¿Algún familiar o amigo suyo fue diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer? De acuerdo con un estudio publicado el pasado 30 de abril en la revista Brain, es posible que realmente no tuviera ese padecimiento.
Los investigadores responsables de la investigación “Encefalopatía TDP-43 asociada a la edad límbica (LATE): informe de consenso del grupo de trabajo”, liderados por el neuropatólogo estadounidense Peter Nelson, miembro del Departamento de Patología de la División de Neuropatología del Centro Sanders-Brown de envejecimiento de la Universidad de Kentucky, EUA, concluyeron que hay otro tipo de demencia senil ignorada, diferente al Alzheimer, bautizada como “LATE” (acrónimo de “encefalopatía TDP-43 límbico-predominante relacionada con la edad”), y que durante décadas ha sido confundida con esa enfermedad neurodegenerativa, la que se presenta con la misma frecuencia en personas que superan los 80 años de edad.
“Es probable que el impacto en la salud pública de LATE sea significativo. Dos elementos básicos del diseño del estudio que influyen en el reconocimiento de LATE-NC en las cohortes de autopsias son el rango de edad al aplicar los estudios longitudinales y la fecha de los mismos. Los investigadores desconocían la proteinopatía TDP-43 antes de 2006, por lo que los estudios anteriores a este tiempo no pudieron evaluar el impacto específico de LATE. LATE-NC se observa principalmente en los pacientes de más edad, mientras que en los primeros estudios de correlación clínico-patológica de la demencia, los sujetos de investigación habían muerto a principios de los años 70”.
La importancia de este descubrimiento reside esencialmente en la posibilidad de encontrar biomarcadores y tratamientos específicos para este padecimiento, lo que podría explicar, al menos parcialmente, algunas de las razones por las que algunos pacientes no responden de la misma manera que otros a los tratamientos paliativos del Alzheimer, enfermedad de la que se desconocen con precisión las causas y no existe tratamiento curativo alguno.
Para profundizar un poco más en el impacto positivo de este descubrimiento, les comentamos que actualmente se asocian las proteínas beta amiloide, (que se acumula entre las neuronas), y la tau (que alcanza niveles perjudiciales y forma ovillos en el cerebro) con el Alzheimer. Sin embargo, en este recién descubierto tipo de demencia, todo parece indicar que otra proteína, la TDP-43, implicada también en enfermedades del sistema nervioso, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), está íntimamente relacionada con el LATE, lo que supondría un nuevo objetivo terapéutico.
“Entre los sujetos sometidos a autopsia fallecidos después de los 80 años de edad, la mayoría de los estudios indican que más del 20% de los cerebros tenían características patológicas consistentes con LATE-NC”.
Las conclusiones alcanzadas por este grupo de investigadores han sido posibles a través de la observación post mortem de cerebros donados, lo que muestra paralelamente, la importancia de la donación altruista de órganos, tanto para su trasplante como para la realización de estudios científicos.
El descubrimiento de LATE abre la puerta al conocimiento de otras enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad avanzada, impulsando nuevos estudios que las abarquen y las diferencien.