A través de una brevísima conferencia de prensa efectuada el pasado 3 de junio, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunció que se reanudará el estudio Solidarity, en el que se evalúan el valor y la seguridad de la cloroquina y la hidroxicloroquina (entre otros fármacos) como terapias coadyuvantes para el tratamiento de pacientes hospitalizados por la COVID-19, y que había sido detenido hace poco menos de una semana, como una acción “precautoria”, por las conclusiones del estudio “Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: a multinational registry analysis” publicado el pasado 22 de mayo en The Lancet, en el que sus autores aseguraban que alrededor de un 30% de los pacientes con esta infección, y tratados con los fármacos antes mencionados, sufrían serias alteraciones cardiacas y muerte, y otro publicado en The New England Journal of Medicine (NEJM), con el título “Enfermedades cardiovasculares, farmacoterapia y mortalidad en COVID-19”.
Al día de hoy, tres de los cuatro autores de los artículos: Mandeep Mehra (Harvard), Frank Ruschitzka (Hospital universitario de Zúrich) y Amit Patel (Universidad de Utah) solicitaron a la revista la retracción del artículo. El cuarto autor es Sapan Desai, director general de una compañía ubicada en Chicago llamada Surgisphere, la que proveyó los datos y el análisis para ambos estudios, pero que se ha negado rotundamente a proporcionar pruebas que respalden las conclusiones, alegando que la información está protegida por un acuerdo de confidencialidad, lo que en este caso no es aplicable.
Al respecto, el consejo editorial de The Lancet comentó: “Nuestra revista se toma muy en serio los problemas de integridad científica y hay muchas preguntas pendientes sobre Surgisphere Corp. y los datos que supuestamente se incluyeron en este estudio. Siguiendo las pautas del Committee on Publication Ethics (COPE) e Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (ICMJE), se necesitan urgentemente revisiones institucionales de las colaboraciones de investigación de Surgisphere Corp”.
“A la fecha, no sabemos si funcionan o no funcionan contra la COVID-19, pero la solución no es detener los ensayos con estas drogas, sino seguir adelante con ellos, pues necesitamos buenos ensayos clínicos controlados y aleatorizados para saber si ofrecen algún beneficio, especialmente de cara a la segunda oleada de la enfermedad que probablemente vamos a sufrir en otoño”. Pedro Alonso, director del programa de malaria de la OMS.
Como también lo informamos, y pocos días después de la publicación del mencionado estudio, un grupo de más de 100 investigadores, médicos, y especialistas en el análisis de datos, publicaron una carta abierta enviada a los directivos de The Lancet, en la que manifestaron que el estudio tenía serias inconsistencias metodológicas y analíticas que cuestionaban seriamente su confiabilidad.
El estudio clínico Solidarity, incluye la participación de más de 3 500 pacientes de 35 países, en el que además de la cloroquina y la hidroxicloroquina, se están evaluando: remdesivir, interferón y lopinavir/ritonavir, dos antirretrovirales usados contra el VIH.
Para decidir si continuaba con el estudio Solidarity, la OMS convocó a un panel de expertos independientes, los que no encontraron evidencia confiable que permitiera llegar a la conclusión de que el uso del fármaco es peligroso, por lo que recomendaron a la Organización continuar con la evaluación del fármaco, decisión que se ve ampliamente soportada por la retractación de ambas revistas científicas.
Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud. (4 de mayo).
La OMS reanuda las pruebas con hidroxicloroquina.
The Lancet. (24 de mayo).
Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: a multinational registry analysis.
códigoF. (30 de mayo).
Cloroquina e hidroxicloroquina. Su uso en pacientes con COVID-19, aumenta el riesgo de sufrir arritmias y morir.
Medsacape. (8 de junio).
The Lancet y New England Journal of Medicineretractan estudios sobre hidroxicloroquina y enfermedad cardiaca en COVID-19.
El País. (30 de mayo).
Más de 100 expertos alertan de fallos en el mayor estudio sobre cloroquina e hidroxicloroquina.
El País. (8 de junio).
Dos revistas médicas meten la pata. La élite de la ciencia sanitaria publicó trabajos de pésima calidad contra la cloroquina.