El pasado 11 de abril del presente año se publicaron en la revista eLife los resultados de un estudio realizado por un equipo de científicos españoles, franceses e italianos, que probaron con éxito la activación lumínica de analgésico, lo que a mediano plazo podría servir para obtener una solución espacio temporal para el tratamiento de dolores crónicos, como el dolor del nervio ciático, cáncer y la neuropatía diabética, por mencionar algunos de ellos.

Los dolores crónicos, a diferencia de otros dolores, duran semanas, meses o hasta años, pudiendo surgir como consecuencia de lesiones o infecciones, aunque en algunos casos no se pueda determinar el origen de los mismos. Es importante aclarar que los dolores crónicos usualmente no pueden ser curados.

El artículo, cuyo título original es Optical control of pain in vivo with a photoactive mGlu5 receptor negative allosteric modulator explica la manera en la que un analgésico introducido al cuerpo de los ratones de prueba, se activa con “ráfagas” luminosas de luz ultravioleta y deja de actuar en cuanto se suspende el haz de luz, técnica denominada optofarmacología.

Para probar esto los científicos crearon una molécula inactiva, denominada JF-NP-26, la que funciona como una trampa química que encierra en su interior (en este ejemplo) la molécula activa de un analgésico. En el momento en el que la JF-NP-26 percibe el haz de luz ultravioleta se abre, liberando el analgésico, el que actúa con total precisión en la zona iluminada. En cuanto se suspende el haz de luz, la “trampa” se cierra inhibiendo la acción del analgésico.

Las aplicaciones prácticas para la optofarmacología podrían llegar a ser muy variadas y valiosas, ya que gracias a que el principio activo del fármaco se libera solamente en un lugar preciso y por un tiempo determinado, activado y desactivado por la luz, se resolverían los problemas ocasionados por algunos fármacos efectivos, pero adictivos o excesivamente agresivos, los que por sus características intrínsecas provocan daños colaterales en el resto del organismo, como afectación al hígado (hepatotoxicidad) o la muerte de células no cancerosas.

De esta manera, además de usar con seguridad este tipo de fármacos, podrían ser rescatados del olvido terapéutico otros principios activos, actualmente en desuso, y que se abandonaron por que causaban muchos efectos secundarios indeseados.

El mecanismo de acción sobre JF-NP-26, que es un derivado fotoactivo-inactivo del glutamato metabotrópico tipo 5 (mGlu5) es bastante simple. Cuando el haz de luz ultravioleta incide en la molécula, provoca una reacción fotoquímica que activa la liberación del fármaco activo.

La prueba se ha realizado en ratones de laboratorio a los que primero se les indujo dolor y luego se les inoculó el JF-NP-26, portador de un potente analgésico. Cuando los ratones fueron impactados por el haz de luz ultravioleta, se liberó el analgésico, interrumpiéndose posteriormente; los ratones obtuvieron un efecto analgésico efectivo, tanto en los modelos neuropáticos, como en los modelos de dolor inflamatorio agudo-tónico.

Vale la pena aclarar que para obtener la precisión geográfica de la activación-inactivación y entrega del analgésico, los científicos implantaron fibras ópticas en el cerebro de los ratones, específicamente en el tálamo ventrobasal, las que permitieron la recepción precisa de la luz ultravioleta. Los investigadores aclaran que para proveer la foto activación utilizaron una lámpara LED, sin necesidad de fuentes láser para lograr la foto-liberación del compuesto activo, evaluando los umbrales mecánicos de dolor por medio de filamentos de Von Frey.

Los filamentos de Von Frey son una herramienta diagnóstica, de investigación y de detección utilizada tanto en medicina humana como en medicina animal, y usada frecuentemente para estudiar las áreas de la piel con capacidad de respuesta normal, así como las áreas hipersensibles o hiposensibles.

Este equipo de científicos, liderados por el catalán Joan Font e integrado entre otros por los investigadores: Marc-López Cano, Serena Notartomaso, Pamela Scarselli, Paola Di Pietro, Roger Bresolí-Obach, Giuseppe Battaglia, Fanny Malhaire y Xavier Rovira se muestran muy optimistas con los alcances que podría llegar a tener esta técnica de liberación farmacológica foto controlada, aunque están plenamente conscientes del largo camino que aún tienen que recorrer antes de aplicarla en seres humanos.

Fuentes:

Elife.
Optical control of pain in vivo with a photoactive mGlu5 receptor negative allosteric modulator

Diario El País.
Un fármaco calma el dolor solo cuando recibe luz ultravioleta.

Wikipedia.
Von Frey Hair.

MedlinePlus.
Dolor crónico.