No cabe duda que la rápida expansión del Covid-19 surgido en China, y que hasta el momento alcanza a 35 países, una creciente población de personas infectadas y un número incierto de víctimas mortales, tiene la capacidad potencial para transformarse en una pandemia de alcance global, delicada situación que se complica aún más con la desinformación, las noticias falsas y los rumores que se extienden de manera descontrolada por las redes sociales y en general por la web.

“Por el momento no estamos presenciando la propagación global de este virus, ni contagios ni muertes a gran escala. ¿Este virus tiene potencial pandémico? Absolutamente. ¿Estamos ya en ese escenario? Según nuestro criterio, aún no. He hablado repetidamente que es momento para los hechos, no para el miedo. Usar actualmente la palabra “pandemia” no se ajusta a los hechos, pero puede causar miedo. Sin embargo, no es momento para preocuparnos por una palabra. Eso no evitará una sola infección, ni salvará una vida. Es momento para que todos los países, comunidades familias e individuos se concentren en prepararse para ello.”. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

No es la primera ocasión en la que la desinformación, el odio irracional y el pánico son alimentados por la información falsa además de tendenciosa que corre por la red y se extiende por el ánimo de la población menos preparada, la que utiliza ese medio como fuente de información principal, y a veces única.

Lo hemos visto en la terrible e injustificada erosión de la confianza en las vacunas sembrada por los grupos antivacunas, los que progresivamente han logrado convencer a muchos padres de familia a no vacunar a sus hijos, facilitando el brote de enfermedades que estaban controladas y a punto de ser eliminadas de la faz de la tierra.

Para poner en contexto la gravedad de la desinformación como elemento de desestabilización, les comentamos que recientemente se publicó en una página web dedicada a resultados preliminares sobre el nuevo coronavirus, un artículo “científico” que aseguraba que en el código genético del nuevo coronavirus se habían encontrado fragmentos genómicos similares a los del VIH, lo que desató múltiples y descabelladas teorías sobre la creación del Covid-19 mediante ingeniería genética con fines ocultos.

Si bien es cierto que de manera casi inmediata, varios investigadores genéticos del más alto nivel desautorizaron el estudio, mostrando las múltiples inconsistencias y errores que contenía, lo que llevó a los autores a retirarlo inmediatamente, el daño estaba hecho. En muy poco tiempo, el artículo había conseguido establecer un notable récord de lectura, consiguiendo diseminar, a mayor velocidad que lo que ocurre con el Covid-19, la idea de que detrás del surgimiento del coronavirus hay un oscuro complot geopolítico.

Hay que considerar que cuando una idea de este tipo se inicia y “prende” en el imaginario popular es sumamente difícil, por no decir imposible, detenerla, replicándose mucho más rápido y con mayor impacto que las noticias reales proporcionadas por fuentes confiables.

No solamente es necesario combatir la propagación del Covid-19, sino también la creación y propagación de rumores disfrazados de verdad, los que dificultan la acción de las autoridades sanitarias globales y locales.

Cerramos esta nota con una declaración de Michael Ryan, director del programa de emergencias de la OMS: “No podemos paralizar el mundo y no es realista decir que se puede parar la transmisión entre países. Probablemente habrá epidemias en varios, pero se pueden contener”.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF

Fuentes:

Youtube.
CORONAVIRUS: La OMS pide prepararse para una POTENCIAL PANDEMIA.

National Geographic en español.
La OMS habla de riesgo de pandemia por coronavirus.

El País.
La OMS pide al mundo que se prepare para una “potencial pandemia” por el coronavirus.

El País.
El contagio de la desinformación.