La diabetes afecta de manera desproporcionada a las comunidades de algunos grupos socioeconómicos, raciales y geográficos, impulsada por los efectos relacionados con la inequidad estructural sobre los determinantes sociales de la salud.

Hasta el momento ninguna acción, política social, campaña informativa, ni advertencia, han conseguido detener el avance de la diabetes, enfermedad crónica no contagiosa, que según la 10ª Edición del Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes (FID), liberada en diciembre del 2021, afectaba a nivel global la vida de 537 millones de personas.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021, acota que 12 millones 400 mil personas en nuestro país padecen diabetes. la enfermedad está posicionada como la tercera causa de muerte, sobre todo en mayores de 65 años.

Si la cifra antes mencionada es por sí misma alarmante, lo es aún más saber que el Estudio sobre la Carga Mundial de Morbilidad prevé que para el 2050, esa cifra llegará a 1310 millones de seres humanos con diabetes tipo 2.

“De 2021 a 2050, la carga mundial de diabetes aumentará de 529 millones de personas a más de 1 mil millones. La diabetes es una enfermedad crónica grave con una morbilidad y una mortalidad prematuras considerables, que afecta a las personas a lo largo de toda la vida, con una incidencia cada vez mayor en los jóvenes (hasta los 25 años) y, a partir de 2021, una prevalencia de diabetes gestacional elevada a nivel mundial”. The Lancet. Interventions to address global inequity in diabetes: international progress.

Vale la pena recordar en esta nota, que la diabetes es hoy por hoy una de las causas más importantes de muerte y discapacidad en todo el mundo, afectando por igual a hombres y mujeres de cualquier edad y condición social, y en todos los países, aunque afecta de manera desproporcionada a las comunidades de algunos grupos socioeconómicos, raciales y geográficos, ocasionados por los efectos relacionados con la inequidad estructural (es decir, el racismo estructural y la inequidad geográfica) sobre los determinantes sociales de la salud.

“La diabetes se ha convertido en una crisis mundial que aumenta exponencialmente y tendrá efectos duraderos en la salud mundial de las generaciones venideras. La falta de equidad en la diabetes está acelerando esta crisis mundial, lo que repercute enormemente en los resultados. La inequidad estructural, que comprende el racismo estructural y la inequidad geográfica, está profundamente arraigada en las estructuras geopolíticas, económicas, sanitarias y sociales, y crea grandes diferencias en los determinantes sociales de la salud, como la posición socioeconómica y la disponibilidad de recursos. Estas diferencias influyen de forma diferencial y negativa en los determinantes sociales de la salud posteriores, como el acceso a una atención y una educación de alta calidad, así como en la prevalencia de la diabetes, la morbilidad y la mortalidad”. The Lancet. Global inequity in diabetes.

The Lancet considera que para 2045, tres de cada cuatro adultos con diabetes vivirán en naciones de ingresos medios o bajos, y que solo el 10% de las personas diagnosticadas con la enfermedad, recibe el tratamiento necesario.

Por: Manuel Garrod.

Fuentes:

International Diabetes Federation. (26 de junio del 2023).
New estimates indicate that more than 1.3 billion people could be living with diabetes by 2050.

The Lancet. (22 de junio del 2023).
Global inequity in diabetes.

The Lancet. (22 de junio del 2023).
Interventions to address global inequity in diabetes: international progress.

Secretaría de Salud. (13 de noviembre del 2022).
En México, 12.4 millones de personas viven con diabetes.

Gobierno de México. (5 de octubre del 2021).
Diabetes en México.