El 12 de julio del presente año, un equipo de investigadores de la Universidad de Barcelona, España, formado por: Noelia Rivera, Aram Boada, Isabel Bielsa, Teresa Fernández-Figueras, Enric Carcereny, Teresa Moran y Carlos Ferrándiz, publicaron en la revista JAMA Dermatology, el reporte titulado: “Hair Repigmentation During Immunotherapy Treatment With an Anti–Programmed Cell Death 1 and Anti–Programmed Cell Death Ligand 1 Agent for Lung Cancer”, en el que dan cuenta de la repigmentación capilar (casual) de los sujetos bajo estudio, durante el protocolo de evaluación de unos nuevos fármacos para el tratamiento de cáncer de pulmón.
De las 14 personas incluidas en el protocolo, 13 de ellas, (la catorceava abandonó el estudio) vieron sorprendidas como se desvanecían sus canas y se oscurecía progresivamente su cabello, recuperando su antigua coloración.
La otra buena noticia, es que la repigmentación del cabello de estas 13 personas, también se relacionó (como efecto colateral inesperado) con una mejora en el combate a la enfermedad.
Si bien es cierto que el estudio en progreso de estos nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón parece prometedor, el hallazgo casual de un efecto no esperado, pero atractivo, es el tema que nos impulsa a escribir el artículo que está leyendo, y que está íntimamente relacionado con la palabra “serendipia”, la cual es cómplice de múltiples e importantes hallazgos científicos e investigativos.
Serendipia
Según el Diccionario de la Lengua Española, edición del Tricentenario:
Hallazgo valioso que se produce de manera casual o accidental.
Esta palabra es una adaptación de la inglesa: serendipity, y esta a su vez de Serendip, hoy Sri Lanka, la que alude a la fábula oriental “The Three Princes of Serendip”.
El caso es que en la historia de la humanidad más de un hallazgo de trascendencia, se originó como producto de la suma de la casualidad, lo inesperado, lo imprevisto y la capacidad de observación, análisis y creatividad de algunos seres humanos.
En este caso específico, los investigadores catalanes no buscaban un tratamiento capilar, para nada, pero probablemente, y gracias a la serendipia, pudiera ser que lo descubrieran.
Es probable que uno de los hallazgos más importantes para la humanidad debidos a la serendipia sea el descubrimiento de la penicilina, descubrimiento realizado por Alexander Fleming al observar que una de las cincuenta placas de Petri que estaban en su laboratorio, y que contenían cultivos de estafilococo, había sido contaminada accidentalmente por un moho.
Fleming observó (por que la casualidad existente, pero sin talento, observación y perseverancia no sirve para nada) que las bacterias más cercanas a este moho habían muerto, lo que despertó su curiosidad y llamó poderosamente su atención, impulsándolo a estudiar en profundidad y con rigor científico lo que se había originado por mera casualidad.
El nombre del hongo contaminante es Penicilluim notatum y los estudios de Fleming llevaron al descubrimiento de la penicilina, salvadora de millones de personas, pero olvidada durante los 10 años posteriores a su descubrimiento.
Afortunadamente, el médico australiano Howard Walter Florey y el bioquímico alemán Ernst Boris Chain del Oxford Institute of Pathology, se interesaron por el efecto bactericida descubierto por Fleming, comprobando, en 1940, que la sustancia purificada obtenida de la Penicilina tenía la capacidad para curar a ratones previamente infectados, mientras que los ratones sin tratamiento con Penicilina, morían por la infección. Como corolario a este punto, les comentamos que: Fleming, Florey y Chain recibieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1945 por estos descubrimientos.
Otro hallazgo que llegó colateralmente al ámbito de la salud es el de la nitroglicerina, compuesto orgánico obtenido con la mezcla de ácido nítrico concentrado, ácido sulfúrico y glicerina, cuya combinación es altamente explosiva.
La nitroglicerina, (trinitrato de glicerilo) concebida y creada como explosivo, llegó a la medicina de la mano (y el talento) de varios científicos y en diversas épocas, entre los que destacan: Ascanio Sobrero, Constantin Hering (introductor de la homeopatía en los Estados Unidos y creador de la administración farnacológica sublingual), Sir Thomas Lauder Brunton y William Murrel, los que en suma y conclusión observaron que el efecto de la nitroglicerina se asemejaba al del nitrito de amilo, lo que condujo al uso de esta sustancia por vía sublingual, para aliviar rápidamente los ataques agudos de angina de pecho y como profiláctico a la realización de esfuerzos, ya que tiene la capacidad de relajar las arterias y venas periféricas, reduciendo el gasto cardiaco y el consumo de oxígeno del músculo cardiaco.
Es muy probable que muchos de nosotros nos crucemos con sucesos casuales a los que no prestamos atención y que podrían, con la inspiración, la creatividad y la perseverancia adecuadas, convertirse en algún descubrimiento útil para la humanidad.
Estemos atentos.
Fuentes:
JAMA Dermatology.
Hair Repigmentation During Immunotherapy Treatment With an Anti–Programmed Cell Death 1 and Anti–Programmed Cell Death Ligand 1 Agent for Lung Cancer
Ciencia para llevar.
El blog del CSIC. (Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España). La casualidad que llevó al descubrimiento de la penicilina.