Para nadie es un misterio el auge que de unos años para acá ha tenido la llamada Medicina Alternativa (MA) en el ámbito de la salud, y aunque se sospechaba que sus procedimientos perjudicaban más que ayudar, no existían datos duros que corroboraran lo que la ciencia médica cree sobre las consecuencias que tiene adoptar alguna de sus diferentes corrientes, dejando de lado tratamientos médicos y farmacológicos de probada eficacia.
Es por ello que con el fin de aportar conocimiento y alumbrar con datos sólidos y contundentes la oscuridad de la ignorancia, un equipo de investigadores pertenecientes al Departamento de Radiología Terapéutica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale en New Haven, EE.UU., liderado por el Dr. Skyler B. Johnson, se propusieron realizar un estudio que le pusiera cifras al impacto negativo del uso de la Medicina Alternativa (MA) como única opción de tratamiento, en pacientes diagnosticados con diferentes tipos de cáncer, entre los que se incluyeron: cáncer de mama no metastásico, próstata, pulmón y colorrectal.
Entre las terapias de Medicina Alternativa se incluyen: Plantas, vitaminas, minerales, probióticos, medicina ayurvédica, medicina tradicional china, homeopatía, naturopatía, respiración profunda, yoga, taichi, chi kung, acupuntura, quiropráctica, osteopatía, meditación, masajes, oraciones, dietas especiales, relajación progresiva e imagen guiada, por mencionar algunas de ellas.
Para la realización del estudio, el equipo de investigadores identificó a 281 pacientes diagnosticados con alguno de los cánceres antes anotados, y que por decisión propia optaron por utilizar MA, en lugar de los Tratamientos Convencionales para Cáncer (TCC), como: quimioterapia, radioterapia, cirugía y/o terapia hormonal.
Un dato interesante y de alguna manera paradójico sobre los 281 pacientes que eligieron tratar sus diferentes tipos de cáncer con MA, es que sus perfiles socio económicos mostraron que en la mayoría de los casos eran jóvenes, del género femenino, pertenecían a una clase social con mayores ingresos y más altos niveles educativos y tenían una menor puntuación de comorbilidad de Charlson-Deyo (CDCS), la que establece una puntuación, en la que se consideran diferentes padecimientos presentes en un mismo paciente.
Para realizar el estudio, los investigadores obtuvieron de la Base de Datos Nacional de Cáncer (BNDC) de los EE.UU. la información de 281 pacientes que eligieron tratarse con MA entre 2004 y 2013, estableciendo una base de datos comparativa construida con dos pacientes por cada uno de los obtenidos de la base de datos, pero que fueron tratados con TCC, y que tenían características médicas (diagnóstico/estadio/comorbilidades ) y socio-económicas similares.
De esta manera, el universo del estudio quedo formado por 281 pacientes obtenidos del BNDC y 562 pacientes enrolados.
Los resultados de la investigación se publicaron el pasado 10 de agosto en la edición digital de la revista Journal of the National Cancer Institute con el título: “Use of Alternative Medicine for Cancer and Its Impact on Survival”, en la que se puede encontrar información detallada.
En términos generales, la investigación concluye que optar por alguna terapia de Medicina Alternativa incrementa el riesgo de muerte hasta en un 470%. Específicamente, los pacientes con cáncer colorrectal alcanzaron un nivel de riesgo adicional del 360% y, los de cáncer de pulmón un 150%.
“Un diagnóstico de cáncer te cambia la vida. Por desgracia, hay muchísima desinformación sobre el cáncer y sobre sus tratamientos demostrados. Es importante que los oncólogos inviertan tiempo en hablar con sus pacientes, sobre sus creencias particulares”. “Los pacientes interesados en las medicinas alternativas deberían ser advertidos del riesgo de muerte asociado a esta decisión”. Dr. Skyler B. Johnson.
Según el investigador, los porcentajes de riesgo adicional por elegir MA podrían ser mayores, si se considera que algunos de los sujetos de estudio bajo TCC, iniciaron su tratamiento con algún método alternativo, antes de apegarse a procedimientos plenamente establecidos y que solamente se le dio seguimiento a los casos durante 5.5 años, cuando algunos tipos de cáncer, como el de mama y el de próstata, presentan esquemas de desarrollo de largo plazo.
“La mayor parte de los cánceres de nuestro estudio eran de mama y de próstata, los que pueden tener historias muy largas de manera natural, antes de que una persona sufra un empeoramiento de la enfermedad, su diseminación y, consiguientemente, la muerte”. Dr. S.B. Johnson.
Aunque el estudio se realizó con todo rigor científico, el número de casos y los meses de seguimiento podrían ser cuestionados por algunas personas. Sin embargo, las conclusiones son muy valiosas y deberían ser divulgadas entre la población en general, a fin de informar sobre riesgos asociados a la elección de la Medicina Alternativa.