«América Latina, una de las primeras historias de éxito en la implementación del tratamiento, ha perdido impulso, permitiendo el repunte de las epidemias entre los jóvenes homosexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres y otras poblaciones clave». ONUSIDA

De acuerdo con datos del informe de vigilancia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Oficina Regional para Europa del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), publicado el pasado Día Mundial del SIDA (1 de diciembre), más de 2.4 millones de personas en el viejo continente fueron diagnosticadas con VIH en el 2022, de las que más de la mitad se detectaron de forma tardía, independientemente de las que aún no han sido diagnosticadas, y por lo tanto ignoran su condición.

En todos los contagios y enfermedades, pero sobre todo en aquellas que pueden progresar a una patología potencialmente letal, el diagnóstico oportuno es una pieza esencial para tratar de detener o ralentizar el avance del padecimiento y mejorar la expectativa y calidad de vida de los pacientes, lo que desgraciadamente no siempre ocurre.

Es lamentable constatar que, a pesar de la importancia esencial que tienen los diagnósticos tempranos, muchos de ellos, la mayoría, se hacen tardíamente, y no siempre por falta de cuidado de las personas.

“Sólo en el último año, 1 de cada 6 personas que viven con el VIH (en Europa) han evitado los servicios de atención sanitaria por miedo a ser tratadas de forma diferente. El estigma en los entornos de atención de salud hace que se evite el acceso a los servicios de atención de salud, lo que a su vez contribuye al diagnóstico y tratamiento tardío del VIH. Necesitamos abordar el estigma en estos entornos para garantizar que las personas que viven con el VIH puedan buscar atención sin temor a ser tratadas de manera diferente debido a su estado serológico”. Dra. Andrea Ammon, directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades

La falta de acceso libre y expedito a servicios médicos preventivos y de diagnóstico, sumados a la carencia de un sistema de salud moderno, solvente, respetuoso y de calidad, frenan a muchas personas para buscar atención primaria, lo que facilita que las enfermedades progresen, a veces de manera irreversible.

“Cada día, 4000 personas, entre ellas 1100 jóvenes (de 15 a 24 años), se infectan con el VIH. Si las tendencias actuales continúan, 1.2 millones de personas se infectarán con VIH en el 2025, tres veces más que el objetivo para el 2025 de 370 mil nuevas infecciones”. ONUSIDA

En el caso del VIH, y como lo mencionamos al inicio del artículo, en Europa se sabe que más de la mitad de los diagnósticos realizados para determinar el contagio por VIH se hacen de manera tardía, y muchos incluso no se realizan, información estadística de la que carecemos en México; ceguera informativa que, lo como hemos mencionado en múltiples ocasiones anteriores, no permite contar con los datos que idealmente permitirían el diseño e implementación de acciones inteligentes y a a la medida para solucionar o incluso anticiparse a los problemas.

“Europa del Este y Asia central, Medio Oriente y África del Norte y América Latina han experimentado aumentos en las infecciones anuales por el VIH durante la última década. En Asia y el Pacífico, la región más poblada del mundo, los datos de ONUSIDA muestran ahora que las nuevas infecciones por VIH están aumentando donde habían estado disminuyendo en los últimos 10 años. Filipinas y Malasia se encuentran entre los países con epidemias en aumento entre las poblaciones clave, particularmente en lugares específicos. El aumento de las infecciones en estas regiones es alarmante”. ONUSIDA

Sin embargo, y a pesar de los retrocesos en el combate al SIDA, ocasionados en muchos casos por la pandemia de COVID-19, Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, declaró: “Acabar con el sida es una oportunidad para que los líderes de hoy dejen un legado único y poderoso. Tienen la oportunidad de ser recordados por las generaciones futuras como aquellos que garantizaron las políticas, los programas y las inversiones que pusieron fin a la pandemia más mortífera del mundo. Ellos pueden salvar millones de vidas y proteger la salud de todos nosotros. Pueden demostrar lo que puede hacer el liderazgo”.

Los datos de ONUSIDA nos muestran que actualmente 29.8 millones de los 39 millones [33.1 millones-45.7 millones] de personas que viven con el VIH en el mundo reciben un tratamiento que puede salvarles la vida, cifra que representa 1.6 millones más de personas de las que recibieron tratamiento para el VIH en cada uno de los años 2020, 2021 y 2022. Si este aumento anual pudiera mantenerse, el objetivo mundial de 35 millones de personas en tratamiento contra el VIH para 2025 podrá alcanzarse, pero este camino al éxito se inicia con un diagnóstico oportuno, y se continua con la prestación de servicios sanitarios que incluyan la prescripción y entrega oportuna de los tratamientos antirretrovirales que permitan mantener a raya el virus y evitar nuevos contagios.

Penosamente, en nuestro país, los colectivos de personas con VIH y sus familiares han denunciado en repetidas ocasiones la falta de disponibilidad parcial o total de los tratamientos antirretrovirales, así como de la profilaxis preexposición (PrEP) y la profilaxis posexposición (PEP), las que junto con el uso correcto de los preservativos, y el anillo vaginal femenino, evitaron cerca de 21 millones de muertes por SIDA entre 1996 y 2022.

Sobre el tema, les recomendamos escuchar el pódcast La Esfera de códigoF emitido el 11 de diciembre.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

ONUSIDA. (2023).
Actualización mundial sobre el sida 2023

ONUSIDA. (2022).
Actualización mundial sobre el sida 2022

World Health Organization. (28 de noviembre de 2023).
No time to waste: to tackle its HIV epidemic, the European Region must urgently increase testing and address persistent stigma

códigoF. (1 de diciembre de 2023).
Día Mundial del Sida