Las conclusiones a las que ha llegado un nuevo estudio conducido por el Imperial College de Londres y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican, que de mantenerse las tendencias actuales, para el año 2022 (tan sólo a cinco años de distancia), habrá un mayor número de infantes y adolescentes con obesidad que con insuficiencia ponderal (debajo del peso considerado saludable), entre moderada o grave.

Este grave problema de salud, sobre el que hemos escrito en ocasiones anteriores en códigoF, es sumamente alarmante, ya que el número de individuos entre los cinco y los diecinueve años con obesidad se multiplicó por 10, a nivel mundial, en los cuatro últimos decenios.

“En los últimos cuatro decenios, las tasas de obesidad en la población infantil y adolescente se han disparado en todo el mundo, y continúan haciéndolo en los países de ingresos medianos y bajos. Por lo que respecta a los países de ingresos altos, estas tasas se han estancado en años recientes, pero se continúan manteniendo a niveles inaceptables”. Majid Ezzati, catedrático de la Facultad de Salud Pública del Imperial College de Londres y autor principal del estudio.

El estudio, publicado en la revista The Lancet el 10 de octubre del 2017 con el título: “Worldwide trends in body-mass index, underweight, overweight, and obesity from 1975 to 2016: a pooled analysis of 2416 population-based measurement studies in 128·9 million children, adolescents, and adults” (Tendencias mundiales sobre el índice de masa corporal, bajo peso, sobrepeso y obesidad de 1975 a 2016: un análisis combinado de 2416 estudios basados en la población en 128.9 millones de niños, adolescentes y adultos”, analizó el peso y la talla de cerca de 130 millones de individuos mayores de cinco años (31.5 millones entre los cinco y los 19 años de edad y 97.4 millones de individuos de 20 años de edad o más), lo que lo convierte en el estudio epidemiológico con mayor amplitud y alcance.

El Índice de Masa Corporal, o IMC es una medida del peso y la masa de grasa corporal de una persona con relación a su talla, lo que permite determinar si su peso es saludable. El cálculo del IMC es la forma más sencilla de evaluar el estado ponderal y el método más utilizado para clasificar a una persona como de bajo peso, peso saludable, con sobrepeso u obesa.

De acuerdo con las declaraciones realizadas por Majid Ezzati, catedrático de la Facultad de Salud Pública del Imperial College de Londres, y autor principal del estudio, el incremento exponencial de la obesidad infantil y adolescente tiene relación directa con las políticas (o la falta de ellas) y la comercialización de alimentos en todo el mundo, lo que ha colocado a los alimentos saludables y nutritivos fuera del alcance económico de las familias y las comunidades de ingresos bajos y medios. El estudioso recomienda que los gobiernos de cada país establezcan reglamentos más estrictos e impuestos más elevados a los productos alimenticios de baja calidad, lo que ayudaría a frenar el acceso de niños y adolescentes a este tipo de productos.

Las tasas mundiales de obesidad de la población infantil y adolescente aumentaron desde menos de un 1% (correspondiente a 5 millones de niñas y 6 millones de niños) en 1975, hasta casi un 6% en las niñas (50 millones), y cerca de un 8% en los niños (74 millones) en 2016. Estas cifras muestran que el número de individuos obesos de cinco a 19 años de edad se multiplicó por 10 a nivel mundial, pasando alarmantemente de los 11 millones de 1975 a los 124 millones de 2016. Además, 213 millones presentaban sobrepeso en 2016, si bien no llegaban al umbral de la obesidad. Organización Mundial de la Salud.

El impacto sanitario a nivel mundial por este problema está bien documentado, ya que el sobrepeso y la obesidad, son parte de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes, padecimiento que ha sido calificado por diferentes organismos y autoridades como una pandemia global; las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatías y accidentes cerebrovasculares); trastornos del aparato locomotor (particularmente osteoartritis), y algunos tipos de cáncer, entre otras.

“Los datos de este estudio nos confirman y nos recuerdan que el sobrepeso y la obesidad han causado una crisis sanitaria mundial que se agravará en los próximos años, a menos que empecemos a tomar medidas drásticas”. Dra. Fiona Bull, coordinadora del programa de la OMS de vigilancia y prevención poblacionales de las enfermedades no transmisibles.

Soluciones para reducir la obesidad infantil y adolescente.

En forma paralela a la publicación de este estudio, la OMS divulgó un resumen del plan de acción para combatirlo el problema del sobrepeso y la obesidad, en el que se incluyen orientaciones precisas sobre diversas medidas para frenar el aumento de la obesidad en estos segmentos etarios.

A este respecto, la Dra. Bull comentó: “La OMS alienta a los países a realizar los esfuerzos necesarios para modificar los factores que incrementan los riesgos para desarrollar obesidad en nuestros hijos. En concreto, es preciso reducir el consumo de alimentos baratos muy elaborados, los que tienen un alto contenido calórico y pobres valores nutricionales. Además, conviene que los niños dediquen menos tiempo de ocio a actividades sedentarias, como el uso de pantallas. Para ello, es necesario fomentar la actividad física mediante el deporte y la recreación activa”.

Si bien es cierto que el estudio mencionado se centró en el rango de edad comprendido entre los cinco y los diecinueve años, el problema de la obesidad en adultos sigue siendo alarmante, ya que el número de adultos obesos pasó de 100 millones en 1975 (69 millones de mujeres y 31 millones de varones), a 671 millones en 2016 (390 y 281 millones, respectivamente). Estas abultadas cifras no incluyen a 1300 millones de adultos con sobrepeso, los que si bien es cierto no han superado el umbral de la obesidad, están próximos a rebasarlo.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE),  sugiere, que además de las medidas anotadas anteriormente, en las que podría ayudar la industria alimentaria, se deben realizar intensas campañas masivas de comunicación, en medios tradicionales, nuevos y emergentes; la colocación visible y clara de la tabla nutrimental de cada platillo en los menús de restaurantes, el establecimiento de una regulación más estricta para la comercialización de los productos potencialmente no saludables, lo que en conjunto, y progresivamente, ayudaría a frenar el desarrollo de este gravísimo problema de salud.

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Fuentes:

The Lancet. Worldwide trends in body-mass index, underweight, overweight, and obesity from 1975 to 2016: a pooled analysis of 2416 population-based measurement studies in 128·9 million children, adolescents, and adults.

Organización Mundial de la Salud. La obesidad entre los niños y los adolescentes se ha multiplicado por 10 en los cuatro últimos decenios.

OECD.
Obesity Update.