Aunque lo más probable es que los hombres pasemos los primeros cuatro cuarenta años de nuestras vidas ignorando su presencia, es muy factible que, al rebasar los 60, descubramos la existencia de nuestra próstata, manifestándose en su afección más frecuente a partir de esa edad: la hiperplasia prostática benigna, o crecimiento no canceroso de la próstata; además de tener la posibilidad de padecer prostatitis, y cáncer de próstata, el segundo entre las neoplasias malignas que afectan al género masculino, pero que, detectada oportunamente, puede ser vencida.
Si le interesa saber más sobre este importante tema de salud masculina, lo invitamos a escuchar el podcast La Esfera de códigoF del 15 de abril.