Es muy probable que conozcamos personas de edad avanzada que se ven y se mantienen en excelente forma y otras que a pesar de tener la misma edad que las primeras, se ven y están sumamente deterioradas, afectadas por alguna enfermedad neurodegenerativa.
Esto no es nuevo, aunque sigue siendo sorprendente como personas de la misma edad envejecen de manera tan diferente. Lo que sí es novedoso y se desconocía hasta hace poco, es la razón por la que algunas personas envejecen y se deterioran alarmantemente a nivel de la actividad cerebral, mientras otras envejecen de una manera que podríamos decir más amable, preservando intacta, y durante más tiempo su capacidad neuronal.
Algunas de las enfermedades neurodegenerativas más incapacitantes y sin cura actual son: la enfermedad de Alzheimer; la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que entre otras personas padece el reconocido físico teórico Stephen Hawking; la ataxia de Friedreich; la enfermedad de Huntington (EH); la demencia con cuerpos de Lewy (DCL); la enfermedad de Parkinson y la atrofia muscular espinal (AME).
Gracias al trabajo realizado por los científicos Herve Rhinn y Asa Abeliovich, miembros de los Departamentos de Patología, Biología Celular y Neurología y del Instituto Taub para la Enfermedad de Alzheimer y el Cerebro Envejecido, de la Universidad de Columbia, New York. EE.UU., ahora sabemos que el gen denominado TMEM106B, es el responsable directo de que, a partir de los 65 años de edad, se incrementen sustancialmente las posibilidades de desarrollar alguna de las crueles e incapacitantes enfermedades neurodegenerativas.
Los resultados del estudio se publicaron el pasado 16 de marzo en la revista Cell Systems, bajo el título “Differential Aging Analysis in Human Cerebral Cortex Identifies Variants in TMEM106B and GRN that Regulate Aging Phenotypes”.
El modelo de trabajo y la hipótesis final del estudio incluyó el análisis del material genético de 1,904 muestras de cerebros humanos sanos, lo que les permitió identificar al gen antes mencionado, cuya presencia interfiere negativamente en el córtex frontal del cerebro, principal zona de actividad neuronal.
La corteza o córtex cerebral es el tejido nervioso que cubre la superficie de los hemisferios cerebrales. Es en esa zona donde se dan las funciones de la percepción, la imaginación, el pensamiento, el juicio y la decisión. El córtex es una delgada capa de materia gris que tiene aproximadamente 10,000 millones de neuronas y cerca de 50 trillones de sinapsis. El córtex está tan profusamente circunvolucionada, que si se le extendiera alcanzaría una superficie relativa de 2,500 cm².
Los autores del estudio comentan que el córtex frontal del cerebro de las personas con la variante de riesgo del gen TMEM106B, presentan una apariencia 12 veces más envejecida que el córtex del cerebro de otros individuos que no la tienen.
Lo interesante de esta investigación genética es que ahora se identifica con precisión al gen responsable de que los cerebros de personas con la misma edad envejezcan a diferente velocidad, lo que tiene como consecuencia del desarrollo o no de patologías neurodegenerativas.
Vale la pena mencionar que no es el primer estudio que de alguna manera aborda este tema, ya que en estudios previos realizados por otros investigadores, se había determinado que el gen APOE, está relacionado con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Los autores de este estudio especifican que, sin embargo, si es la primera vez que se determina el gen específico que modula el envejecimiento cerebral, ya sea acelerándolo o ralentizándolo.
Como resultado del estudio, los investigadores acotaron el concepto de “envejecimiento diferencial”, el cual expresa la diferencia entre la edad aparente y la edad cronológica real.
Como en otros casos, aún queda mucho trabajo por realizar para desarrollar una aplicación práctica que demuestre el valor sanitario del hallazgo.
Sin embargo, no cabe duda que en la medida en la que se conozcan con mayor precisión los factores genéticos que impulsan o frenan el envejecimiento del cerebro, podría llegar a intervenirse en ellos preventivamente, disminuyendo las posibilidades del desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.