La información dará a los médicos la oportunidad temprana para ajustar el tratamiento a cada paciente.
Todos sabemos que el diagnóstico temprano de cualquier enfermedad es importante para el pronóstico de la misma, ya que abre la posibilidad de que los médicos tratantes realicen una intervención terapéutica oportuna y potencialmente más efectiva, mejorando la hoja de ruta del padecimiento, y en consecuencia el incremento de la calidad y expectativa de vida de sus pacientes.
Es por ello que paralelamente a la investigación y al desarrollo de nuevos fármacos y terapias para el manejo de las diferentes afecciones, los investigadores que trabajan en otras áreas del quehacer científico, se abocan al diseño de nuevos métodos de diagnóstico, con los que detectar lo más temprano, con la mayor precisión, y al menor costo posible, enfermedades específicas.
Entre los diferentes casos en los que el diagnóstico temprano es esencial para evitar el avance sin control ni tratamiento de las enfermedades, están, como ejemplos, los del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y algunos tipos de cáncer, pero también, y de manera destacada por la gravedad de pandemia que estamos viviendo desde hace más de un año, la infección por el virus del SARS-CoV-2, agente causal del COVID-19, la que hasta el momento de escribir esta nota ha ocasionado el contagio de poco menos de 94 millones de individuos, la muerte de más de dos millones de personas, y seguimos contando.
En este contexto, un estudio liderado por la inmunóloga Akiko Iwasaki, miembro destacado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en los EE. UU., y cuyos resultados preliminares han sido publicados en medRxiv, aventuran que la carga viral encontrada al inicio de la enfermedad en la saliva de los pacientes contagiados con SARS-CoV-2, permitiría determinar la gravedad y el desenlace potencial de la enfermedad, llevando un paso más allá la pura detección de la infección.
medRxiv es un sitio de Internet que distribuye eprints no publicados sobre ciencias de la salud, en el que se hace acopio de manuscritos completos pero inéditos en las áreas de medicina, investigación clínica y ciencias de la salud. Los editores de medRxiv aclaran que los manuscritos aún deben someterse a una revisión por pares para su publicación en una revista científica, aclarando que los manuscritos no deben considerarse para uso clínico.
Iwasaki y su equipo aseguran que los niveles de carga viral en la saliva aumentan progresivamente desde un mínimo en los pacientes que cursan la versión leve de la enfermedad, hasta un máximo en los enfermos graves y en las personas fallecidas por el padecimiento, lo que también se relaciona con niveles más bajos de plaquetas, glóbulos blancos y anticuerpos específicos contra el coronavirus.
La mayor carga viral en la saliva de los pacientes también se correlaciona con otros factores de riesgo preexistentes, como la edad avanzada, el pertenecer al sexo masculino, cáncer, fallo cardiaco, hipertensión y enfermedades pulmonares crónicas.
Es necesario insistir que los resultados aún no han sido revisados y validados por pares para su publicación en una revista científica, pero a pesar de que será necesario profundizar y fortalecer la evidencia de los hallazgos, el estudio es potencialmente un gran avance en el diagnóstico del desenlace potencial de la enfermedad, lo que permitiría a los médicos ofrecer a sus pacientes un tratamiento más preciso, y con mayores posibilidades de éxito.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes:
medRxiv. (19 de enero del 2020).
Saliva viral load is a dynamic unifying correlate of COVID-19 severity and mortality.
World Health Organization. Data last updated: 2021/1/18, 10:38 pm CET. (19 de enero del 2020).
WHO Coronavirus Disease (COVID-19) Dashboard.
Yale School of Medicine. (19 de enero del 2020).
Iwasaki Lab. Research Interests.
The New England Journal of Medicine. (19 de enero del 2020).
Saliva or Nasopharyngeal Swab Specimens for Detection of SARS-CoV-2.
The Lancet. (19 de enero del 2020).
SARS-CoV-2 viral load predicts COVID-19 mortality.