El diagnóstico temprano es elemento clave para su combate.
Octubre es considerado a nivel mundial como el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, buscando atraer la atención y difundir mayor información sobre este problema sanitario, el que detectado y atendido de manera temprana tiene un mejor pronóstico.
Anualmente se diagnostican 1.38 millones de nuevos casos y 458 000 muertes por esta afección, posicionándolo como el cáncer que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, sin importar si residen en países de ingresos bajos, medios o altos.
“Los conocimientos actuales sobre las causas del cáncer de mama son insuficientes, por lo que la detección precoz sigue siendo la piedra angular en la lucha contra esta enfermedad. Cuando se detecta precozmente, se establece un diagnóstico adecuado y se dispone de tratamiento, las posibilidades de curación son elevadas. En cambio, cuando se detecta tardíamente es raro que se pueda ofrecer un tratamiento curativo. En tales casos son necesarios cuidados paliativos para mitigar el sufrimiento del paciente y sus familiares” Organización Mundial de la Salud. (OMS)
La OMS aclara que la incidencia del cáncer de mama ha aumentado constantemente en los países de ingresos bajos y medios, relacionada aparentemente con el incremento de la esperanza de vida, la urbanización y la adopción de estilos de vida occidentales. Sin embargo, hay que precisar que aunque su aparición no se determina por el estatus de ingresos de cada país, la supervivencia si, ya que la pobre calidad, limitaciones y oportunidad de los servicios sanitarios de las naciones de ingresos medios y bajos, lleva a diagnosticarla en la mayoría de las ocasiones en fases avanzadas, disminuyendo drásticamente la oportunidad de supervivencia de quienes lo padecen.
“Aunque reducen en cierta medida el riesgo, las estrategias de prevención no pueden eliminar la mayoría de los casos de cáncer de mama que se dan en los países de ingresos bajos y medios, donde el diagnóstico del problema se hace en fases muy avanzadas. Así pues, la detección precoz con vistas a mejorar el pronóstico y la supervivencia de esos casos sigue siendo la piedra angular del control del cáncer de mama”.
Hay que considerar que en los países desarrollados el diagnóstico del cáncer de mama (y el de otras enfermedades) se hace con mayor oportunidad, en comparación con los países de ingresos medios y bajos, en los que generalmente se diagnostica tardíamente, lo que conduce a un mayor número de fallecimientos. Cuando el cáncer de mama está avanzado, los médicos se ven limitados a la aplicación de medidas paliativas para aliviar el dolor y sufrimiento de sus pacientes.
Los exámenes utilizados para el diagnóstico y vigilancia de las personas con cáncer de mama pueden incluir:
- Resonancia magnética de las mamas para ayudar a identificar un bulto mamario o evaluar un cambio anormal en una mamografía.
- Ecografía de las mamas para mostrar si el bulto es sólido o está lleno de líquido.
- Biopsia de mama: usando métodos como biopsia aspirativa, guiada por ecografía, estereotáctica o abierta.
- Tomografía computarizada para ver si el cáncer se ha diseminado fuera de la mama.
- Mamografía para detectar cáncer de mama o ayudar a identificar algún bulto o protuberancia mamaria.
- Tomografía por emisión de positrones (TEP) para verificar si el cáncer se ha diseminado.
- Biopsia de ganglio linfático centinela para verificar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos.
La situación del cáncer de mama es una muestra más de la importancia que tiene un enfoque preventivo de la salud, impulsando a las personas a realizarse chequeos periódicos, en lugar de acudir al médico cuando la enfermedad está plenamente establecida.
La detección del cáncer de mama comienza en casa.
La autoexploración es una manera muy sencilla para detectar el cáncer de seno desde sus inicios, antes de que aparezcan síntomas más agresivos.
Para comenzar con la autoexploración, observar es el primer paso:
- Párate frente a un espejo y contempla detenidamente tus senos.
- Busca posibles cambios en la forma, tamaño o superficie de la piel; especialmente hundimientos, inflamación, enrojecimiento o ulceraciones.
- Repite la búsqueda ahora con las manos detrás de la cabeza y los codos ligeramente hacia el frente.
- Finalmente, repite el mismo procedimiento pero con las manos en la cintura y los hombros hacia adelante.
Una vez que hayas observado detenidamente tus senos, es momento de palparlos; ya sea frente al espejo o durante la ducha, debes buscar abultamientos, bolitas, zonas dolorosas o posibles inconsistencias con el resto del seno. Esto ha de realizarse de la siguiente manera
Estando de pie.
- Pon tu mano derecha en la nuca y con la izquierda toca tu seno derecho, comenzando desde arriba, palpando alrededor y en el centro del mismo.
- Asegúrate de revisar también por toda la axila y presiona el pezón para ver si hay salida anormal de líquido, que no sea leche materna.
- Repite el mismo procedimiento, pero con tu seno izquierdo.
Estando acostada.
- Ya sea con una almohada pequeña o una toalla enrollada bajo el hombro derecho, pon tu mano derecha en la nuca y palpa con tu mano izquierda de la misma manera que lo hiciste estando de pie.
- Realiza la exploración en el otro pecho repitiendo el mismo procedimiento.
Recuerda que es muy importante conocer tu cuerpo y auto-explorarte al menos una vez al mes.
Conserva la calma y acude con un especialista.
En caso de haber descubierto alguna anomalía en tus senos es necesario acudir a la brevedad con el especialista para realizar algunos estudios que ayuden a determinar la causa y si se trata o no de algún indicio de cáncer de mama.
Recuerda que aunque existen diversos factores que predisponen al desarrollo del cáncer de mama (antecedentes familiares o la edad) esto no significa que necesariamente llegarás a padecer la enfermedad. En todo caso, es necesario realizar chequeos regulares y acudir al médico para descartar también otro tipo de padecimientos.