Con piedras de las ruinas hay que forjar
Otra ciudad, otro país, otra vida

José Emilio Pacheco

De nueva cuenta, la naturaleza nos mostró su fuerza en los sendos terremotos que golpearon en septiembre a una porción importante de nuestra geografía, concentrando sus principales efectos en Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala, los que representan el 35% del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país.

Frente a la magnitud de la emergencia, la sociedad, el gobierno y el sector privado, reaccionó con prontitud y solidaridad ayudando a superar los daños generados por la catástrofe, mostrando lo mejor que poseemos los mexicanos, solidaridad, la que a través de esfuerzos conjuntos, coordinados y generosos, ayuda a transitar de una tragedia a un alivio social, fundamento sobre el que se erige el ánimo general para superar situaciones tan difíciles como los que recientemente hemos vivido.

En ese sentido, el apoyo que ha brindado la industria farmacéutica establecida en México no solo ha sido amplia, de calidad y fraterna, exponiendo los rasgos que caracterizan la actividad de este sector productivo, permanentemente orientado a promover el bienestar de nuestra sociedad, sino que será aún más estratégico, conforme vayan surgiendo situaciones de mayor complejidad, las que se encuentran detrás de los efectos que han traído los terremotos del 7 y 19 de septiembre pasados.

Además de los apoyos canalizados a través de las autoridades de la Secretaría de Salud y de la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), diversos grupos de empresas de nuestro sector están realizando acciones dirigidas a respaldar de manera directa a las poblaciones en las zonas afectadas y, desde luego, a reactivar las actividades económicas en el ámbito en las que se desenvuelven.

Con todo ello, la colaboración de la industria farmacéutica también ratificó su contribución estratégica a la salud, y la importancia que posee para el sano desarrollo de nuestra economía, la que habrá de enfrentar duras pruebas derivadas de los efectos de los sismos.

Si la naturaleza nos ha recordado su capacidad para destruir, la confluencia de sociedad, gobierno e iniciativa privada, del mismo modo nos recuerda que el espacio colectivo, además de ser un ámbito de protección inherente a las actividades humanas, es un lugar de encuentro solidario.

Ing. Guillermo Funes

Ing. Guillermo Funes

Presidente

Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica