En términos generales todos sabemos lo peligrosa que es la Influenza, particularmente la que corresponde a la cepa A-H1N1, cuya relación con los seres humanos es mucho más reciente, apenas 10 años, lo que no ha permitido que desarrollemos de manera natural mejores defensas contra el virus que la provoca.
La variante de influenza A-H3N2, por el contrario, tiene aproximadamente 50 años de estar presente en nuestras vidas lo que ha favorecido, que nuestro sistema inmunológico esté mejor preparado para repelerla, o al menos evitar que sea tan virulenta y peligrosa.
Sin embargo, cada año, al llegar la temporada de frío, que este año está siendo particularmente cruda, los casos de influenza se incrementan, razón por la que las autoridades sanitarias instaron a la población en general, pero particularmente a niños menores de 10 años, adultos mayores de 65, mujeres embarazadas, pacientes con enfermedades pulmonares y cardiovasculares, con asma, diabetes y obesidad, a vacunarse, buscando disminuir con esta medida preventiva el número y gravedad de los casos de esta peligrosa enfermedad infecto-contagiosa, aunque las cifras de personas vacunadas no es tan elevada como se quisiera.
A este respecto, la Dra. Rosa María Wong Chong, miembro de la División de Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), informó que de acuerdo con datos publicados por el Informe Semanal de Vigilancia Epidemiológica, de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud (SS), la temporada de influenza 2018-2019 muestra un alarmante repunte en el número y gravedad de los casos de esa enfermedad, los que hasta el 28 de diciembre pasado ascendían a mil 662 casos y 116 defunciones, cifras que comparadas con el periodo 2017-2018, en la que se presentaron 861 casos y 25 defunciones, muestran la gravedad de lo que está ocurriendo.
De acuerdo con la Dra. Wong, este repunte tiene que ver con una mayor presencia de la variante A-H1N1, cuyo patógeno causal es, como lo habíamos mencionado previamente, más agresivo, y el que un gran número de las personas pertenecientes a los grupos de riesgo no estén vacunadas, incrementando exponencialmente el riesgo de contagio.
“La vacuna no es cien por ciento efectiva; no obstante, sí garantiza que se evite la influenza en la mayoría de los casos, o si la persona enferma, aun con ella, la gravedad será menor. Tanto la gravedad como la mortalidad están directamente asociadas a quienes no se vacunan”. Dra. Rosa María Wong Chong.
Si a esto sumamos, el que muchas personas contagiadas con influenza acuden tardíamente a consulta médica, tratando de aliviar los síntomas de manera casera, hace que se incrementen los riesgos de complicaciones, prolonga el tratamiento y potencializa las posibilidades de alcanzar desenlaces fatales.
Como en otras enfermedades, las mayores complicaciones, infecciones graves y mortalidad, se relacionan con gente que nunca ha recibido la vacuna o tienen más de 10 años de no aplicársela, lo que los hace más susceptibles de adquirir esta infección, al no tener anticuerpos contra el virus.
La Dra. Wong considera, por otra parte, que es factible que el número de casos de personas infectadas con influenza de cualquiera de las dos cepas: A-H1N1 o A-H3N2 se incrementen durante lo que resta de enero y el próximo febrero, por lo que las personas deben cuidarse y permanecer alertas ante la aparición de los síntomas de esta enfermedad, como son:
- Presencia de fiebre mayor a 38.5 grados (es importante destacar que no todas las personas con influenza desarrollan fiebre), dolor de cabeza, cansancio extremo, tos seca, escalofríos, ardor en garganta y pecho, congestión nasal e intensos dolores musculares, corporales y en ocasiones oculares.
- Vale la pena anotar que las epidemias de influenza ocurren sobre todo en invierno, ya que el frío está asociado con una mayor incubación y transmisión del virus, además de que las vías respiratorias son más susceptibles a infectarse.
- La influenza se transmite al estornudar, toser, hablar o estar en contacto con artículos contaminados por el virus, por lo que se debe evitar el contacto con personas enfermas y lavarse las manos frecuentemente.