Diversos factores han contribuido a desincentivar la práctica de la lactancia materna en México, lo que coloca al país en el último lugar de Latinoamérica en este rubro, junto con República Dominicana.  El modelo económico actual, la modernidad y la progresiva incorporación de las mujeres al campo laboral, que en la mayoría de los casos no otorga horarios flexibles para que las madres amamanten a sus hijos, dieron por resultado que las familias optaran por el uso de fórmulas lácteas, propiciando el paulatino abandono de la lactancia materna en México.  No fue, sino hasta hace algunos años, que las instituciones de salud mexicanas retomaron la importancia de la práctica, pues además de ser una leche rica en nutrientes, estimula el vínculo afectivo entre madres e hijos, recomendando ahora, que la alimentación del bebé sea exclusiva de leche materna, al menos hasta los primeros seis meses de vida.

La lactancia materna tiene un efecto positivo tan poderoso, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que practicarla constituye una de las formas más eficaces para asegurar la salud y la supervivencia de los niños. Sin embargo, se estima que sólo un 40% de los lactantes menores de seis meses reciben leche materna como alimentación exclusiva, lo que idealmente debería ser una norma.

Si todos los niños de 0 a 23 meses fueran amamantados de forma óptima, cada año se salvarían alrededor de 820 mil vidas infantiles a nivel global.

Con respecto a ello, la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF) recomiendan:

  • Inicio inmediato de la lactancia materna a partir de la primera hora de vida;
  • Lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida;
  • Introducción de alimentos complementarios seguros y nutricionalmente adecuados a partir de los seis meses, continuando la lactancia materna hasta los dos años o más.

La lactancia materna durante los primeros seis meses de vida protege a los bebés en contra de infecciones gastrointestinales, reduciendo sustancialmente la mortalidad neonatal, es fuente importante de energía y nutrientes para los niños de 6 a 23 meses, aportando más de la mitad de las necesidades energéticas del niño entre los 6 y los 12 meses, y un tercio entre los 12 y los 24 meses.

Entre los organismos de salud nacionales que impulsan la lactancia materna como método para alimentar, proteger a bebés y mamás, destaca el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyos especialistas en la materia aseguran que:

  • Al amamantar, las mujeres disminuyen las posibilidades de desarrollar cáncer de mama y de ovario, así como las de sufrir fracturas de cadera.
  • En los niños se previene la obesidad, hipertensión, diabetes, aumento de colesterol, alergias e infecciones, además de garantizar una alimentación segura y completa para los recién nacidos.

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud.
10 datos sobre la lactancia materna.

Organización Mundial de la Salud.
Alimentación del lactante y del niño pequeño.

Instituto Mexicano del Seguro Social.
Con lactancia materna se previenen enfermedades en madres e hijos.