Los estigmas, la discriminación, el aislamiento social, y las constantes y brutales violaciones de los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental, están ampliamente arraigados en las comunidades y los sistemas de atención de todo el mundo.

Si a la pesada carga que de por sí representa vivir día a día con algún problema de salud mental, le sumamos las pesadas, lacerantes e injustas etiquetas, estigmas, exclusión social, y creencias equivocadas, podremos entender por que tomar la decisión de buscar ayuda profesional para enfrentar un desorden de este tipo es, cuando menos, doblemente difícil.

Es por ello que la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lanzó la campaña: #HazTuParte para apoyar la salud mental, con la que se buscará disminuir, al menos en parte, la discriminación y las afrentas que experimentan las personas con problemas de salud mental, promoviendo interacciones positivas que impulsen la búsqueda de ayuda calificada.

Sobre este tema, Renato Oliveira e Souza, jefe de Salud Mental de la OPS, declaró enfáticamente: “Cuanto más hablamos sobre nuestra salud mental, más nos acercamos a reducir el estigma que la rodea. Y cuando el estigma disminuye o desaparece, buscar y recibir apoyo es más factible”.

“La campaña de la OPS es crucial para que la gente entienda que cualquiera puede enfrentarse a un problema de salud mental en algún momento de su vida y esto no tiene que ser una razón para bloquear nuestros objetivos, metas y sueños en la vida”. Profesora Sahar Vásquez, quien experimentó de primera mano una condición de salud mental, y es miembro de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 de la OPS.

Para dimensionar con mayor claridad la gravedad de este problema, sobre el que hemos publicado diversos artículos, les comentamos que los trastornos depresivos y de ansiedad se incrementaron tan solo en 2020, entre el 35% y el 32%, en América Latina y el Caribe respectivamente, exacerbados por la pandemia de COVID-19, la que de una manera u otra, y en mayor o menor medida, afectó a toda la población mundial.

“Uno de los desafíos de salud pública más difíciles de nuestro tiempo es la lucha contra el estigma en relación con la salud mental. Aunque las condiciones de salud mental son muy comunes en todo el mundo, las personas que viven con ellas muy a menudo experimentan discriminación y son tratadas de manera diferente. El miedo, la incomprensión y los prejuicios contribuyen al estigma, la exclusión social y la discriminación que ocurre alrededor de las personas que viven con condiciones de salud mental. Puede ocurrir con los amigos o miembros de la familia y en todos los ámbitos de la vida: en el hogar, la escuela, el lugar de trabajo y en el hospital, tanto en entornos rurales como urbanos. Recuperarse de las condiciones de salud mental es posible. Sin embargo, el estigma y la discriminación se interponen e impiden que las personas busquen y obtengan la ayuda y la atención que necesitan en el camino a la recuperación”. OPS.

La OPS puntualiza, que si bien es cierto que está en nuestras manos trabajar a nivel personal para mostrarnos más empáticos, receptivos, respetuosos, y solidarios con cualquier persona  que sufra un desorden de salud mental, también es necesario exigir a las autoridades políticas y sanitarias de nuestro país, garantizar el financiamiento para la atención de la salud mental, formar más profesionales en esta área, y a distribuirlos en forma adecuada e inteligente, para que todos aquellos que necesitan ayuda, la obtengan rápida y respetuosamente.

“Recuperarse de las condiciones de salud mental es posible para la mayoría de las personas, si reciben la atención necesaria. Para eso, los profesionales de la salud deben asegurar un entorno seguro y brindar una atención de calidad, inclusiva y sin etiquetas”. Renato Oliveira e Souza, jefe de Salud Mental de la OPS.

Si les interesa pueden acceder a la página web de la OPS, en la que encontrarán videos, tarjetas, y otros materiales informativos sobre lo que podemos hacer para reducir el estigma y la discriminación, compartir su historia y apoyar la salud mental.

