquina y su derivado hidroxicloroquina contra la COVID-19, en el que han sido incluidos más de 96 000 pacientes ingresados en 671 hospitales del mundo, demostró que lejos de aportar algún beneficio, incrementan sustancialmente los riesgos de sufrir arritmias y morir.

Desde hace poco tiempo, se pensó que el uso de estos dos fármacos genéricos, prescritos exitosamente desde hace años para el tratamiento de la malaria y algunas enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide, podrían ser una buena alternativa para el tratamiento de pacientes diagnosticados con COVID-19, lo que ha sido descartado con las conclusiones de una investigación publicada el pasado 22 de mayo en la edición digital de The Lancet, con el título: “Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: a multinational registry analysis”.

Vale la pena recordar que el uso de estos fármacos ha sido defendido vehementemente e incluso recomendado sin ninguna argumentación científica, por dos de los dirigentes políticos más controvertidos a nivel global: Donald Trump, presidente de los EE. UU. (el que incluso asegura que toma hidroxicloroquina) y Jair Bolsonaro, primer mandatario de Brasil, lo que ha llevado a la muerte a varias de las incautas personas convencidas por sus irresponsables palabras.

Al respecto, Mandeep Mehra, destacado miembro del hospital Brigham de Mujeres de Boston, EE. UU., y autor principal del artículo, comentó: “Este es el primer estudio a gran escala que encuentra pruebas estadísticamente robustas de que el tratamiento con cloroquina o hidroxicloroquina no beneficia a los pacientes de COVID-19. Nuestros resultados muestran que estos fármacos pueden aumentar el riesgo de problemas cardiacos serios y un mayor riesgo de muerte”.

Los investigadores reconocen que aunque sólidos, los resultados deben robustecerse con la realización de estudios adicionales, pero no dudan en afirmar que el tratamiento con cloroquina o hidroxicloroquina no beneficia a los pacientes de COVID-19, por lo que su uso terapéutico en estos casos debe ser descartado.