Durante los próximos 5 años, la Coalición para la Innovación en la Preparación de Epidemias (CEPI por sus siglas en ingles. Coalition for Epidemic Preparedness Innovations) se ha propuesto financiar -en principio- el desarrollo de vacunas contra tres amenazas virales: el Síndrome Respiratorio (por coronavirus) del Medio Oriente (MERS), la fiebre de Lassa y la infección por el virus Nipah (VNi), con el objetivo explícito de evitar que un brote pequeño llegue a convertirse en una epidemia.
La Coalición para la Innovación en la Preparación de Epidemias es una alianza público-privada que se fundó el año pasado, con el objetivo de financiar y coordinar el desarrollo de nuevas vacunas para prevenir y contener las epidemias de enfermedades infecciosas.
La CEPI recientemente recibió 100 millones de dólares del Wellcome Trust, una fundación caritativa global, política y financieramente independiente, que apoya a científicos e investigadores, y la Fundación Bill & Melinda Gates; por otra parte, los gobiernos de Japón, Alemania y Noruega se han comprometido a aportar otros $260 millones de dólares adicionales, compromisos que fueron anunciados por la CEPI en el Foro Económico Mundial en Davos, en 2017.
La Fundación Bill y Melinda Gates es la fundación privada de caridad más grande del mundo, fundada por Bill Gates y Melinda Gates, con sede en Seattle, Washington, EE.UU.
La fundación está dirigida por Bill Gates, Melinda Gates y Warren Buffett. Codirigida por el padre de Bill Gates, William H. Gates Sr., y Jeff Raikes, galardonada en mayo de 2006 con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.

El epidemiólogo John-Arne Røttingen, presidente interino del CEPI hasta 2017, confía en que más países se sumen a la contribución financiera de la institución. Røttingen anota:
“CEPI es una función colectiva, y es una prima que necesitan para pagar la seguridad sanitaria global”.
Buscando subsanar la falta de previsión.
Como en muchas otras ocasiones, parece que los seres humanos no aprendemos hasta que alguna desgracia nos ocurre. La devastadora epidemia de Ébola que azotó a África Occidental en 2014 fue la causa de la constitución del CEPI, aunque como lo mencionamos anteriormente sin ser financiada seriamente. Para poner en contexto nuestra falta de capacidad como humanidad para prever las desgracias, les comentaremos que las vacunas experimentales para el Ébola (que no tenían un mercado comercial real), estaban guardadas en congeladores de laboratorio cuando estalló la epidemia, sin que hubieran sido probadas en seres humanos. Cuando estalló la epidemia y comenzaron a contabilizarse los muertos a causa del Ébola, se iniciaron los ensayos clínicos apresurados, pero sumamente tardíos (septiembre de 2014). Ya que el proceso para el desarrollo de una vacuna es muy complejo y tardado, el momento en el que una vacuna contra el Ébola demostró su eficacia, en julio del 2015, la cifra de fallecimientos era muy elevada y los esfuerzos de contención ya casi habían detenido la epidemia.

Buscando los fondos necesarios para financiar la investigación y el desarrollo de nuevas vacunas.
Buscando paliar esta ceguera frente a los potenciales problemas epidémicos de salud, Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust en Londres, escribió en co-autoría un poderoso texto publicado el 23 de julio de 2015 en The New England Journal of Medicine, en el que exponía la acuciante necesidad de realizar un esfuerzo global coordinado para desarrollar vacunas (aunque no tuvieran mercados potencialmente atractivos) contra la amenaza de enfermedades infecciosas que podrían poner en riesgo a la humanidad. En este artículo, Farrar propuso la adopción de nuevas vacunas mediante pruebas preliminares humanas antes de que surgieran los primeros, una idea que ahora se ha convertido en precepto para el CEPI, anotando: “Ahora tenemos suficiente dinero para mostrar al mundo que las vacunas puede estár listas oportunamente.” miembro del consejo interino del CEPI. Aunque los EE.UU. son uno de los mayores inversionistas para el desarrollo de vacunas contra las enfermedades infecciosas emergentes, la complejidad de sus recientes elecciones presidenciales parece haber frenado su compromiso financiero con esta coalición, aunque John-Arne Røttingen, espera que una vez llegado Donal Trump a la presidencia el apoyo se reactive. Para finales del presente año, la CEPI buscará recaudar un total de 1,000 millones de dólares, los que se estima que financiarán totalmente sus primeros 5 años de operación.
¿Cómo eligió el CEPI estas tres primeras enfermedades para la búsqueda de vacunas?
El CEPI escogió sus primeros objetivos después de analizar el impacto de varias enfermedades sobre la salud pública usando una lista prioritaria reunida por la Organización Mundial de la Salud en 2016, la cual considera a estas enfermedades como amenazas potencialmente graves. Al respecto, Farrar mencionó: «Hay hasta 50 patógenos que podrían surgir, y nos gustaría que CEPI tuviera tanto éxito que dentro de 10 o 20 años, contásemos con una vacuna para cada uno de ellos»; aunque acepta que por ahora, es crucial demostrar que se puede lograr con los primeros tres objetivos elegidos.
Fuentes:
Science. A half-billion-dollar bid to develop vaccines against the next viral threat.
Consulta realizada el 20 de enero del 2017.
Wellcome.
Consulta realizada el 20 de enero del 2017.
Fundación Bill y Melinda Gates.
Consulta realizada el 20 de enero del 2017.
Wikipedia.
Fundación Bill y Melinda Gates. Consulta realizada el 20 de enero del 2017.