Algunos datos importantes sobre la salud mental.
  • Durante el primer año de la pandemia de COVID-19, la prevalencia de la ansiedad y la depresión aumentó más de un 25%;
  • La salud mental es fluida; se modifica durante la vida de las personas, en la medida en que se ven enfrentadas a situaciones cambiantes y factores estresantes;
  • Los países más gravemente afectados por la COVID-19, también mostraron los mayores aumentos en los trastornos depresivos y de ansiedad;
  • Aproximadamente 1 de cada 8 personas en todo el mundo (casi mil millones) vive con un trastorno de salud mental;
  • El suicidio es la causa de 1 de cada 100 decesos, siendo uno de los principales motivos de muerte en adolescentes;
  • Cada 40 segundos muere por suicidio un ser humano;
  • En promedio, los gobiernos gastan solo el 2% de sus presupuestos de salud en la atención de la salud mental, y los países de ingresos bajos y medios solo el 1%;
  • Aproximadamente la mitad de la población mundial vive en países que cuentan con 1 psiquiatra por cada 200 mil o más personas;
  • Los especialistas en salud mental de niños y adolescentes en muchos países de bajos y medianos ingresos son casi inexistentes;
  • La mayoría de las personas que viven con enfermedades mentales, no reciben ningún tipo de atención;
  • El 71% de las personas con psicosis no recibe tratamiento;
  • En muchos países de ingresos bajos y medianos, los medicamentos psicotrópicos esenciales, a menudo no están disponibles, o no son asequibles;
  • Las enfermedades mentales son una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, lo que supone un costo humano y económico inadmisible;
  • El Foro Económico Mundial determinó que las condiciones de salud mental costaron $2.5 billones de USD en 2010, estimando que los costos aumentarán a $6 billones USD para 2030;
  • Muchas personas con algún padecimiento mental sufren violaciones de sus derechos humanos, enfrentan discriminación, son excluidos de la vida y el trabajo comunitario, son víctimas de abusos físicos, emocionales o sexuales, se les niega el derecho a la alimentación y la vivienda, y en algunos países, incluso, se les prohíbe votar o casarse;
  • La atención en muchos países de las personas que sufren una enfermedad mental, se concentra en hospitales psiquiátricos de estancia a largo plazo, en los que los internos suelen ser retenidos en contra de su voluntad, experimentando hacinamiento, condiciones insalubres, violencia, o alimentación inadecuada;
  • Solamente 1 de cada 4 países miembro de la OMS incluía a la salud mental como parte de la atención primaria, y menos de 1 de cada 5 tenía planes de concientización sobre salud mental, o prevención del estigma;
  • La salud mental es un denominador común en todos los aspectos de la existencia y un requisito previo para el bienestar general y la calidad de vida;
  • La rehabilitación psicosocial, las instalaciones de vivienda con ayudas a pequeña escala, y la ayuda financiera, son indispensable para aquellos que necesitan apoyos adicionales para reintegrarse con éxito a sus comunidades;
  • Se requieren enfoques innovadores para capacitar a los médicos de atención primaria en salud mental, incrementando sustancialmente el número de especialistas, sobre todo en los países de ingresos bajos y medianos;
  • Todos los esfuerzos para diseñar, implementar y supervisar la atención de la salud mental, deben incluir la participación significativa y respetuosa de las personas que han vivido experiencias, o viven con enfermedades mentales;
  • La inversión en la salud mental tiene una de las mejores tasas de retorno financiero del ámbito sanitario. Se calcula que por cada dólar invertido en la ampliación de los servicios de atención de los trastornos mentales más frecuentes, como la depresión y la ansiedad, tiene un rendimiento de 5 dólares, en mejoras de salud y productividad.

Buscando enfrentar con mayores posibilidades de éxito las barreras que aíslan a las personas que tienen un problema de salud mental, la Organización Panamericana de la Salud creó la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19, para apoyar a la Organización y a sus Estados Miembros en la mejora y el fortalecimiento de la salud mental en las Américas, tanto durante la pandemia como en el futuro.

Si le interesa obtener mayor información sobre esta Comisión, puede acceder a la página de “preguntas frecuentes”.

Cerramos la nota, comentándoles que hasta el momento, más de 30 países de la región se han sumado a la iniciativa, comprometiéndose a realizar diversas acciones de concienciación sobre el tema.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

Organización Panamericana de la Salud. (7 de octubre del 2022).
La OPS lanza nueva campaña para frenar el estigma hacia las personas con problemas de salud mental.

Organización Panamericana de la Salud. (7 de octubre del 2022).
Campaña para la reducción del estigma en salud mental.

Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19. (s.f.).
Acerca de la Comisión.

codígoF. (22 de julio del 2022).
Informe mundial de salud mental de la OMS: Transformando la salud mental para todos.