En 2021, se reportaron en nuestro país 8 mil 447 suicidios consumados, 1 mil 224 más que en 2019, preponderantemente en jóvenes de 18 a 29 años, y con mayor frecuencia en hombres que mujeres.

Un artículo publicado el pasado 23 de enero del presente año en The Lancet, bajo el título “Contextual factors associated with country-level suicide mortality in the Americas, 2000–2019: a cross-sectional ecological study”, afirma que la tasa de mortalidad por suicidio en la Región de las Américas ha ido aumentando, mientras que ha disminuido en todas las demás regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que sin lugar a dudas es un dato alarmante.

“A pesar de que otras regiones de la Organización Mundial de la Salud experimentaron una disminución en sus tasas de mortalidad por suicidio en los últimos años, la Región de las Américas ha experimentado un aumento, con diferencias notables entre los países de la región”. The Lancet. Contextual factors associated with country-level suicide mortality in the Americas, 2000–2019: a cross-sectional ecological study.

El objetivo primario de la investigación que soporta los datos de la publicación, fue el de evaluar los factores sociales relacionados con las tasas de mortalidad por suicidio específicas por sexo a nivel de país en la Región de las Américas para 2000-2019, analizando las estimaciones anuales de mortalidad por suicidio estandarizadas por edad y por sexo de la base de datos de de salud global de la OMS, y los efectos de factores contextuales específicos en la tasa de mortalidad por suicidio en los países de la región a lo largo del tiempo, obtenidos de las covariables del estudio de Carga Global de Enfermedad 2019 y el Banco Mundial.

Los factores sociales que contribuyeron a incrementar las tasas de mortalidad por suicidio en la región son: consumo de alcohol, desigualdad educativa, gasto en salud, tasa de homicidios, uso de drogas intravenosas, número de médicos empleados, densidad de población y tasa de desempleo.

Estos son los hallazgos más relevantes

  • La tasa media de mortalidad por suicidio a nivel de país entre los hombres de la región, disminuyó a medida que aumentó el gasto en salud per cápita, en países con densidad poblacional moderada;

«En 2019, los suicidios representaban más de una de cada 100 muertes, y el 58% de ellos ocurrían antes de los 50 años de edad. Durante el primer año de la pandemia de COVID-19, la prevalencia global de ansiedad y depresión aumentó en un 25 %». OMS.

  • La tasa media de fallecimientos por suicidio, se incrementó en la medida que aumentaban las tasas de mortalidad por homicidio, la prevalencia del consumo de drogas intravenosas, la prevalencia ponderada del riesgo del consumo de alcohol, y la tasa de desempleo;
  • La tasa media de mortalidad por suicidio a nivel nacional entre las mujeres de la región, disminuyó cuando aumentaba el número de médicos empleados por cada 10 mil habitantes en países con densidad poblacional moderada; y aumentó cuando se incrementaron la desigualdad educativa relativa, y la tasa de desempleo;

Un nuevo estudio demuestra que los factores que impulsan al suicidio varían entre hombres y mujeres, por lo que las intervenciones para tratar de frenarlo, tienen que considerar las características por sexo.

  • Los factores sociales que afectaron significativamente la tasa de mortalidad por suicidio entre hombres y mujeres son sustancialmente diferentes a los considerados por la literatura actual que aborda los factores de riesgo de suicidio a nivel individual;
  • Los datos obtenidos demuestran que en el diseño e implementación de las intervenciones de reducción del riesgo de suicidio, y las estrategias nacionales de prevención del suicidio, se deben considerar las diferencias de los factores sociales por sexo;
  • Los hallazgos sugieren que incrementar los programas y servicios de empleo, el acceso y la capacidad de los servicios de salud, incluidos los servicios de tratamiento por uso de sustancias, entre otros, pueden ayudar a reducir potencialmente las tasas de mortalidad por suicidio.

“Para prevenir el suicidio debemos ir más allá de limitar el acceso a los métodos para cometerlo, de fortalecer las habilidades socioemocionales y de mejorar el acceso a la atención de salud mental. También debemos abordar los factores contextuales que afectan de forma diferente a hombres y mujeres, lo que requiere un enfoque de toda la sociedad”. Doctor Renato Oliveira e Souza, jefe de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OPS y uno de los autores del artículo.

Los autores insisten que para buscar la disminución efectiva de las tasas de suicidios, las autoridades sanitarias de cada país deben investigar, determinar y analizar en profundidad los factores sociales específicos que disparan estos lamentables hechos en su nación, e incluso en cada región de la misma, tomando en cuenta también que no son los mismos para cada sexo, por lo que no se deben diseñar ni implementar acciones estandarizadas, ni centrarse únicamente en tratar evitar el acceso a los medios que con mayor frecuencia se utilizan para suicidarse.

Por: Manuel Garrod, miembro del Comité Editorial de códigoF.

Fuentes:

The Lancet Regional Health Americas. (23 de febrero del 2023).
Contextual factors associated with country-level suicide mortality in the Americas, 2000–2019: a cross-sectional ecological study.

Organización Panamericana de la Salud. (23 de febrero del 2023).
Un nuevo estudio pone de relieve las causas del suicidio en las Américas.

World Health Organization. (2 de marzo del 2022).
COVID-19 pandemic triggers 25% increase in prevalence of anxiety and depression worldwide.

Instituto Mexicano del Seguro Social. (9 de septiembre del 2022).
Hablemos de suicidio.