El dolor crónico es un problema de salud pública que afecta del 25% al 29% de la población mundial, y aunque en México carecemos de información estadística que nos permita conocer el impacto del dolor crónico en la población general, sabemos que el dolor es particularmente frecuente en los adultos mayores.
Dicen que hay dolores que matan, y si esta aseveración pudiera parecernos exagerada, al menos tenemos que aceptar que hay dolores crónicos tan agudos e incapacitares, que cuando no encuentran alivio, o los fármacos para conseguirlo son por sus características intrínsecas peligrosos, y a largo plazo ineficaces, hacen que quienes lo sufren, sean arrastrados a una espiral de sufrimiento aparentemente interminable.
“Millones de personas en todo el mundo viven con dolor crónico. Para agravar el problema, la prescripción excesiva de medicamentos a base de opioides para tratar el dolor, ha contribuido a una epidemia de opioides que está causando una morbilidad y mortalidad significativas, particularmente en los EE. UU.”. Brain. Molecular basis of FAAH-OUT-associated human pain insensitivity.
Lo que probablemente nos resultará sorprendente, es saber que de manera natural hay personas prácticamente inmunes al dolor, cuyo estudio está proporcionando a los investigadores las claves genéticas para llevar alivio a los millones de personas (alrededor del 20% de la población mundial) que sufren dolores crónicos.

La mera posibilidad de encontrar alternativas no farmacológicas para abordar sin riesgos el sensible problema del dolor, sobre todo en el complejo contexto de la crisis derivada de la prescripción incorrecta, y el abuso letal de medicamentos a base de opioides para tratar el dolor, es una prioridad de primer nivel.

Una de las afortunadas personas conocidas desde el 2013 que es prácticamente inmune al dolor, es una mujer escocesa de 75 años con insensibilidad congénita al dolor, también llamada neuropatía hereditaria sensitivo autonómica o analgesia congénita, la que goza, además, con una capacidad de cicatrización extremadamente rápida, y un estado de ánimo tan estable y positivo, que prácticamente nunca en su vida ha sufrido ansiedad ni depresión.

“El dolor crónico tiene serias consecuencias en las personas que lo padece: una de cada tres personas que tienen dolencias graves no pueden tener una vida normal, no pueden hacer ejercicio, ni dormir normalmente, ni participar en actividades sociales”. Instituto Nacional de Salud Pública.
Las conclusiones sobre el estudio de las singularidades genéticas de esta mujer se publicaron el pasado 24 de mayo en la prestigiosa revista Brain, con el título “Molecular basis of FAAH-OUT-associated human pain insensitivity”, y en él, los investigadores concluyen que las mismas se derivan de dos mutaciones concurrentes; la del gen FAAH y la del gen FAAH-OUT, combinación fortuita que le proporciona, además de una tolerancia total al dolor, un estado de ánimo prácticamente exento de ansiedad y depresión.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), pidió que el dolor crónico sea considerado por sí mismo una enfermedad, y que su alivio sea catalogado como un derecho humano.
Vale la pena comentar que en el transcurso de los últimos dos decenios, diferentes equipos de investigadores han buscado desarrollar fármacos experimentales para inhibir la FAAH buscando aliviar el dolor, pero ninguno alcanzó, al menos hasta el momento, ofrecer el efecto terapéutico deseado, sin provocar efectos adversos severos.

El novel estudio en el que los investigadores develan la concomitancia de una segunda mutación genética, abre la posibilidad para iniciar la búsqueda de nuevas estrategias y fármacos que alivien el dolor, y traten la ansiedad y la depresión.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

Brain (24 de mayo de 2023).
Molecular basis of FAAH-OUT-associated human pain insensitivity.

National Center for Advancing Translational Sciences. (Febrero del 2023).
Congenital insensitivity to pain.

Instituto Nacional de Salud Pública. (17 de octubre del 2019).
Día Mundial contra el Dolor: el alivio es un derecho universal.

Osteoarthritis Foundation International. (s.f.).
La Organización Mundial de la Salud, propone una nueva definición de «dolor crónico», dándoles esperanza a los pacientes.